A diferencia de los que pierden a un ser querido por accidente, enfermedad o muerte natural, quienes tienen a una persona desaparecida suelen vivir con el duelo y con los problemas emocionales durante meses o años.
Guadalajara (México), 30 de octubre (EFE).– Las personas con un familiar desaparecido en México viven un «duelo suspendido» por no poder saber qué sucedió con su ser querido o si pasará mucho tiempo para que puedan saber de él, afirmó hoy el psicólogo especialista Francisco Gutiérrez.
En este tipo de duelo, la persona no puede aceptar el dolor de la pérdida procesando la muerte de un familiar y tampoco tiene la certeza de que ocurrirá con él, lo que genera estados de angustia y ansiedad, agregó el especialista de la Universidad de Guadalajara (UdeG) a propósito de la celebración mexicana del Día de Muertos.
«Para familiares y amigos de una persona desaparecida es difícil hablar de lo que ocurre dentro de sí. Hay una serie de reacciones psicológicas de dolor, depresión, ansiedad, irritabilidad, sentimientos de culpa, sobre todo porque no tienen la certeza de si su familiar ha fallecido o no», indicó.
A diferencia de los que pierden a un ser querido por accidente, enfermedad o muerte natural, quienes tienen a una persona desaparecida suelen vivir con el duelo y con los problemas emocionales durante meses o años.
«Se van desestabilizando si no tienen procesos de afrontamiento de la pérdida a través de la psicoterapia y eso puede durar años», dijo.
El psicólogo aseguró que las instituciones gubernamentales encargadas de dar seguimiento a estos casos «contribuyen en algunas ocasiones» a fomentar que los familiares tengan crisis o recaídas emocionales ya que no están capacitados para el tratamiento adecuado de estos temas.
«A veces les entregan las pertenencias en una bolsa de plástico de basura, o hay impacto psicológico por entrar a reconocer el cuerpo en una fosa clandestina o donde no hay una adecuada clasificación, creo que tenemos tareas pendientes en eso», recalcó.
Rodríguez, jefe de Psicología Básica del campus de Ciencias de la Salud de la UdeG, aseguró que los trastornos mentales que llegan a desarrollar los familiares los aislan de su propia familia y su entorno social, causándoles conflictos laborales y sociales.
Por ello es importante que estas personas tengan una acompañamiento de tipo psicológico durante el proceso de búsqueda y cuando encuentran a su ser querido, insistió.
«Se trata de hacer una contención emocional donde primero se trata de fomentar la calma, realizar actividades proactivas para la búsqueda, orientación legal en algunos casos, y ante todo, un proceso de psicoterapia para hablar de las emociones, las ideas irracionales y de ampliar su red social de apoyo», señaló el especialista.
Rodríguez recomendó a quienes pasan por una situación de esta índole acercarse a las instituciones públicas a recibir orientación psicológica de acuerdo a su edad, con la misma urgencia con la que afrontan un problema médico.
De acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob) hasta junio de 2018 había un registro 37 mil 435 personas no localizadas en México.