La mayoría de los deudos de los 15 asesinados (12 jóvenes y 3 adultos) y 10 lesionados por arma de fuego el 30 de enero de 2010 en Villas de Salvárcar, envían esta carta al presidente de la República porque cinco años después de la tragedia, la Federación sigue ignorando su suerte personal y familiar.
Describir a detalle el suceso, un requisito fundamental para el eventual litigio, fue un proceso doloroso que sólo se logró tras seis meses de reuniones semanales con especialistas y en esta carta, las familias se lo escriben detalladamente al presidente porque ellos ven la tragedia de los padres de Ayotzinapa y reviven su viacrucis.
Ellos quieren cerrar su círculo; todos son gente de paz, trabajadores esforzados, muy humildes, algunos incluso en la pobreza extrema, y esperan que el presidente de la República, responsable del poder ejecutivo, impulse los trámites necesarios para avanzar en busca dela justicia.
Agrego la misiva de las familias pero antes pregunto: ¿Cómo vamos a creer que hay voluntad para resolver lo de Ayotzinapa, que es 100 veces más complicado, si la misma federación no reconoce como víctimas a los deudos pacíficos de Salvárcar?
C. Lic. Enrique Peña Nieto Presidente Constitucional de la Republica, México Distrito Federal, presente:
Los suscritos somos ofendidos por el delito de homicidio y representantes de la tentativa de homicidio por los hechos suscitados el 30 de enero del 2010 en Villas de Salvárcar, Ciudad Juárez Chihuahua, donde murieron 15 personas y fueron lesionados 10 por arma de fuego.
Nuestro defensor de Derecho Humanos, el licenciado Gustavo De La Rosa Hickerson, se entrevistó con usted el día miércoles 14 de enero con motivo de su visita a Ciudad Juárez y le pidió su intervención para que con todo respeto a la ley nos auxiliara para ser reconocidos como víctimas en los términos de la ley general de víctimas. Ahora nos dirigimos a usted para ratificar formalmente esa solicitud y para tal efecto expresamos lo siguiente:
Somos los ofendidos por el homicidio doloso cometido en contra de nuestros hijos: José Adrián Encina Hernández, Marcos y José Luis Piña Dávila, Manuel Hernández Villegas, Eduardo Becerra, Édgar Martín Díaz Macías, Carlos Lucio Moreno Dávila, Horacio Alberto Soto Camargo, Jesús Enríquez Miramontes, Jesús Armando Segovia Ortiz, José Luis Aguilar Camargo, Rodrigo Cadena Dávila, Brenda Ivonne Escamilla Pedroza, Juan Carlos Medrano.
Y en su caso los padres u esposos que fueron víctimas en estos hechos, los cuales respondían en vida a nombre de: Jesús Enríquez Miramontes, Jaime Rosales Cisneros, Manuel Hernández Villegas.Hechos
El día 30 de enero del año dos mil diez, minutos después de las veintitrés horas, llegó un grupo de individuos hasta los domicilios marcados con los números 1306, 1308 y 1310 de la calle Villas del Portal en el fraccionamiento Villas de Salvárcar, CP 32575, lugares donde se celebraba una fiesta de cumpleaños de un joven y el triunfo del equipo Jaguares de la escuela preparatoria CBTIS No. 128 de esta Ciudad Juárez.
Los sujetos llegaron en varios vehículos, con una camioneta cerrada tipo Cherokee color arena al frente, seguida de una Caravan guinda, una Pick up Ram roja de doble cabina y un automóvil Pontiac Grand AM de color gris, y otros vehículos que estaban atrás. Los vehículos venían en dirección de sur a norte por la calle Villa del Cedro, y giraron en la esquina con la calle Villa del Portal hacia el oriente, parando sus vehículos en el arroyo de la calle frente a los domicilios indicados líneas atrás. Los copilotos y pasajeros de los muebles se bajaron, dos o tres de ellos ingresaron a la casa marcada con el número 1308, donde dispararon privando de la vida a Brenda Ivonne Escamilla Pedroza, Rodrigo Cadena Dávila y Carlos Lucio Moreno Ávila, además del Sr. Jesús Enríquez Miramontes. Y amedrentando y tirando al suelo a la C. Marisela Rubio Chavarría. Otros sujetos dispararon en contra de cuatro personas que se encontraban en el exterior de la casa marcada con el número 1306, privando de la vida a Edgar Martín Díaz Macías, Manuel Hernández Villegas y Eduardo Becerra. Lesionando además con disparos de arma de fuego a la víctima número 10 la cual cayó herida en el exterior de la puerta de entrada a la casa. Ya para retirarse los criminales, uno de ellos dijo “acá hay otros”, refiriéndose a los jóvenes que se hallaban al interior del domicilio marcado con el 1310, lugar donde dispararon a diestra y siniestra y privaron de la vida al Sr. Jaime Rosales Cisneros, José Adrián Encina Hernández, Marcos Piña Dávila, José Luis Piña Dávila, Horacio Alberto Soto Camargo, José Luis Aguilar Camargo, Jesús Armando Segovia Ortiz y Juan Carlos Medrano.
