Greenpeace
28/03/2016 - 12:01 am
Sumando voluntades
En un hecho sin precedentes, el 21 de marzo, cerca de 300 personas en Nueva Zelanda entre enfermeras, profesores, padres con sus hijos, ciudadanos de a pie protagonizaron un acto de desobediencia civil pacífica -muchos de ellos participaban por primera vez en una protesta-. Bloquearon los accesos de la sede de la conferencia petrolera más importante del país, retrasando el evento por más de 4 horas para dejar en claro que la ciudadanía rechaza los combustibles fósiles porque incrementan el calentamiento global; cuando la policía llegó a retirarlos, ellos dignamente declinaron.
Hoy escribimos para ratificar que un mundo más verde y justo es posible, que somos muchas las personas que lo creemos y que cada día trabajamos para conseguirlo.
En un hecho sin precedentes, el 21 de marzo, cerca de 300 personas en Nueva Zelanda entre enfermeras, profesores, padres con sus hijos, ciudadanos de a pie protagonizaron un acto de desobediencia civil pacífica -muchos de ellos participaban por primera vez en una protesta-. Bloquearon los accesos de la sede de la conferencia petrolera más importante del país, retrasando el evento por más de 4 horas para dejar en claro que la ciudadanía rechaza los combustibles fósiles porque incrementan el calentamiento global; cuando la policía llegó a retirarlos, ellos dignamente declinaron.
Uno podría pensar eso a mí qué me importa, está del otro lado del mundo… Pero en realidad es una luz de esperanza para millones de personas en todo el planeta, no solo porque levantaron su voz en contra que la quema de combustibles fósiles, exigiendo energías renovables, sino porque demostraron que sin importar edad, clase social u ocupación, es posible actuar por un mundo mejor para nosotros y las generaciones que vendrán.
Greenpeace recibe todos los días correos y llamadas de personas para denunciar amenazas ambientales en sus localidades. De este lado de la línea, muchas veces nos hemos sentido frustrados porque no tenemos la capacidad ni los recursos suficientes para atenderlas todas, pero alentamos a la gente a que se organice, que tome acción para defender los recursos naturales. Sin embargo, la frustración aumenta cuando al otro lado de la línea no hay mayor respuesta que la pasividad.
Los participantes de la protesta en Nueva Zelanda nos refrendan nuestra esperanza de que la gente organizada por un objetivo común, puede conseguirlo. En México, las muestras de apoyo y solidaridad con causas sociales y ambientalmente justas son también un recordatorio de esto.
En todo el país existen grupos de personas que han decidido salir a la calle para defender una causa. La oposición al fracking en el norte del país, apicultores mayas en contra de la soya transgénica, ciudadanos que defienden espacios verdes en las ciudades como Chapultepec y Tajamar en Cancún; comunidades en contra de la tala clandestina, son algunos de los ejemplos de personas valientes que decidieron actuar por un mundo mejor.
En cada rincón del planeta hace falta gente como ellos, preocupadas por lo que sucede a su alrededor y dispuestas a luchar por lo que cree. Los grandes triunfos se consiguen sumando voluntades.
¡Actuemos, no hay tiempo que perder!
Únete a la plataforma de voluntarios de Greenpeace y participa en la construcción del mundo que queremos. https://greenwire.greenpeace.org/mexico/es/
FB: Greenpeace Mexico
TW: @greenpeacemx
*Edith Martínez es coordinadora de Comunicación de Greenpeace México.
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