Diego Petersen Farah
11/03/2016 - 12:00 am
Bronquitis independiente
Nada fue tan positivo para las candidaturas independientes como que ganara “El Bronco”; nada ha sido tan negativo para ellas como que gobierne.
Nada fue tan positivo para las candidaturas independientes como que ganara “El Bronco”; nada ha sido tan negativo para ellas como que gobierne. Jaime Rodríguez “El Bronco” ha gobernado tan mal Nuevo León en los pocos meses que lleva al frente del gobierno de ese estado que se ha convertido en el peor lastre para los que aspiran a ser candidatos independientes en sus estados en las elecciones de este año y para una posible candidatura por fuera de los partidos en 2018.
“El Bronco” está reproduciendo uno por uno todos los temores y prejuiciosos en torno a los políticos que luchan por la vía independiente. Es cierto, Jaime Rodríguez no tiene un partido que lo presione, como tienen todos los demás gobernadores del país, pero por lo mismo no tienen detrás un instituto político que lo acote y le ponga límites. Presume el gobierno independiente de Nuevo León que por primera vez no ganó un camarilla de partido, ganó el candidato y solo el candidato, como resultado el equipo es pobre, malo y desestructurado. El primer gobernador por la vía independiente ganó gracias a las redes sociales, y pensó que podía gobernar con y para ellas, lo que ha convertido a la comunicación del gobierno de Nuevo León en un verdadero desastre: las dos crisis más graves, la de Topo Chico y la del perseguidor perseguido, el fiscal Flores Treviño, han tenido en común un pésimo manejo de la comunicación en crisis.
La vía independiente es en este momento la única forma que tenemos los ciudadanos de presionar a los partidos para corregir las anomalías de un sistema democrático que se convirtió en una partidocracia. Las grandes reformas que requiere el sistema de competencia electoral no van a surgir de los partidos, salvo porque estos vean amenazado su futuro. De ahí la importancia de que los gobernantes electos por la vía independiente hagan un papel de mediano para arriba, que rescaten no solo la decencia de la política, que es fundamental en estos momentos de descrédito, sino la eficiencia y la eficacia de la democracia.
La torpeza de “El Bronco” se está convirtiendo ya en bronquitis política, y parece no ser estacional sino crónica. A falta del partido Jaime Rodríguez ha buscado gobernar a bese de popularidad, pero nada hay más efímero que el amor de los electores y más aún de los followers del twitter o los amigos del face.
De cara al 2018 y a la elecciones estatales de este año moraleja de Nuevo León está a la vista: independientemente de lo independiente que sea el independiente, para gobernar se necesita equipo y acuerdos. Las redes sociales no son un sustituto la política.
más leídas
más leídas
entrevistas
entrevistas
destacadas
destacadas
sofá
sofá