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Jorge Zepeda Patterson

26/06/2013 - 12:01 am

Las APPs de Peña Nieto

¿Cuáles son los sitios en los que navega Peña Nieto? ¿Qué preguntas le hace a Google cuando cree que nadie lo está viendo? ¿Qué mira tan concentrado en su celular en las reuniones interminables de gabinete que le aburren? ¿Dónde comienza y dónde termina su navegación por la web en las noches en las que […]

¿Cuáles son los sitios en los que navega Peña Nieto? ¿Qué preguntas le hace a Google cuando cree que nadie lo está viendo? ¿Qué mira tan concentrado en su celular en las reuniones interminables de gabinete que le aburren? ¿Dónde comienza y dónde termina su navegación por la web en las noches en las que el #YoSoy132 y los hashtags incómodos no lo dejan dormir?

Ahora que el ex empleado de la CIA y de la NSA Edward Snowden ha puesto en evidencia que el gobierno estadounidense ha cernido correos, Facebook y redes sociales de cientos de miles de ciudadanos, me pregunto qué pasaría si hubiera reciprocidad, es decir, si los ciudadanos tuvieran acceso a los hábitos de navegación de los gobernantes. ¿Cuál sería la verdadera personalidad cibernética de @EPN?

Hace algunas semanas SinEmbargo publicó una investigación de Berumen y Asociados sobre el Twitter de algunos miembros del gabinete de Peña Nieto, incluido el propio Presidente. El resultado fue revelador. El esposo de «La Gaviota» seguía a más artistas (y no precisamente de los que están en los museos) que a secretarios de Estado. En su lista estaba el cantante Joan Sebastian pero no Obama o algún colega de América Latina (pese a que el mandatario de la Casa Blanca sí lo seguía a él). Por supuesto, horas más tarde, luego de publicada la nota, alguien dio de alta a todos los miembros del gabinete y mandatarios de América Latina en el Twitter presidencial. Pero el análisis inicial era más que revelador de lo que verdaderamente le interesa a nuestro líder nacional.

Así que es válido preguntarse, de qué están hechas las horas digitales de Peña Nieto (esto es, en caso de no autocensurarse ahora que se ha dado cuenta de que él también podría ser vigilado). Si las oficinas públicas ya nos están examinando, lo de menos es que hagamos el ejercicio de reciprocidad: ¿qué sitios y APPs consulta Peña Nieto? Le propongo, estimado lector, me envié sus sugerencias. Yo propongo las siguientes (y si no existieran, deberían de existir para beneplácito presidencial):

Easy Books. Una aplicación que resume en un párrafo la lectura de libros clásicos y prestigiados. Bastan cinco minutos para entender de qué va el Ulises de James Joyce. Un botón permite una versión en voz alta para escuchar mientras duerme. Algo se pega.

Houndsoundquote. Como la APP musical que identifica cualquier tonada y precisa la canción de que se trata, la versión quote escucha una frase, una cita célebre o extracto literario e identifica el autor. Esto permite al usuario nunca ser chamaqueado en una conversación: “El respeto al derecho ajeno es la paz”, y usted responde inmediatamente: Benito Juárez, un jueves en la tarde y llovía; “El gol, lo platicamos todos”, ¡claro!, el Perro Bermúdez.

iTranslate. No vuelva a batallar nunca con una pronunciación complicada en inglés. iTranslate, con la extensión “chícharo al oído”, posibilita imitar un acento impecable, basta con escuchar su discurso en inglés al mismo tiempo que lo va pronunciado. El programa permite elegir entre acento bostoniano, tejano o negro del Bronx, dependiendo del contexto en que el usuario se encuentre.

Hotpot suite. Una aplicación que instalada en su computadora modifica la I.P. de su servidor para que resulte imposible su identificación. Usted escribe desde Los Pinos, pero los motores de búsqueda registran una I.P. de Cushing, Nebraska. En su versión Premium podría sustituir su I.P. por la de AMLO, por ejemplo. Ello le permitiría navegar por Youporn y otros sitios nonsantos y que el efecto se atribuya a su rival político. Muy conveniente en períodos electorales.

Google Pupilentes. Está en desarrollo la siguiente fase de los polémicos Google Glasses. Esto le permitirá al Presidente improvisar sin volver a tener ninguna pifia. ¿Que alguien le pregunta los tres libros que marcaron su vida? Fácil, un asistente teclea la respuesta que se despliega en los pupilentes presidenciales sin que el público lo advierta. Con asombrosa certidumbre el mandatario responde: “Las memorias de Adriano, de Margarit Yurcenar” (no se escribe así, pero hay que ponérselo como se pronuncia, obvio). “El Laberinto de la Soledad, Octavio Paz, pero en la versión original del FCE” (error del asistente; FCE es Fondo de Cultura Económica; al escribir las siglas se arriesga a que el Presidente diga Fundación del Centro Ecológico, o algo así, como sucedió cuando habló del IFAI). “El Cuarteto de Alejandría de Laurens Durrel” (ojo, no es de música, agrega el asistente, que ahora sí, se vio muy precavido).

GPS. Un GPS situacional, que en combinación con los Google Pupilentes, se convierte en el “novamás” de la tecnología para el mandatario infalible. Su GPS ubica a Peña Nieto en Puebla durante la celebración de la Batalla de Puebla e inmediatamente en su pupilente se instalan los datos claves: “Sucedió hace 151 años” –no cincuenta como llegó a decir–. ¿Que acude al puerto de Veracruz?, su telepromter interno resalta una frase: la capital del estado es Xalapa (no Veracruz, aunque sea más fácil aprendérselo).

Usted lector, seguramente tendrá algunas otras recomendaciones de APPs para el primero de todos los mexicanos y algunas sugerencias de portales en los que nuestro mandatario podría navegar durante las largas noches en las que pierde el sueño pensando en los problemas que aquejan a su pueblo.

PD: Todo el que considere que dedicar una columna a este tema es una frivolidad, sepa de antemano que coincido plenamente con tal apreciación. Pero dígame usted: ¿no es una frivolidad hablar del enésimo round de la pelea entre panistas? ¿Y qué tal el catéter de Granier que tiene en vilo a las columnas políticas del país? Sí, claro, allí están la desigualdad, el hambre y la ecología, temas todos que merecerían reflexiones y desvelos. Pero algo me dice que seguirán aquí la próxima semana. Mientras tanto, simplemente he querido transcurrir esta con una sonrisa de reparación, a costa del esposo de nuestra Primera Dama.

@jorgezepedap

www.jorgezepeda.net 

Jorge Zepeda Patterson
Es periodista y escritor.
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