Nueva York desplegará unos 6 mil agentes de policía en Times Square para garantizar la seguridad durante los festejos de Nochevieja, un operativo más grande que nunca, en respuesta a recientes atentados terroristas como los de París.
Por Lara Malvesí
Nueva York, 27 dic (EFE).- Times Square se prepara para fin de año, una tradición que reúne en la icónica plaza cerca de un millón de personas, la mayoría turistas, con reforzadas medidas de seguridad y el habitual negocio para los comercios de la zona, que elevarán sus precios para hacer el agosto el día 31 de diciembre.
Los turistas que hoy inmortalizaban su visita a Nueva York fotografiándose en Times Square han podido captar como la bola que bajará tras la cuenta atrás en el número 1 de la famosa plaza era recubierta por 288 cristales luminosos.
El show de fin de año en Times Square es seguido por alrededor de 1.000 millones de personas en todo el mundo por televisión.
Los valientes que prefieran verlo en vivo podrán escuchar en directo las actuaciones de Jessie J, Carrie Underwood, Demi Lovato, Luke Bryan o Maluma, entre otros.
Este año la previsión meteorológica es menos fría que en otras ocasiones, con 55 grados fahrenheit (12 celsius).
«Ya estuve una vez y nunca más me verán por ahí. Llegué a las 12 de la mañana y ya no cabía un alfiler. Doce horas sin poder comer, estirar las piernas o ir al baño», contó Carlos, un español que lleva tres años en Nueva York, a Efe.
Pese a las advertencias, muchos de aquellos que vivan por primera vez el cambio de año en la Gran Manzana no podrán evitar acercarse a la luminosa plaza y su ritual de la cuenta atrás por aquello de que «hay que hacerlo una vez en la vida», explica Gabriela, una hondureña que esta mañana paseaba por las inmediaciones.
Quienes no tengan problemas de presupuesto quizá se aventuren a pagar bastante más de lo habitual en los restaurantes de la zona, aunque eso sí, tendrán que preparar al menos 400 dólares por persona, según recogía hoy The New York Post.
Ese precio es el del menú de fin de año en el Olive Garden de Times Square, donde solo prometen «visión limitada» del espectáculo.
También se disparan los precios en el Bubba Gump Shrimp, donde esa noche hay que desembolsar 799 dólares por persona, pese a que en ese mismo lugar un plato de sus famosas gambas homenaje a la película «Forrest Gump» solo cueste 15 dólares.
Más allá del espectáculo y los menús, este año además estarán muy presentes las medidas de seguridad, que aunque ya se incrementaron hace catorce años tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, en esta ocasión serán reforzadas tras lo sucedido en París en el mes de noviembre.
Como ya sucedió en el último desfile de Acción de Gracias, la policía de Nueva York incrementará su presencia en Times Square, que en los últimos dos meses está más vigilada que nunca dada la gran afluencia de turistas.
Nueva York desplegará unos 6 mil agentes de policía en Times Square para garantizar la seguridad durante los festejos de Nochevieja, un operativo más grande que nunca, en respuesta a recientes atentados terroristas como los de París.
«Estamos convencidos de que la Nochevieja en Nueva York será el lugar más seguro del mundo en el que uno puede estar», aseguró hoy el jefe de antiterrorismo de la Policía de la ciudad, James Waters.
Según el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), no se ha recibido por ahora ninguna amenaza específica «creíble» de cara a los festejos, pero se mantiene una vigilancia constante y la presencia policial será mayor que nunca.
«Sabemos que la amenaza (en general) ha cambiado con respecto a hace un año o dos a causa del Estado Islámico. En respuesta, hemos aumentado las capacidades en la ciudad», explicó el jefe del NYPD, William Bratton.
Unos 6 mil agentes -entre 600 y 800 más que en otras ocasiones- estarán desplegados en Times Square y sus alrededores, mientras que también habrá dispositivos extraordinarios en otras celebraciones alrededor de la ciudad.
Este 31 de diciembre se cumplirán 111 años desde que los dueños del número 1 de Times Square decidieran celebrar una fiesta en su último piso.
La primera vez que la bola bajó tras una cuenta atrás fue en 1907 y desde entonces se ha convertido en un evento icónico de Nueva York y en una tradición de recepción del año nuevo.
Durante más de seis horas, y una vez los organizadores han separado a los asistentes en distintas áreas para garantizar la seguridad de la zona, empiezan las actuaciones para distraer la larga espera.
Quince minutos después del fin de fiesta y el «beso de año nuevo» tocará abandonar el lugar, una tarea que puede llevar otra hora entera, para dejar paso al batallón de la limpieza.
Al día siguiente Times Square tiene que seguir siendo Times Square. EFE