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Martín Moreno-Durán

09/07/2014 - 12:01 am

Los errores de Alfredo Castillo

+Michoacán, destruido en su orden social +Ayer sicarios, hoy uniformados de la Policía Rural Enfermo de poder – nada que ver con la necesidad que tiene de ingerir pastillas para enfrentar sus ataques de ansiedad-, el comisionado Alfredo Castillo no sólo no ha podido pacificar a Michoacán. Aún más: lo está sumiendo en un estado […]

+Michoacán, destruido en su orden social

+Ayer sicarios, hoy uniformados de la Policía Rural

Enfermo de poder – nada que ver con la necesidad que tiene de ingerir pastillas para enfrentar sus ataques de ansiedad-, el comisionado Alfredo Castillo no sólo no ha podido pacificar a Michoacán. Aún más: lo está sumiendo en un estado de ingobernabilidad, de desaparición de poderes, de enquistamiento de nuevas estructuras criminales y bajo una descomposición social que llevará muchos años en restaurarse.

Castillo – el de los trabajos sucios de Peña Nieto-, al rato se va de Michoacán… pero los michoacanos se quedarán a recoger su tiradero.

Aún más: Castillo ha empoderado a policías mexiquenses de dudosa reputación, llevándolos a Michoacán para que actúen bajo una sola ley: la ley del virrey Castillo, amparado por la protección de Los Pinos, erigiéndose en gobernador de facto. ¿Qué no? A ver, ¿quién sabe el nombre del nuevo gobernador?

Pero en su camino minado, Alfredo Castillo ha cometido errores graves. Uno de ellos: la soberbia. Soberbia que mata. Soberbia que aniquila.

Y ya sabemos que la soberbia, es el pecado de los estúpidos.

*****

¿Cuáles han sido los errores de Alfredo Castillo?

1) Contra lo que él cree, jamás se podrá borrar de la frente el nombre de la niña Paulette. Lo lleva tatuado, imborrable, eterno. Alfredo Castillo carece de credibilidad por una razón innegable: encubrió la desaparición y muerte de la niña Paulette Gebara Farah en el Estado de México, cuando Peña Nieto era gobernador. El caso Paulette lo descalifica, lo desacredita. ¿Quién le cree a Alfredo Castillo? (Ver libro Paulette, lo que no se dijo. Martín Moreno. Editorial Santillana/Aguilar).

2) La forma cómo se aprehendió a José Manuel Mireles –sembrándole droga que nadie ha visto-, mostró el autoritarismo enfermizo de Castillo, sabedor de que puede enviar a la cárcel a quien se le pegue la gana por que tiene la protección de su amigo, el Presidente de la República. ¿Cuál fue el pecado de Mireles? No alinearse. Desobedecer. Es clásico entre priistas: o conmigo o contra mí. El problema es que Castillo no ve más allá de sus rencores personales, y eso lo hundirá.

3) Haber rapado a Mireles y exhibir su fotografía,  fue una expresión tan insultante como denigrante para cualquier detenido. Vamos, ni al Chapo Guzmán lo trataron así. El mensaje es atemorizar a quien se oponga al virrey Castillo, quien de derechos humanos sabe lo mismo que Peña de literatura: nada.

4) Junto con Castillo, el vocero del gobierno federal, Eduardo Sánchez, contribuyó a la cadena de desatinos en torno a la detención de Mireles y de su grupo, de quiénes dijo, “violaron la ley y los acuerdos alcanzados el 14 de abril”. Por fin: o enfrentan cargos federales por posesión de drogas –Castillo aseguró que en la camioneta de Mireles “encontraron” 4 bolsas de mariguana y una de cocaína-, o violaron acuerdos que, hasta donde sabemos, no son causales de prisión para nadie. Castillo, Sánchez y el gobierno, han manejado pésimo la detención de Mireles, y el escándalo alcanza ya dimensiones internacionales por una razón indiscutible: mientras el jefe de las autodefensas michoacanas está preso por desobedecer a Castillo, Servando Gómez, “La Tuta”, jefe narco, continúa libre.

5) Aparte de la soberbia y del poder enfermizo que padece, Alfredo Castillo va de error tras error: el lunes pasado, aseguró que en Michoacán ya no hay autodefensas. Miente. Sí las hay y siguen operando. Soslayar el problema –sello del gobierno peñista con la inseguridad-, no resuelve el asunto.

6) Castillo y su soberbia se ciegan ante una realidad cada vez más presente: el fortalecimiento del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que ha comenzado a ocupar los vacíos dejados por La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, que de momento están replegados, más no aniquilados. “Sin duda, ya está en marcha el proceso de reconfiguración del Cártel de Los Templarios y ya se pueden percibir algunas señales de que pronto aparecerá otro, asentado en la estructura del anterior. Así, la estrategia del gobierno federal habrá servido para eliminar una estructura criminal e instalar otra”, diagnostica el investigador francés Romain Le Cour Grandmaison, autor del estudio “Michoacán, por una estrategia de Estado”, elaborado para la organización México Evalúa.

7) Paralelo al empoderamiento del CJNG y reforzando la teoría de Le Cour Grandmaison, ha surgido ya el grupo delictivo “La Tercera Hermandad” o “H3”. Es de lo que Castillo no habla.

8) Reportes llegados a esta Red Pública revelan una situación del alto riesgo: infinidad de integrantes de la nueva Policía Rural –juguete del comisionado Castillo-, pertenecieron a Los Caballeros Templarios. Es decir: En Michoacán, los sicarios de ayer son los policías de hoy. Asesinos con uniforme. Lo dicho: Castillo se va al rato…pero los michoacanos se quedan con todo y sus sicarios-policías.

9) Castillo ha reclutado a policías mexiquenses de dudosa reputación para que, literal, hagan lo que quieran en Michoacán. Es el caso del poderoso subsecretario de Seguridad Pública, Eloy Peralta –de la confianza de Castillo-, quien llevó desde el Edomex, a su servicio, a grupos de policías ministeriales y ex ministeriales federales. ¿Qué atropellos encabeza Peralta? Cateos sin orden, por ejemplo. Son fuertes las versiones de investigaciones extrajudiciales para extorsionar.

10) Castillo ha pisoteado no sólo a los poderes en Michoacán, sino que, enfermo de poder, ha perdido la cordura y comienza a mostrar rasgos de autoritarismo que ya han comenzado a dañar al gobierno de su amigo Enrique. El caso de Mireles es un ejemplo claro.

*****

Tanto Castillo como Peña Nieto parecen haber olvidado que Michoacán, para ellos, podría tener fecha de caducidad: julio de 2015, cuando haya elección para elegir gobernador. De a de veras. No títeres. Y si PAN y PRD se ponen de acuerdo con un candidato común –o es Cocoa Calderón o Silvano Aureoles-, el PRI saldrá derrotado.

Mientras, pobre Michoacán.

Twitter: @_martinmoreno 

Martín Moreno-Durán
Periodista. Escritor. Conductor radiofónico. Autor de los libros: Por la mano del padre. Paulette, lo que no se dijo. Abuso del poder en México. Los demonios del sindicalismo mexicano. El Derrumbe Retrato de un México fallido. El Caso Wallace. 1/Julio/2018: Cambio Radical o Dictadura Perfecta, y de la novela Días de ira.
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