Una cosa que me encanta ver, por algún motivo me divierte, es como cuando pasan de moda las fechas, las celebraciones, empiezan a perder el valor por lo menos económico para las tiendas. Y lo que sí es cierto es que siempre hay algo en venta. Es increíble venir en octubre cuando acaba de pasar el Halloween y uno encuentra una bruja espantosa en el mismo estante que un Santa Claus. Y ahorita, apenas una semana después del 14 de febrero, ya podemos empezar a ver que el amor va bajando de valor. Por lo menos, de entrada, a la mitad.
Por Amandititita