Martín Moreno-Durán
23/12/2015 - 12:05 am
2015: el año del Chapo
La fuga del Chapo Guzmán exhibió a México como un país que, reblandecidos sus cimientos de seguridad nacional por la humedad de la corrupción, es emblema ante el mundo como un ente inseguro, corrompido e incapaz de garantizar que uno de los jefes del narcotráfico más poderosos del mundo tuviera una prisión, realmente, de máxima seguridad.
+ Su impacto llegará al 2018
+ ¿Dónde está “don Joaquín”?
No sólo fue la noticia más importante, impactante, insólita y trascendente del 2015. Fue mucho más. La fuga de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, tuvo varios efectos y daños colaterales que repercutirán en 2018. Sin duda. En lo político y en lo electoral. Ya lo veremos.
¿Cómo dimensionar la fuga del Chapo Guzmán?
Importante, porque no hubo una noticia de mayor relevancia mediática-social en el año que agoniza. Ni Chabelo la pudo eclipsar.
Impactante, por lo que todos sabemos: el capo se fugó a la vista de todos, por un hoyo en su baño construido desde afuera. De película. Para Ripley: aunque usted no lo crea.
Insólita, porque nadie vio ni oyó nada: ni los guardias carcelarios, ni los vigilantes del penal del Altiplano, ni los de la Policía Federal ni los del CISEN. El Chapo fue, a los ojos de la seguridad nacional, un fantasma. Ni más ni menos.
Trascendente, porque exhibió a México como un país que, reblandecidos sus cimientos de seguridad nacional por la humedad de la corrupción, es emblema ante el mundo como un ente inseguro, corrompido e incapaz de garantizar que uno de los jefes del narcotráfico más poderosos del mundo tuviera una prisión, realmente, de máxima seguridad. No fue así.
A los factores citados habrá que agregar, sin duda, los efectos colaterales al largo plazo. Sí: la elección presidencial del 2018.
El Chapo hará chuza. Ya lo veremos.
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¿Quiénes perdieron con la fuga del Chapo? Sin duda, hay dos damnificados evidentes: Peña Nieto y el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Peña Nieto ha quedado, ante la prensa internacional, como un Presidente débil y fallido. No sólo han sido los escándalos de corrupción del Presidente y de su familia, sino también los de sus cercanos y favorecidos: Videgaray, Grupo Higa, OHL, etc. Por eso es el mandatario con menor respaldo ciudadanos en la historia del país. A la mitad del camino, su gobierno hace agua.
Pero si Peña perdió con la fuga del Chapo, Osorio Chong resultó descarrilado. ¿Por qué? Por tres factores fundamentales:
1) Osorio es el jefe de la seguridad nacional que, innegablemente, ha fallado. Aun recapturando a Guzmán Loera, Osorio ya mostró una vulnerabilidad irreversible al permitir la fuga del narcotraficante más poderoso de México. Al titular de la Segob se la ha perdido la confianza ciudadana, y un Secretario en Bucareli sin credibilidad le estorba al país. Basta recordarlo la noche del lunes 13 de julio cuando en su conferencia de prensa, Osorio se mostró titubeante, impreciso, tartamudeando en sus respuestas. (A mayor detalle ver: “Chapo KO a Peña; Osorio pierde el 2018″)
2) El Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), dependiente de manera directa de Gobernación, tiene como cabeza a Osorio Chong. Dentro del penal del Altiplano, El Chapo era vigilado por tres instancias: por los custodios de la prisión, por la PF y por el CISEN. Las dos primeras tenían imagen de la celda, pero sin sonido. Solamente el CISEN tenía imagen y sonido, por lo que tuvo que haber escuchado los golpes de martillo que hoy todos conocemos. (A mayor detalle ver: “El Chapo: las omisiones del CISEN»). Así, falló el CISEN. Falló Gobernación. Falló Osorio Chong.
3) La anterior versión es confirmada por el libro de Raymundo Riva Palacio, “La segunda fuga del Chapo”, cuando establece que desde la oficina del Secretario, se podía monitorear la celda de la que El Chapo escapó.
*****
2015 es el año del Chapo. Fue la noticia. El acontecimiento. Lo que marcó a México.
¿Dónde estará “don Joaquín”, como le llamaban respetuosamente los custodios del penal del Altiplano?
Sus repercusiones llegarán hasta 2018.
Por lo pronto, la fuga del capo descarriló a un presidenciable: Osorio Chong.
Ya lo veremos.
FELICIDADES. A los lectores de esta columna y a compañeros en SinEmbargo, les envío un abrazo navideño afectuoso. Gracias siempre por leerla, opinarla y compartirla. Saludos a todos.
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