Por ética periodística debo aclarar que soy simpatizante de Morena; mi sobrino Juan Carlos Loera de la Rosa es candidato a la presidencia municipal de Ciudad Juárez y coincido con una gran cantidad de opiniones ciudadanas de que es el mejor de los aspirantes que luchan por el puesto, lo que demostró en el debate organizado esta semana por las autoridades electorales.
Con eso aclarado, invito a analizar el contexto político en el cual se realizan las campañas por la gubernatura en Chihuahua.
El PRI busca mantener el poder del Estado con Enrique Serrano, ex presidente municipal de Ciudad Juárez; por otro lado una amplia alianza político-ciudadana impulsa a Javier Corral como abanderado del PAN, una agrupación fundamentalmente anticorrupción harta del Gobierno de César Duarte. Con este cuerpo ciudadano anticorrupción también se identificó el candidato independiente José Luis “Chacho” Barraza.
Morena ha lanzado a Félix Muñoz como su abanderado, un descendiente de los chihuahuenses de la reforma del siglo XIX y cuya candidatura va vinculada al proyecto de Morena para la elección de 2018, con una dinámica diferente a la confrontación entre el PAN y el PRI.
La gran incógnita de los comicios en esta ocasión era la posibilidad de que Chacho Barraza desatara una verdadera revolución ciudadana contra los políticos tradicionales y la corrupción; pero a tres semanas de que cierren las campañas parece ser que no logró conjuntar una fuerza independiente capaz de superar las filias de los registrados, y permanecen inmutados PRI, PAN y Morena.
Al no levantar presión, se esperaba que Barraza acelerara su campaña contra la corrupción, pero repentinamente se dijo amigo y admirador de José Reyes Baeza, ex Gobernador priista del Estado, y reconoció que en ocasiones había votado por el tricolor.
Esta semana es el momento definitivo para Barraza y parece ser que se decantó a favor del PRI; no necesita apoyar pública y abiertamente a Serrano, basta con restarle votos a Corral y Morena.
Aunque Chacho no ha presumido grandes luces como empresario ni como político, sí lo ha hecho como empleado obediente y cumplido; seguramente sus patrones ya llegaron a un acuerdo, porque un candidato independiente sin posibilidades de ganar y que no logró un levantamiento ciudadano a su favor, sólo jugó a dividir o fortalecer.