Las restricciones pandémicas le impedían visitar a su esposa, por lo que se plantó con un acordeón bajo la ventana de su habitación y le tocó canciones de amor durante una hora.
Italia, 30 de noviembre (RT).- La historia de amor de Stefano Bozzini y su esposa Carla Sacchi, dos ancianos de la ciudad de Piacenza, en el norte de Italia, ha recorrido todo el mundo tocando los corazones de millones de personas por su emotividad.
La viral grabación en que Stefano, de 81 años, le toca a Carla una serenata con un acordeón bajo la ventana de su habitación en el hospital, se convirtió en uno de los videos más conmovedores y compartidos en el último mes. Las restricciones pandémicas no le permitían hacer compañía a su amada, pero el hombre se las ingenió y se plantó con el instrumento bajo su ventana y durante una hora deleitó con canciones de amor a su esposa.
Stefano Bozzini es un hombre de 81 años al que las restricciones impuestas por el coronavirus no le han permitido visitar en el hospital a su mujer, Carla Sacchi ? https://t.co/2QayMrl0hf pic.twitter.com/AUAbIWhFAq
— RT en Español (@ActualidadRT) November 12, 2020
La pareja estuvo casada por 47 años. Recientemente, Stefano le contó a un periódico local que toca el acordeón desde su juventud y todavía sigue haciéndolo regularmente en eventos públicos o en hogares de ancianos.
«Incluso cuando me casé, todos me pedían que tocara, pero vi a Carla bailando con otros y fingí haberme lastimado la mano porque quería que solo bailara conmigo», confesó el hombre.
Desgraciadamente, Stefano ahora ha tenido que enfrentar un duro golpe. Apenas dos semanas después de aquella romántica serenata, el hombre quedó viudo.
La Alcaldesa de Piacenza, Patrizia Barbieri, informó a través de Facebook que este jueves «la enfermedad rompió el abrazo» de la pareja. En un triste mensaje de pésame, Barbieri expresó sus condolencias en nombre de toda la comunidad y agradeció a Stefano «por ese gesto de ternura que nos ha recordado lo que significa amarse de verdad».
«Hizo todo lo posible para que la otra persona no se sintiera sola, encontrando la forma de superar cualquier barrera», escribió la alcaldesa. «En el profundo respeto a su dolor, nos sentimos cerca del Sr. Stefano porque su música, esa noche, fue una caricia para la Sra. Carla, pero de alguna manera nos alcanzó a cada uno de nosotros», concluyó.