Coma futbolero: Enfermedad por la cual una persona o un país entero entierra su cerebro a lo largo de del mes que dura el mundial. Aunque la enfermedad ataca principalmente a seres humanos de sexo masculino, la presencia en mujeres es cada vez mayor.
Síntomas: En un país produce incapacidad total, ausencia de reflejos políticos, disminución de la actividad económica, pérdida de memoria (principalmente en lo que se refiere a resultados de la eliminatoria) y autismo gubernamental. El regreso a la realidad del paciente suele ser dolorosa y brutal, por las pérdidas ocasionadas durante la inconsciencia, principalmente la dignidad y los recursos petroleros. Cuando se trata de una persona los síntomas con parecidos y las pérdidas más frecuentes son: la cartera, las llaves del coche, dos a tres amigos, hasta cinco quincenas por adelantado, la vergüenza y todo sentido del ridículo. En algunos casos incluso la mujer y los hijos.
Efectos secundarios: En las personas el Coma Futbolero suele producir inflamación genital, crecimiento desmedido de los saldos de las tarjetas de crédito, aliento permanente a cerveza y botana, vista nebulosa y pérdida del equilibrio. En casos graves de desorientación el paciente no sabe dónde queda su trabajo y confunde fácilmente su autoestima con una camiseta verde. El exceso de pasión puede llevar a la aparición de piojos, chaparros y regordetes, en axilas e ingles. Cuando se trata de una país uno de los efectos previsibles es la “zombizacción” del Congreso y tras ello la aprobación excesiva de leyes y reglamentos.
Tratamiento: Cuando una persona o país contrae esta enfermedad no hay nada que hacer en lo inmediato. Es importante no despertarlo bruscamente, no gritarle, ni mucho menos tratar de hacerlo cambiar de actitud (así o más claro, viej@). El regreso es lento y normalmente viene acompañado de una terrible cruda física y moral. Si se trata de una persona, lo más recomendable es darle cerveza bien helada acompañada de botana de calidad, mantener un ambiente silencioso e iluminación a media luz (me estás oyendo, viej@). Cuando se trata de una país entero hay que evitar la propaganda y los discursos triunfalistas. Restregarle al país en su cara todo lo que sucedió mientras veía obsesivamente el futbol, decirle lo que se vendió, y todas las reformas que se aprobaron en ese oscuro paréntesis, solo empeorará la cosa. Analizar las causas del fracaso es un buen placebo que servirá para mantener entretenido al respetable. Por el contrario, quemar en leña verde, sea en el zócalo o en algún programa de televisión en cadena nacional, al entrenador y a uno o dos jugadores puede ayudar al paciente a salir de los efectos secundarios del coma futbolero.
(Tomado de la enciclopedia médica En Tres Patadas. Si las molestias persisten cambie de pareja y/o de país).