De igual forma causaron lesiones por disparo de arma de fuego constitutivas del delito de homicidio en grado de tentativa, cometido en contra de las victimas que ya hemos citado identificadas con los números 1, 2, 3, 4, 5, 6,7, 8, 9 y 10, los cuales son representados por los comparecientes expresamente mencionados, ya que son testigos protegidos de la Fiscalía General del Estado.
Transcurrieron más de 15 minutos desde el momento que llegaron los automóviles y bajaron los asesinos, empezando a disparar contra nuestros seres queridos, hasta el momento en que se retiraron conduciendo los vehículos rumbo al oriente para dar vuelta de norte a sur en la calle Villa Bonita, y luego rumbo al poniente por la calle Villa de la Paloma hasta el cruce con Villa del Cedro, donde giraron rumbo al sur hasta encontrarse con la calle séptima o Harman para salir del fraccionamiento por esa misma calle Harman hasta cruzar con la calle Avenida de Las Torres donde unos vehículos se dirigieron al norte y otros se dirigieron al sur. Para entonces eran aproximadamente las 00: con 10 o 15 minutos del día 31 de Enero de 2010.
Este hecho no es un hecho aislado, aunque sí es un hecho terriblemente doloroso para nosotros, el cual se dio en el contexto del incremento exponencial de la violencia que sufrió Ciudad Juárez a partir del año 2008 y hasta el año 2012 y cuyos efectos todavía permanecen. El responsable de la Seguridad Pública en esos días era la Secretaría de Defensa Nacional por conducto del general Felipe de Jesús Espitia quien asumió el mando del Operativo conjunto Chihuahua desde el 27 de marzo del 2008 hasta el 10 de abril del 2010. En las propias palabras del presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Sergio Jaime Rochín del Rincón, este tipo de hechos son también responsabilidad del Gobierno por no garantizar el disfrute del Derecho Humano Fundamental que tenemos todos los Mexicanos a la Seguridad Pública y la autoridad responsable de garantizarles la Seguridad Pública era el Ejército.
Estamos seguros que si se hubiere garantizado un mínimo de Seguridad Publica aun en esta ciudad tan violenta nuestros hijos vivirían y nuestros representados no hubieren sufrido graves daños físicos y emocionales dadas las circunstancias en que se dio el evento que destrozó a nuestras familias y que hemos descrito líneas atrás.
El impacto negativo que tuvo en nuestras familias y en nuestra persona, el crimen del 30 de enero referido, se ha convertido en un proceso de aniquilamiento emocional, personal y material de nuestros núcleos familiares. Circunstancia adversa para nuestras vidas que no ha sido correspondida por la debida atención de las autoridades y cuyo acto de insensibilidad e irresponsabilidad es la grotesca condena a reparar el daño a cargo de algunos ejecutores materiales del crimen, estableciendo como cantidad preparatoria el Juez de la causa, la ridícula cantidad de cuarenta mil pesos por cada uno de los fallecidos. Para los jueces de la causa, la vida de nuestros hijos vale menos que el salario mensual que perciben ellos mismos.
El Gobierno federal invirtió en Ciudad Juárez sumas cercanas a los siete mil millones de pesos, pero no fue y no ha sido capaz de establecer un fideicomiso para asegurar un grado de bienestar aceptable en lo económico, material, de salud, de empleo y educativo de las veinticinco familias que resultamos afectadas directamente, no hablemos ya del daño moral que nos causó la agresión aniquilante a nuestros hijos.
