José Antonio Martínez García, Secretario de Salud de Puebla, dio a conocer que el deceso se reportó la madrugada de este martes. Este fallecimiento se registró 20 días después de la notificación de una cuarta víctima mortal.
Puebla, México, 30 de noviembre (EFE).- La cifra de muertos por la explosión de un gasoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) el pasado 31 de octubre en el estado mexicano de Puebla aumentó en las últimas horas a cinco tras el fallecimiento de un hombre de 43 años.
Las autoridades locales informaron que el fallecido, de nombre Pedro, estuvo 10 días intubado a causa de la gravedad en sus quemaduras, ya que tenía el 43 por ciento del cuerpo afectado.
Este fallecimiento se registró 20 días después de la notificación de una cuarta víctima mortal, y tras estar en tratamiento todo este tiempo en una unidad de quemaduras de un centro médico.
En conferencia de prensa, José Antonio Martínez García, Secretario de Salud del estado de Puebla, detalló que el deceso se reportó la madrugada de este martes.
En este sentido refirió que se dieron de alta dos pacientes del mismo suceso.
Estos fueron dos varones, Édgar, de 19 años -con 24 por ciento de quemaduras en su cuerpo-, y Carlos, de 23 años y con quemaduras en el 27 por ciento de su cuerpo.
Con esto se mantienen hospitalizados cuatro pacientes, de los cuales un infante está grave en la Unidad de Quemados del Hospital del Niño Poblano y tres delicados.
En la madrugada del domingo 31 de octubre se registraron tres explosiones de gran magnitud en el municipio de San Pablo Xochimehuacan, en Puebla, ocasionadas por una toma clandestina para robar combustible.
Estas deflagraciones afectaron a 17 personas y dejaron graves destrozos en más de 50 viviendas. Durante los hechos se evacuaron a dos mil personas.
Esta no es la primera ocasión en la que el robo de hidrocarburo ocasiona graves accidentes en México.
El 18 de enero de 2019, el municipio de Tlahuelilpan, en el céntrico estado mexicano de Hidalgo, acaparó la atención internacional debido a la explosión en un oleoducto de Pemex, que dejó 137 muertos y decenas de heridos.
La explosión se produjo cuando centenares de vecinos aprovechaban una fuga en un oleoducto para sustraer gasolina, justo después de que el presidente hubiera declarado el combate frontal contra esta práctica, conocida en México como huachicol.