¿Quién los patrocina?

11/11/2014 - 12:01 am

El 10 de octubre escribí: Estamos frente a la raza de Creonte, el tirano de Tebas que se negó a entregar el cadáver de Polinice a Antígona para su honrada sepultura. Son la clase política, el PRD al frente, los infames y miserables que están haciendo cálculos para perder lo menos o ganar algo de la matanza. Ellos saben quién fue y dónde se esconde y, al igual que Tlatelolco y lo que vino después, guardarán silencio. Saben dónde están los muchachos vivos, o si ya fueron asesinados pero no los entregarán, porque si el tiempo pasa, el fuego amaina. Están seguros de que se pueden salvar porque no importa la ley, el país o el estado de derecho, sólo interesa mantener su fuerza política para cambiarla por oro.

Hoy, después de escuchar al procurador de Justicia, ratifico lo anterior; ya piensan que no ganarán más con el secreto y sueltan la noticia de la manera más dañina y dolorosa para las familias. Ahora la discusión será si los restos encontrados son de los jóvenes o no, aunque además irán generando otras zonas de conflicto y distracción.

Si la versión del funcionario es cierta, la oscura voluntad de quienes nos gobiernan salta a la vista como la liebre ante el ladrido de los perros cazadores.

Los hechos criminales se registraron a las 9 de la noche del viernes 26 de septiembre. Según el procurador, los jóvenes fueron asesinados esa misma noche o al día siguiente, el día 27. Ese día Abarca y su jefe policíaco aún trabajaban desde sus oficinas.

Abarca y su mujer permanecieron en Iguala el 28 y 29, cuando el mandatario se atrevió a declarar en la prensa que tenía las manos limpias. Entonces había 6 muertos, 17 lesionados de bala y se hablaba de 60 desaparecidos.

La pareja presidencial y los policías involucrados se esfumaron de sus lugares de trabajo el día 30.

No vamos a tragarnos la explicación de que las autoridades estatales y federales no sabían lo que había pasado.

Vivimos en la época de Internet y las comunicaciones son inmediatas. Hay evidencia de que los militares auxiliaron a jóvenes mientras sucedían los hechos, por lo tanto la Federación (en todas sus esferas) tenía información de la gravedad de los acontecimientos. Para el amanecer del día 27 el estado también estaba enterado y no se diga los municipios de Iguala y Cocula. Júrenlo que también la dirección nacional del PRD.

¿Por qué siguió actuando con toda confianza Abarca en Iguala?

Sólo hay una respuesta: porque alguien le aseguró que iba a quedar impune. El gobernador y la dirección del PRD estaban en activo cabildeo ante la Federación y seguramente estos le ofrecieron protección.

«He vivido en el monstruo y lo conozco» dijo el poeta cubano José Martí. Por tres años fui Director del Cereso de Ciudad Juárez y nueve años visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, con oficinas adentro de la Fiscalía del Estado durante la guerra de Juárez. Fui enlace de la ciudadanía con las autoridades federales y, cuando hubo necesidad por hechos menores que estos, podía comunicarme en 30 minutos con el jefe de asesores del presidente Calderón y recibir una respuesta media hora después. El general de la plaza recibia la información en tiempo real y el gobernador también.

No creo que los priistas sean más lentos que los anteriores burócratas.

¿Qué pasó durante esos 4 días?, ¿quiénes cabildearon?

La impunidad para Abarca y su mujer, ¿qué esferas la patrocinaron?, ¿qué se prometió y quién lo hizo?, ¿qué se ofreció a cambio?

No dejemos de insistir, México y el mundo necesitan respuestas.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.
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