Es necesario precisar que los ofendidos somos de origen humilde, que todos somos trabajadores, obreros, obreros industriales la mayoría, y que con un gran esfuerzo estábamos sosteniendo a nuestros hijos para que estudiaran preparatoria y carreras universitarias, y de esa manera tener en el seno de nuestras familias una primera generación de profesionistas con grados de licenciatura o posgrado, que permitieran a nosotros mismos, y a las subsiguientes generaciones de nuestra familia encontrarse en circunstancias económicas, culturales, profesionales y sociales, mejores a las que nos ha tocado vivir a nosotros. Ellos eran no sólo nuestros hijos a quienes amábamos profundamente o nuestras parejas con quien compartíamos nuestra soledad, sino que eran la esperanza de la familia, la esperanza de ellos mismos y nuestra propia esperanza. Todo se vino abajo.
Además hay documentos que obran en el expediente, que obligan a profundizar y relacionar con nuestra tragedia el impacto de las acciones que se dieron en México a raíz del operativo de Rápido y Furioso. De más de 20 agresores sólo se han detenido a 4 y se dice que todo vino de una organización delictiva, pero el expediente se tramita cómo si fuera un simple homicidio del fuero común.
Petitorios
Por lo tanto expuesto a usted C. Sr. Presidente de la República atentamente solicitamos:
1.- Su intervención en los términos de la ley para que el Consejo y la comisión Ejecutiva nos reconozca el carácter de víctimas con pleno derecho en los términos de la Ley General de Víctimas.
2.- Instruya al Procurador General de la República para que en auxilio a la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, agilicen la eficacia para encontrar a los autores materiales e intelectuales de los hechos relatados líneas arriba y atraiga el caso como desde el principio debió suceder.
3.- Se investigue a fondo las vinculaciones con el operativo de introducción de armas a México denominado «Rápido y Furioso»
PROTESTAMOS LO NECESARIO
CD. JUAREZ CHIH. A 20 DE ENERO DEL 2015FIRMANTES CUYAS FIRMAS AUTÓGRAFAS APARECEN AL FINAL DE ESTE ESCRITO
Ofendidos del delito de homicidio y tentativa de homicidio cometido en contra de sus seres queridos.
ALONSO ENCINA HERRERA, REINA ALICIA HERNÁNDEZ FLORES, LUZ MARÍA DÁVILA, JOSÉ LUIS PIÑA ARRIETA, KARINA ESCOBAR ZAMORA, HÉCTOR MANUEL HERNÁNDEZ ESCOBAR, ÉRIKA GONZÁLEZ SÁNCHEZ, HERMELINDA MACÍAS NARANJO, CARLOS MORENO CRUZ, ROSA ESTELA ÁVILA LÓPEZ, JAIME ALEJANDRO ROSALES LÓPEZ, JOHANA ROSALES LÓPEZ, BLANCA ESTELA CAMARGO GÓMEZ, MARISELA RUBIO CHAVARRÍA, JESÚS MANUEL ENRÍQUEZ RUBIO, ARMANDO SEGOVIA ESCOBAR, NORMA LETICIA ORTIZ PALMA, JOSÉ LUIS AGUILAR RANGEL, MARY CRUZ CAMARGO SOTO, ADRIÁN CADENA JIMÉNEZ, MARÍA GUADALUPE DÁVILA PÉREZ, RAFAEL ESCAMILLA AGUILAR, ELIA PEDROZA VALDEZ, ARCELIA MEDRANO ARRIETA.
Representantes de los ofendidos del delito de homicidio en grado de tentativa.
BLANCA IVONNE DELGADO (Víctima 1), MARÍA DEL ROSARIO CARRILLO (Víctima 2), BERTHA ALICIA CAMACHO VALENZUELA (Víctima 3), BERNABÉ BELTRÁN (Víctima 4), MARÍA ANTONIA AYALA HERNÁNDEZ (Víctima 5), MANUELA ROMERO RODRÍGUEZ (Víctima 6), CAYETANA DOLORESMENDOZA TERRAZAS (Víctima 7), MARISELA GODOY LUNA (Víctima 8), ADELA DEVARA MONREAL (Víctima 9) Y SIN DATOS (Víctima 10).