Martín Moreno-Durán
11/11/2015 - 12:00 am
¡Baillére$ sí, Poniatowska no!
+Senado: Totalmente Belisario +Medalla, para el poder económico Se puede resumir de la siguiente manera: A uno de los emblemas del poder financiero en México, siempre cercano al PRI. Al segundo hombre más rico del país, después de Carlos Slim. A un empresario recién beneficiado con la reforma energética. Al dueño del Palacio de […]
+Senado: Totalmente Belisario
+Medalla, para el poder económico
Se puede resumir de la siguiente manera:
A uno de los emblemas del poder financiero en México, siempre cercano al PRI. Al segundo hombre más rico del país, después de Carlos Slim. A un empresario recién beneficiado con la reforma energética. Al dueño del Palacio de Hierro, se le otorga la prestigiada medalla “Belisario Domínguez”.
Sí: de un plumazo, los senadores del PRI y PAN le regalan a Alberto Bailléres la presea, colocándolo al nivel de Rufino Tamayo o Carlos Fuentes. Queda pendiente (y quedará, seguramente, por siempre) la explicación de nuestros legisladores sobre los méritos de Bailléres – además de saber multiplicar dinero-, si la medalla se da a quienes “se hayan distinguido, por su ciencia o virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad”.
¿De dónde sacaron los senadores priistas-panistas esas virtudes inesperadas de Bailléres, para elevarlo a prócer nacional?
¿Dónde están las aportaciones a la Patria o a la Humanidad de Bailléres?
¿Dónde están los actos humanistas de Bailléres?
¿Dónde está el altruismo de Bailléres?
Se puede resumir de la siguiente manera:
A una de las escritoras mexicanas más importantes, reconocidas, laureadas y leídas en el mundo. Ganadora del Premio Cervantes 2013. Del Premio María Moor´s Cabot 2004. Doctorado Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid y por la Universidad de París. Medalla Bellas Artes 2014. A Elena Poniatowska, con todo ello, se le niega la medalla Belisario Domínguez.
¿Por qué a Poniatowska no?
Por razones de interés político: por su libertad. Por no tener temor de expresar lo que siente y lo que quiere. Por libre. Porque no es cercana al PRI. Porque simpatiza con López Obrador. Porque tienen pavor de lo que diría, desde el atril del Senado, el día que le entreguen la presea. Por todo eso.
Bailléres sí. Poniatowska no.
*****
Alberto Bailléres es el segundo hombre más rico de México, con una fortuna calculada en 14.5 mil millones de dólares (Fuente: Índice de Multimillonarios de Bloomberg). Cabeza del poderoso Grupo Bal. Es Totalmente Palacio (de Hierro). Y ahora, Totalmente Belisario.
¿Cuáles son las cartas-credenciales del prócer Bailléres?
De acuerdo a reportes periodísticos, Bailléres siempre ha sido cercano al poder político-empresarial priista.
Hoy se sabe que fue uno de los que apoyaron el boicot publicitario de Luis Echeverría contra el Excélsior de Julio Scherer, según la revista Proceso.
Favorecido por los gobiernos de López Portillo y de Miguel de la Madrid.
Según Proceso, Bailléres fue uno de los empresarios beneficiados por Carlos Salinas de Gortari durante el proceso privatizador. Aún más: promotor del famoso “pase de charola” a un grupo de magnates para apoyar la campaña del PRI en 1988. Sí, el año del fraude electoral en favor de Salinas.
¿Más?
Con la reforma petrolera de Peña Nieto, Bailléres fundó Petrobal, y de inmediato obtuvo beneficios económicos: ya ganó un contrato durante la Segunda Etapa de la Ronda Uno, para explorar y extraer petróleo y gas del subsuelo nacional. Casi nada.
Estas son las “aportaciones” de Bailléres a la Patria y a la Humanidad: apoyar siempre al PRI. En las buenas y en las mejores.
A ese multimillonario del sistema se le cuelga al cuello la medalla “Belisario Domínguez”.
Bailléres sí. Poniatowska no.
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A la autora de “La Noche de Tlatelolco”, “De noche vienes”, “Tinísima”, “El tren pasa primero”, “Leonora” y muchas obras más, se le ha negado sistemáticamente la medalla “Belisario Domínguez” por los traumas de los gobiernos en turno: como es una pluma opositora, crítica y libre (es pública su simpatía por AMLO), pues la han vetado en el Senado, a pesar de que sus méritos son nacionales e internacionales.
¿Poniatowska se ha distinguido, por su ciencia o virtud en grado eminente? Sí: gracias a sus letras universales. A su literatura A su cultura intercontinental. A sus aportaciones desde la pluma, reconocidas en el mundo y con varios Doctorados Honoris Causa en universidades nacionales e internacionales.
¿Qué mayores méritos quieren de Elena Poniatowska para recibir la “Belisario Domínguez”
¿Qué Elena no nació en México? ¿Y? Carlos Fuentes tampoco, pues nació en Panamá y recibió la presea en 1999. Poniatowska es mexicana, con derechos y obligaciones, desde hace 46 años.
Al menos, durante este sexenio, se antoja imposible que la reciba.
Y no la recibirá por mezquindad. Por cangrejismo. Por ruindad.
Bailléres sí. Poniatowska no.
*****
Cuando Alberto Bailléres presuma la medalla “Belisario Domínguez”, lo celebrará con coñac, puros y entre poderosos. Planeando negocios. Explotando sus relaciones políticas con el priismo. Entre la élite y el poder. Y nada más.
Cuando Elena Poniatowska reciba, algún día, la “Belisario Domínguez”, una mayoría de mexicanos y gran parte del mundo literario, cultural y académico, estarán de fiesta. Llegarán reconocimientos populares a su casa. Habrá tequila. Cantos. Se hablará de libros y de cultura. Habrá gozo nacional. La fiesta será compartida.
Esa será la diferencia.
TW: @_martinmoreno
FB / Martín Moreno
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