Martín Moreno-Durán
28/10/2015 - 12:01 am
Narro, el factor priista
+Sergio Alcocer, el delfín del Rector +Breve historia de una traición En los pasillos de la Torre de Rectoría de la UNAM, entre el campus universitario, hay una frase recurrente: José Narro es priista. El Rector de la UNAM está con el PRI. Y que Narro tenga corazón priista resulta, hoy por hoy, […]
+Sergio Alcocer, el delfín del Rector
+Breve historia de una traición
En los pasillos de la Torre de Rectoría de la UNAM, entre el campus universitario, hay una frase recurrente: José Narro es priista. El Rector de la UNAM está con el PRI.
Y que Narro tenga corazón priista resulta, hoy por hoy, clave para entender el proceso de sucesión en la Rectoría. ¿Por qué? Porque es bien sabido que el favorito de Narro Robles, aunque no lo diga abiertamente, tiene nombre y apellido: Sergio Alcocer, ex subsecretario de Relaciones Exteriores del gobierno peñista.
Muchos dirán: ¿y qué si Pepe Narro – como le dicen sus cercanos-, tiene entraña priista y su delfín es Alcocer, si a final de cuentas los que deciden son los 15 “iluminati” de la Junta de Gobierno de la UNAM, autónoma, en el papel, de la influencia del Rector?
Pues tendrían cierta razón, aunque emerge un detalle fundamental y de mucho peso a considerar:
Resulta que de los 15 “iluminati” que integran la Junta de Gobierno, diez de ellos fueron propuestos por Narro Robles ante el Consejo Universitario que, sin chistar, los aprobó para ser parte de la Junta de Gobierno.
Es decir: 10 de los 15 de la Junta de Gobierno que elegirán al nuevo Rector o Rectora, le deben el favor a Narro y, a querer o no, siendo el proceso sucesorio de la UNAM un hecho con alta carga política, sin duda influye en el favorito del Rector en turno. Favor con favor se paga.
¿El beneficiado de que Narro tenga mayoría en la Junta de Gobierno? Sí: adivinó: Sergio Alcocer, quien si bien fue subsecretario de Energía en el sexenio de Felipe Calderón, está más identificado con el gobierno peñista donde fue subsecretario de Relaciones Exteriores.
(Y no deja de llamar la atención el gatopardismo de Alcocer: un ingeniero civil que lo mismo atiende asuntos energéticos que diplomáticos. Una versatilidad – o multichambismo-sorprendente.)
Lo dicen los propios universitarios: si por Narro fuera, Alcocer sería su sucesor.
Los dados, pues, están cargados en la UNAM en favor de Alcocer.
*****
A José Narro le gusta jugar sucio.
Recordemos un episodio:
Cuando se avecinaba la sucesión de Juan Ramón de la Fuente, Narro Robles cabildeaba para ser el nuevo Rector. Sin embargo, no era el favorito de la Junta de Gobierno. Las preferencias estaban en favor de un prestigiado y respetado ex presidente del IFE y entonces ya maestro universitario. Necaxista para mayores señas.
Un tanto desesperado porque la Rectoría se le escapaba, Narro pidió una reunión con el profesor a quien todos querían como nuevo Rector. “Déjame ser Rector. Es mi sueño”, rogó. El favorito cedió ante las súplicas de Pepe Narro, y le hizo el favor: declinó a la Rectoría.
¿Qué deferencia tuvo Narro hacia el maestro que le había cedido el paso rumbo a la Torre de Rectoría? Ninguna. Le dio la espalda. Ni siquiera lo invitó para dirigir alguna Facultad o Instituto. Lo olvidó. Lo apuñaló.
El prestigiado y respetado profesor necaxista sigue dando clases en la UNAM.
Y Narro jamás le reconoció su generosidad.
Ese es Pepe Narro.
+++++
Hoy, José Narro tiene prácticamente en la bolsa a la mayoría de la Junta de Gobierno para decidir a su propio sucesor.
Los “iluminati” de la JG tienen hasta la medianoche del 16 de noviembre para decidir quién será el nuevo Rector.
Pero los dados están cargados y, a menos que haya una sorpresa, Alcocer, el candidato de Narro, y del priismo, y de Peña, sería el ungido.
Pronto lo sabremos.
Twitter: @_martinmoreno
Facebook: / Martin Moreno
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