El grito patriótico ahora sí tiene sabor… sabor de angustia.
Viéndolo fríamente, muy pocos mexicanos van a gritar de gusto pues los demás lanzarán un grito catártico: “¡Viva México! ¡Viva México cabrones!
¿De verdad creemos que México vive?
¿De verdad queremos que este México sobreviva los años venideros?
¿Damos el grito porque creemos que México es mejor que Brasil, Estados Unidos o Alemania? ¿O ya mejor nos comparamos con Guatemala y Honduras?
Y si es así, ¿para qué presumirlo?
¿Qué otra cosa puede significar viva México?
Aunque representa la celebración de que México es independiente, ¿independiente de qué o quién?
¿Creemos los mexicanos que inspiramos a los legisladores para que lograran con 11 reformas sepultar la constitución de 1917?
Todos los que tengamos un mínimo de malicia, sabemos que hubo un gran operativo de cabildeo y ni siquiera de otros países, sino de empresas que no tienen patria.
Finalmente y para no prolongar la búsqueda de razones en la sinrazón, convengamos que este grito de “Viva México” ha sido un grito de fiesta, porque los mexicanos hacemos una gran pachanga con cualquier pretexto.
Ahora, todos de acuerdo que es una fiesta, brindemos con tequila, sal y limón.
¡Viva México!
