En todo proceso de innovación se van dejando por el camino aciertos y fracasos. Ambas caras de la moneda son igualmente necesarias para que la tecnología siga avanzando y se consigan progresos de relevancia para la humanidad. Por eso ahora repasamos algunos de los más grandes fracasos tecnológicos de las últimas décadas.
Por Alberto Iglesias Fraga
Ciudad de México, 19 de junio (SinEmbargo/TICbeat).- La línea entre el fracaso y el éxito es muy fina. El que un producto triunfe con caiga en el mayor de los olvidos puede deberse a muchos factores. Desde errores de conceptualización o diseños horribles, desde su inicio hasta competidores muy fuertes o un mal plan de marketing pasando por visionarios que se adelantaron a su tiempo.
Además, contrariamente a lo que muchos piensan el éxito no está asociado al nombre de la empresa, de hecho, hay grandes empresas tecnológicas que lanzaron a lo largo de su trayectoria productos y dispositivos que prometían ser la tecnología del futuro resultando ser un auténtico fiasco.
Repasamos algunos mayores fracasos del mundo tecnológico en las últimas décadas.
MICROSOFT ZUNE
Apple comenzó a despuntar en el mundo de los dispositivos móviles con un reproductor de música, el iPod, que marcó un antes y un después en la forma de consumir contenidos de audio. Ante este éxito, los archienemigos de Jobs, es decir, Microsoft, decidieron plantarle cara y lanzar su propio reproductor de MP3.
Se trató del Zune, lanzado en 2006 y que llegó a tener hasta cuatro evoluciones, todas ellas anotando fracaso de ventas tras fracaso de ventas. Finalmente, Microsoft decidió abandonar su fabricación en 2011 y el pasado año anunció el cierre también de su plataforma de compra de música, Zune Music Pass.
MSN DIRECT SMARTWATCHES
Llamémosles adelantados a su tiempo, o simplemente un fracaso, lo cierto es que la propia Microsoft fue pionera en el desarrollo de los relojes inteligentes con los MSN Direct Smartwatches. Lanzados entre 2003 y 2004, estos relojes de pulsera permitían obtener información en tiempo real de deportes, el tiempo o las últimas noticias del país y del mundo. Funcionaban no por redes móviles ni WiFi, como los smartwatches actuales, sino que lo hacían a través de un servicio de suscripción (de pago) por medio de ondas FM (las mismas que usa la radio convencional) y sólo disponible en determinadas zonas geográficas (100 ciudades de Estados Unidos y Canadá).
Esta tecnología, en la que confiaron marcas como la mismísima Swatch, fue una completa desconocida para la mayoría de los consumidores y, sin duda, un precedente nada parecido ni de lejos a los actuales smartwatches.
POWER MAC G4 CUBE
Pero Microsoft no tiene la exclusividad de los fracaso tecnológicos… ni mucho menos. Prácticamente todos los grandes fabricantes tienen en su haber algún fiasco de renombre. En el caso de Apple, uno de los más sonados (junto al Apple III o el Apple Lisa) fue el Power Mac G4 Cube, antecesor del Mac Mini, el cual supuso la gran apuesta de Steve Jobs tras su vuelta a la compañía.
Estrenado en el año 2000 y retirado de las tiendas apenas un año después, el Power Mac G4 Cube presentaba un diseño extremadamente rompedor, pero su precio y los fallos que hacían resquebrajarse su carcasa supusieron la condena de muerte de este particular ordenador.
LAS UNIDADES DE MEMORIA ZIP
A finales de la década de 1990, la coexistencia de los disquetes y los CD-ROM no cubría por completo las necesidades de almacenamiento de los usuarios. Mientras que los primeros tenían muy poca capacidad, los segundos aún no estaban extendidos en todos los equipos y su coste era aún muy alto. La alternativa fue el Iomega Zip Drive, una unidad magnética de gran capacidad que tuvo una gran popularidad hasta que se comprobó que los discos tenían una cantidad de fallos extraordinariamente alta para su uso.
Los usuarios llegaron a denominar a los errores de lectura y el desgaste de los discos como el “click de la muerte”, un fenómeno que desde la propia Iomega aceptaron… aunque le echaron la culpa a los usuarios por usar unidades no oficiales. Finalmente, el disco ZIP desapareció de la escena mundial y quedó para el recuerdo como un pequeño anexo más en la historia de la tecnología menos alegre de todos los tiempos.
TWITTER MUSIC
Aunque aún puede accederse a su web, lo cierto es que Twitter certificó la muerte de esta funcionalidad musical en 2014, apenas un año después de lanzarla oficialmente. Se trataba, en un inicio, de una idea perfecta: ayudar a los usuarios de la popular red social a descubrir nueva música antes de que fuera popular, en función de algunos parámetros preestablecidos.
Sin embargo, Twitter Music pasó sin pena ni gloria por Internet y su escasa actividad llevó a la empresa a abandonar su desarrollo y a apostar por otras fórmulas musicales.
NOKIA N-GAGE
En 2003, y enmarcada en la sexta generación de videoconsolas portátiles, Nokia decidió ofrecer competencia a Nintendo y lanzar su propia consola portátil, eso sí, combinada con un teléfono móvil. Una combinación muy particular que recibió el nombre de N-Gage y que disfrutó de dos versiones distintas (la original y la QD) hasta que acabó por ser discontinuada por Nokia ante su escaso éxito, lastrado principalmente por la falta de títulos destacados y por su extraña combinación que no ofrecía la comodidad de un teléfono ni las funcionalidades plenas de una consola.
Nokia decidió reconvertir, ante este fiasco, N-Gage en una plataforma digital de videojuegos que llevaron incorporada varios de sus teléfonos móviles en los años siguientes, hasta que también acabó por desaparecer.
GOOGLE Y LAS REDES SOCIALES
Google es prácticamente el Dios de las búsquedas en Internet, su sistema operativo móvil (Android) es usado por 8 de cada 10 smartphones y su navegador (Chrome) es el más usado en todo el mundo. Sus mapas también gozan de un éxito incomparable y YouTube ostenta la hegemonía de los vídeos en la Red.
Sin embargo, hay un terreno donde Google se ha dado de bruces una y otra vez: las redes sociales. Y es que Google Plus quizás sea el mayor fracaso de la firma en el mundo 2.0 pero no es el único. Años atrás también tuvieron que cerrar Orkut (red social que sólo triunfó en Brasil), mientras que antaño Wave (una combinación de red social y plataforma de comunicación y productividad) tampoco cosechó un gran éxito.
