Volver la vista a Brasil

11/03/2016 - 12:00 am
Hí Lo Estuvieron Interrogando Durante Horas Y Luego Fue Liberado Molesto Porque Según él Nunca Se Ha Negado a Declarar En El Caso Lava Jato Dónde Según Cálculos Oficiales Representa Un Fraude De Más De Mil Millones De Dólares Durante Los Gobiernos Del Pt Lo Que Ha Significado En El último Año Una Caída De En El Pib Y Un Pedimento En La Cámara De Diputados De Juicio Político impeachment En Contra De La Presidenta Dilma Rousseff Que Debe Resolverse En Los Próximos Meses Foto Efe
a Lula Lo Estuvieron Interrogando Durante Horas Y Luego Fue Liberado Molesto Porque Según él Nunca Se Ha Negado a Declarar En El Caso Lava Jato Dónde Según Cálculos Oficiales Representa Un Fraude De Más De 11 Mil Millones De Dólares Durante Los Gobiernos Del Pt Foto Efe

El viernes pasado la policía paulista llegó a la casa del ex Presidente Luiz Inacio Lula da Silva, mejor conocido como Lula, y revisó su casa detenidamente para luego llevárselo a declarar a una comandancia sobre posibles actos de corrupción contra la empresa estatal Petrobras.

Ahí, lo estuvieron interrogando durante horas y luego fue liberado molesto porque según él nunca se ha negado a declarar en el caso Lava Jato, dónde según cálculos oficiales representa un fraude de más de 11 mil millones de dólares durante los gobiernos del PT, lo que ha significado en el último año una caída de 3.8% en el PIB y un pedimento en la Cámara de Diputados de juicio político (impeachment) en contra de la presidenta Dilma Rousseff que debe resolverse en los próximos meses.

Con el fín de presionar al Congreso se reanudan las movilizaciones populares y para el 13 de este mes hay convocatoria en todo el país y se espera se activen más de dos millones de personas. Incluso sectores políticos y empresariales que eran reticentes a brindar apoyos a las protestas masivas por sus efectos negativos para la economía se han despojado de pruritos y se suman a la protesta nacional.

La interpretación de estos hechos va desde quienes sostienen que es producto de la solidez de las instituciones judiciales hasta la postura de que detrás existe mano negra para terminar con los gobiernos del PT y desbarrancar la candidatura presidencial de Lula en 2018.

Existe la opinión extendida de que fue durante los gobiernos petistas cuando el Poder Judicial ejerció su mayor autonomía y la mejor prueba es que varios dirigentes petistas, se encuentran purgando penas por el affaire del llamado “mensalao”, que se descubrió durante 2009 y tenía que ver con mensualidades ilegales que se entregaban a diputados de la oposición a cambio de que votaran a favor las iniciativas que presentaba el Ejecutivo o los legisladores del PT.

Esta corrupción política molestó a la ciudadanía, pero luego de que fueron a parar a la cárcel personajes como José Dirceu, considerado un histórico e ideólogo del PT, además de haber sido ministro en el primer gobierno de Lula, los medios bajaron el golpeteo contra el partido en el gobierno.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que estallara el escándalo de Petrobras, una gigantesca trama de desvío de fondos desde la petrolera estatal a una serie de empresas constructoras que a su vez pagaban millones de dólares a consultoras de miembros y cercanos al PT, una de ellas de Dirceu y que fueron detectadas cuando se investigaron las cuentas de las empresas que recibían contratos.

Aun en este ambiente adverso, Dilma Rousseff logró ganar por segunda vez las elecciones presidenciales en febrero de 2013, con una diferencia de 3% respecto a su más cercano competidor, el socialdemócrata Aecio Neves.

Pero, no pasó mucho tiempo, para que su imagen se viera en caída libre en todas las encuestas de percepción y hoy tiene sólo un 11% de apoyo. Nada. Coincide además con la reciente publicación por parte de El Supremo Tribunal Federal de la mecánica legislativa que debe seguir el proceso de destitución de la todavía Presidenta Rousseff.

En el Poder Legislativo, la situación no pinta mejor pues sus aliados se van reduciendo incluso el senador petista Delcidio do Amaral, ha firmado una confesión judicial donde señala que Dilma y Lula sabían del fraude a Petrobras y se beneficiaban de forma indirecta. Y eso ha servido para investigar los bienes de Lula y saber de sí su origen corresponde a sus ingresos.

Se dice que las pugnas Ejecutivo-Legislativo tienen que ver con los vetos que Dilma ha hecho de varias iniciativas del Congreso y esto puede cambiar en el momento en que 257 de los 513 diputados y 42 de los 81 senadores, decidan por mayoría absoluta derribarlos y sacar adelante iniciativas.

Justo, en ese momento se medirán las fuerzas pues constitucionalmente pueden con esos porcentajes destituir y someter a juicio político a Dilma.

Hay un dicho en política que cuando se tiene un problema político es recomendable una salida legal y cuándo se tiene uno legal la salida puede ser la política.

Lula al salir de la comisaría donde declaró en medio del enojo señaló que si quieren eliminarlo para el 2018 tendrán que ganar primero en la calle. Que no se va a dejar separar de su búsqueda por volver a la Presidencia del Brasil. Eso podría significar una mayor polarización política sobre todo cuándo Lula en lo personal sigue teniendo un gran apoyo en los sectores populares.

Y, en sintonía, con esa afirmación la Presidenta Dilma ha salido al paso llamando desde la residencia de Planalto al “diálogo, comprensión y unidad” para evitar que la atmosfera se enrarezca más de lo que hoy está.

Sin embargo, si los actores han decidido dar el paso es muy probable que el escenario en lugar de distenderse y que las instituciones hagan su trabajo, como los políticos el suyo, se complican y veremos ataques más fuertes en contra de Dilma y Lula, salvo que se ponga en práctica la táctica de un paso atrás, dos pasos adelante.

En efecto, ante la crisis fiscal que amenaza repetirse en 2016 y afectaría seriamente el crecimiento económico y el empleo, las opciones de salida parecen limitadas más cuándo la Presidenta pierde apoyo en el Congreso y lo único que podría evitar un mayor deterioro es la formación de un gobierno de coalición con el Partido Socialdemócrata Brasileño de Aecio Neves.

Y es qué, con una mayoría legislativa cómoda tendría oportunidad de compartir decisiones algunas de ellas duras, como la reforma fiscal que revierta el problema de liquidez en el gobierno pero eso le permitiría tomar aire para enfrentar las batallas de hoy y futuras. El tiempo corre en su contra y de paso para Lula y el PT.

En suma, lo que hoy ocurre en Brasil donde la crisis económica va acompañada de una crisis política, está latente en varios países de la región por la pérdida de valor de las materias primas y los escándalos de corrupción, que sólo parecen tener como salida sanear la política y la formación de gobiernos de coalición para compartir daños y políticas de gobierno.

En México, podríamos empezar ya por lo primero.

Ernesto Hernández Norzagaray
Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. Ex Presidente del Consejo Directivo de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales A. C., ex miembro del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política y del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Ciencia Política A.C. Colaborador del diario Noroeste, Riodoce, 15Diario, Datamex. Ha recibido premios de periodismo y autor de múltiples artículos y varios libros sobre temas político electorales.
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