El eximio baterista chileno se muestra orgulloso por el pasado de la banda que lidera junto al cantante y letrista Beto Cuevas y el guitarrista Pedro Frugone, pero más entusiasmo le causa el futuro de una agrupación que ha vuelto al ruedo por todo lo alto con el disco “Adaptación”
Ciudad de México, 27 de junio (SinEmbargo).- Para el baterista chileno Mauricio Clavería, considerado uno de los mejores exponentes de este instrumento en nuestro continente, las cosas de la música son más fáciles que las del futbol en estos días.
Casado con una mujer de origen argentino, este domingo –en que la selección chilena venció a su par argentina en la final de la Copa América Centenario- las pasiones en su casa estuvieron divididas.
En cuanto a su trabajo profesional al frente con el cantante y letrista Beto Cuevas y del guitarrista Pedro Frugone, la alegría es unánime y compartida, desde que el trío volviera a juntarse a principios de año, para realizar una gira por Latinoamérica y Estados Unidos y descubrir que les quedaba todavía mucho para decir en el aspecto creativo.
Así las cosas, ese regreso en la edad madura se vio plasmado en el disco Adaptación, el primer álbum de La Ley con canciones inéditas en 13 años, luego de su disco Libertad, de 2003 y del que esta semana se ha dado a conocer el sencillo “Reino de la verdad”
Adaptación se grabó en el segundo semestre de 2015 en Los Ángeles y desde que salió a la venta en abril pasado, concitó la aprobación de la crítica, que consideró el álbum más sólido de la veterana agrupación-, de los fans de hueso colorado y de los nuevos y jóvenes seguidores.
Con casi tres décadas de trayectoria, La Ley es considerada una de las agrupaciones de rock latino más importantes de la escena musical latinoamericana. Tiene 13 discos en su haber, entre producciones de estudio y en vivo, que incluyen su álbum de 1995 Invisible y el MTV Unplugged de 2001, que le mereció un premio Grammy.
EL FUTURO LLEGÓ HACE RATO
–¿Cómo es este “Reino de la verdad” opuesto al concepto de “Mentira”?
–Efectivamente, esa canción de alguna forma en la letra escrita por Beto Cuevas, es hermana de nuestro éxito “Mentira” y me parece que es migrar hacia ese lado. Con respecto a la música, se trata de un tema muy especial porque es el que abre el disco de principios de año, Adaptación y define mucho el sonido clásico de la banda, con muchos toques modernos, propios de esta nueva época.
–¿Cómo es el momento actual de La Ley?
–Todo lo que ha pasado con La Ley ha sido muy bueno desde que nos volvimos a juntar a fines del 2014. Hicimos en el 2015 un tour muy extenso y hemos tenido la suerte de pasear por muchos países y el recibimiento ha sido maravilloso. Ya hay una nueva generación que nos sigue formada por chicos muy jóvenes, que eran niños cuando nos separamos. Nos da mucho gusto eso. Los fans clásicos de La Ley son los responsables de haber transmitido y cuidado nuestra música.
–¿Qué dirías en torno a las nuevas letras?
–Siempre hemos ofrecido letras que se identifican con lo que pasa a nuestro alrededor. Somos como una especie de esponja receptora de la realidad. Básicamente nos gusta mucho y eso lo comenta siempre Beto Cuevas, nuestro letrista, los conceptos son abiertos, personalizados, para que cada oyente los complete, los haga suyos.
–Hiciste siempre valer mucho tu papel en la banda como baterista. ¿Tienes tiempo y energía para los otros proyectos, Concorde y Fobia?
–Sí, la verdad que sí. He tenido la suerte de compartir con otros músicos y de hecho el parate de 10 años de La Ley fue para desarrollar otros proyectos individuales y tener otras experiencias. Fue muy enriquecedor seguir tocando con Los Concorde, que formé con mis grandes amigos Leonardo de Lozanne y Pocho Toledo. La experiencia musical con Fobia también me nutrió mucho. En lo personal me satisface mucho, porque me hace sentir maduro frente a la creación y como productor, que es algo que me interesa también.
–Demostraste que un baterista importa, asumiendo siempre grandes desafíos
–Son muchos años de estudio y todavía sigo estudiando. La batería es un instrumento muy apasionante, necesitas sincronización, desincronización y concentración. Me gusta ver el mundo de la percusión desde muchas esferas y prismas, me gusta el sonido clásico, pero también experimentar con la electrónica y creo que ese ha sido mi aporte a La Ley. Siempre me ha interesado trabajar con maquinitas electrónicas.
–¿Cómo es La Ley del siglo XXI?
–Diría que es un grupo más maduro que antes y que entiende muy bien cómo funciona la música. Tenemos a un súper cantante, un gran frontman que transmite toda la energía de la banda. Pedro es un genio de la guitarra y ahora canta mejor que nunca, haciendo muchos coros en La Ley. Me encanta tocar con mis compañeros. Me siento muy feliz.
–¿Fue complicada la incorporación de Zeta Bosio y luego su partida?
–Lo de Zeta fue un momento muy especial en el principio del tour. Sucede que su esposa se embarazó y para él era importante quedarse en casa. Lo queremos muchísimo y es un gran amigo de la banda.
–¿Hay futuro para La Ley, todavía tienen cosas para decir?
–Quedan muchísimas cosas para hacer. Tal vez no hemos terminado de hacer el mejor disco de nuestra carrera y el mejor álbum sea el que está por venir, mientras tanto nos gusta mucho el que acabamos de hacer, Adaptación.