«El Rex» fue uno de los fundadores de los Zetas, después de que en 1999 causó baja de las Fuerzas Armadas. Esta semana su cuerpor habría sido desmembrado y decapitado; luego, en partes, lo colocaron dentro de hieleras y bolsas plásticas de basura, que fueron colocadas afuera de los penales de Topo Chico, Apodaca y Cadereyta, en Nuevo León.
Ciudad de México, 30 de noviembre ( Zeta/SinEmbargo).–El cadáver del presunto narcotraficante Luis Reyes Enríquez, alias «el Rex» o «Z-122» –uno de los supuestos fundadores del Cártel de los Zetas-, fue robado la noche del pasado martes 27 de noviembre de la funeraria Valdez, ubicada entre las calles Campeche y Jesús Carranza del municipio fronterizo de Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde lo velaban sus familiares.
El cuerpo del hombre habría sido desmembrado y decapitado, para después ser depositado -en partes- dentro de hieleras y bolsas plásticas de basura, mismas que fueron colocadas afuera de los penales de Topo Chico, Apodaca y Cadereyta, ubicados en el estado de Nuevo León, acompañados de cartulinas con mensajes amenazantes, firmadas por “Operativa GAFE, Fuerzas Especiales CDN”.
«El Rex» fue asesinado la mañana del pasado sábado 17 de noviembre, con armas punzocortantes, dentro del Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes), de Nuevo Laredo, Tamaulipas, casi de inmediato de ser ingresado a la cárcel bajo el supuesto control de sus enemigos: el Cártel del Noreste (CDN).
Aunque no confirmó que se trataba del cadáver del «Z-12», Luis Enrique Orozco Suárez, Vicefiscal del Ministerio Público de Nuevo León, informó que el cuerpo fue transportado en un convoy de vehículos, con hombres armados a bordo, hasta Monterrey.
Allí fue cortado en partes y colocado durante la madrugada en hieleras y bolsas de basura plásticas, en las inmediaciones de los reclusorios. El Vicefiscal neoleonés añadió que las autoridades estatales encontraron, también, cartulinas y mantas con mensajes supuestamente relacionados con el comercio de drogas ilegales.
“En apariencia esos restos pertenecen a una persona, todavía no lo confirmamos 100 por ciento puesto que están las diligencias en proceso […] Las características físicas y múltiples heridas [punzocortantes] que [el hombre] presentaba originalmente, coinciden [con el cuerpo mutilado]”, señaló el funcionario estatal a medios de comunicación locales, aunque omitió el nombre del fundador del Cártel de los Zetas.
“La información que tenemos hasta el momento es en el sentido de que en días pasados, en otro estado de la República, falleció por causas violentas una persona. Su cadáver estuvo en el Semefo del estado donde falleció, fue entregado a sus familiares, y el día de ayer dicho cadáver fue sustraído por un grupo armado”, abundó el Vicefiscal del Ministerio Público de Nuevo León.
Por su parte, el Secretario de Seguridad Pública de la misma entidad, Aldo Fasci Zuazua, afirmó que los hechos violentos forman parte de una estrategia del crimen organizado para “calentar la plaza”, ya que “lo que buscan [los presuntos delincuentes] es distraernos a todas las autoridades”, dijo.
Las tres hieleras de unicel y una bolsa de plástico con los restos humanos fueron abandonadas cerca de la entrada de los tres penales de Nuevo León durante la madrugada del pasado miércoles 28 de noviembre, cada una con una cartulina donde el Cártel del Noreste amenaza a los Zetas de la “Vieja Escuela”.
El primer hallazgo fue alrededor de las 05:00 horas, a 500 metros del penal de Cadereyta, lo que provocó un despliegue de autoridades municipales, estatales, federales y militares en la zona. Después se reportó que a 100 metros del penal de Topo Chico -en una zona en construcción-, se abandonó otra hielera y una bolsa con un cuerpo mutilado.
Finalmente, en la parada de autobús del penal de Apodaca, fue localizado otro contenedor similar, por lo que el área fue acordonada por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), para facilitar la labor de los peritos de criminalística.
A «El Rex» se le atribuye haber fundado el Cártel de los Zetas junto con un grupo de ex militares y ex policías federales, que se separaron del Cártel del Golfo -entonces al mando de Osiel Cárdenas Guillén-, en el cual fungían como brazo armado, para luego erigirse como grupo rival del mismo.
El «Z-12» estaba recluido desde el 2015 en el penal federal de Miahuatlán de Porfirio Díaz, en Oaxaca, donde al cumplir su condena salió excarcelado. Sin embargo se le reaprehendió por cargos de homicidio calificado que tenía en Tamaulipas, a donde fue trasladado el mismo fin de semana durante el que fue asesinado.
El 12 agosto del 2016, elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y de la Policía Federal, así como de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) de Nuevo León, lo capturaron en el municipio San Pedro Garza García, cuando entonces era jefe regional del Cártel de Los Zetas en los estados de Nuevo León y Tamaulipas.
Reyes Enríquez era señalado como líder del grupo de Zetas denominado “Vieja Escuela” y se le atribuía el recrudecimiento de la violencia en el noreste del país. Según lo dijeron las autoridades federales en aquel entonces, el «Z-12» vivía y operaba en el municipio de la zona conurbada de Monterrey, aunque precisaron que tenía más presencia en Tamaulipas.
«El Rex» fue detenido en una residencia cercana al cruce de la avenida Gómez Morín y calle Villa Chipinque, una de las zonas residenciales más caras del país. Durante aquel operativo se logró la detención de más personas y un presunto delincuente murió en el lugar.
Su detención obedeció a una orden de reaprehensión girada por un juez desde agosto del 2015, por los delitos de tráfico de droga, entre otros. Antes, «El Rex» estuvo preso desde junio del 2007, después de ser detenido en Hidalgo junto a otros 11 narcotraficantes más, durante un operativo conjunto entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Procuraduría General de la República (PGR).
Sin embargo, sin apelación por parte de la PGR, «El Rex» logró salir en libertad el 15 de abril del 2015, gracias a un recurso legal que le otorgó el nuevo Sistema de Justicia Penal, después de cumplir una pena de ocho años de prisión en el Centro Federal de Readaptación Social número 2 (Cefereso 2), en Puente Grande, Jalisco, por los delitos de delincuencia organizada y contra la salud.
Según sus antecedentes penales, Reyes Enríquez estuvo en las filas del Ejército, del cual desertó, y también trabajó en la PGR, donde fungió como comisionado en la Delegación de Tamaulipas, como agente de la Policía Judicial Federal “A”.
Reyes Enríquez alcanzó el grado de sargento primero del Ejército en la década de los 90 del Siglo pasado, y según consta en los registros de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), «El Rex» fue uno de los fundadores de los Zetas, después de que en 1999 causó baja de las Fuerzas Armadas.