Una de las decisiones más inexplicables de mi pasado fue aceptar la dirección del CERESO de Juárez en 1995. En aquel tiempo había dos infiernos carcelarios, el pueblito de Tijuana y el de Juárez.
Al terminar mi plazo auto-programado de tres años (ni un día más), tenía un saldo favorable en cuanto a conocimiento de las personalidades extrañas que pueblan las cárceles.
Un tipo de individuos que me impresionaron fueron los que llamábamos los «planeadores», porque su vida tras las rejas la toleraban planeando diversos proyectos, la mayoría eran para bien, y los presentaban y discutían con el subdirector de readaptación. Proponían nuevos empleos, maquiladoras, gimnasios, etc.
Al principio, los funcionarios del penal y yo nos dejábamos invadir por el entusiasmo que cada nuevo proyecto despertaba en ellos, pero el viejo comandante que los conocía de años nos volvía a la realidad: «No se crea jefe no van a hacer nada son puros planes. Estos cabrones traen otro negocio oculto. Vamos a reventárselo y verá cómo se acaban los sueños».
Efectivamente, cuando pasaban a la etapa de la concreción de los proyectos encontraban obstáculos imprevistos (pero previsibles) que les impedían realizar en la práctica lo planeado, mientras el comandante descubría el juego sucio que se los naufragaba. Los planeadores, en vez de superar los obstáculos, iniciaban otro proyecto y otra vez a investigar el mar de fondo.
No sé a ustedes, pero me da la impresión de que este nuevo gobierno está inundado de «planeadores». Ya llevan 45 días y sólo planes y planes. Y con esta nueva cara de consensos que ha presentado el nuevo Presidente, los inefables miembros de la clase política, de todos los colores andan » vueltos locos», platica y platica.
Pero, ¿qué pasa por abajo de la fiesta?, ¿qué sucede en el País? Pues ¡no pasa nada nuevo! Tal vez, como decía mi comandante, lo que sí se esté trabajando son los negocios sucios.
Don Erasmo, así se llamaba el custodio en jefe, me argumentaba: «Pero cómo cree que estos vagos van a cambiar de la noche a la mañana. Vea sus antecedentes, de dónde les va a salir lo honrado así nomas. No señor, estos no tienen remedio, algo traen entre manos».
Y es que cuando vemos de dónde vienen y quiénes son los que silenciosamente van tomando las posiciones claves de poder real, me hago la misma pregunta: si estos traen un historial de política y negocios, y a muchos se les vinculó con los cárteles; si casi todos son del mismo barrio, la mayoría de dos estados, y lo que han hecho les ha dado resultado ¿por qué van a cambiar?
Por eso, conforme pasan los días, me pongo más nervioso: porque no adivino a ciencia cierta el doble juego. Tengo la misma sensación de entonces, cuando pasaban y pasaban los días y don Erasmo no me traía resultados.
Hay dos planes de seguridad, pero la violencia real empieza a invadir la Ciudad de México. Se presentan planes de combatirla, pero la comunidad delictiva-policiaca sigue haciendo sus negocios. Nunca había habido 10 asesinatos tipo cárteles en un solo día, y ya los hubo. Los planes van al sur y la realidad esta rumbo al norte. Ya empiezan las explicaciones y la invalidación de las personas muertas, culpar a los familiares de no proporcionar suficientes informaciones para no investigar, “El que mal anda mal acaba y tonterías de ese tipo”. Pero la verdad es otra.
Los cárteles necesitan la protección o el disimulo oficial para sobrevivir y prosperar, y ya en un artículo anterior había planteado la teoría de la feudalizacion de los cárteles, (que debo aclarar en parte se la escuche a Nacho Alvarado) y que en pocas palabras se define así: Ante la caída del poder centralizador en el año 2000, los gobernadores incrementaron su poder y se convirtieron en la fuerza real en su territorio, manejando los poderes facticos dentro de los límites de su estado.
La transportación, posesión y venta de drogas prohibidas es un negocio integrado a la economía del país y por lo tanto de cada estado. Al controlar su territorio, cada gobernador, quiéralo o no, se vio obligado a controlar el narcotráfico, y lo hizo necesariamente con las mismas herramientas del ejercicio del poder, herramientas feudales y muy bien descritas por Maquiavelo en El Príncipe, bastante más exactas que los manuales del Tzun-tzu tan usadas por Salinas de Gortari pues estas últimas impulsan la consolidación de un gran imperio, mientras que el florentino contempla el juego y lucha entre muchos y variados principados, que deben sobrevivir en medio de innumerables pugnas.
Así transcurrieron seis años en plena paz medieval, hasta que Calderón vino a desafiar esos poderes territoriales y fue derrotado por ellos en dos vías, la vía armada y la vía política, pues perdió las elecciones.
Así que sucede como en Inglaterra cuando fue invadida por los normandos: los señores feudales sajones, derrotados y humillados presionaron a Juan Sin tierra hasta que le arrancaron la Carta Magna.
Así que viendo la realidad nacional con la óptica de Maquiavelo, (que no es buena ni mala, solo es una visión fríamente objetiva), «el Príncipe» del Estado de México y sus aliados de Hidalgo tienen como primera prioridad consolidarse como poder nacional, sometiendo uno a uno a los príncipes menores dígase gobernadores. Y siguen fielmente los consejos del hombre que humanizo la política, arrancándola de las manos de la divinidad.
Por eso soy escéptico. En esta primera etapa, «el Príncipe» debe ganar aliados, a cualquier precio, llámense conservadores, empresarios, progresistas, y qué mejor manera de conseguir la buena voluntad de alguien que venderle trozos de esperanzas, y luego ponerlo a planear y a soñar en ese México de todos y para todos. Y mientras ellos planean y planean, su gente fortalece su poder para ejercerlo cuando los planes haya que empezar a ponerlos en práctica, lo cual se va a dificultar porque van a encontrar obstáculos imprevistos pero previsibles. Exactamente igual que sucedía con los internos del CERESO de Ciudad Juárez. Desafortunadamente don Erasmo Chávez Murió hace ocho años de un coma diabético en su natal Parral.