Pues ahí tienen ustedes que Enrique Peña Nieto es humano y no el dios inalcanzable que su círculo y sus aduladores y tal vez él mismo se cree. Y es que de acuerdo con una experimentada agencia encuestadora, Ipsos Bimsa, el candidato del PRI ha tenido un estepitoso derrumbe de 18 puntos, de 54 a 36, en la preferencia electoral por la Presidencia en tan sólo tres meses. Lo que, de seguir las tendencias, lo mandaría a la lona en otros tres.
Por Ricardo Rocha