Mientras otros estudios han atribuido estas anomalías a la presencia de un objeto desconocido con varias veces la masa de la Tierra, estos investigadores plantean como alternativa la presencia de agujeros negros primordiales (PBH), originados en los comienzos del Universo.
Madrid, 30 de septiembre (EuropaPress).– La presencia de un agujero negro primordial puede explicar las órbitas anómalas observadas en Objetos Transneptunianos, que se han atribuido a un supuesto noveno planeta orbitando nuestro Sol.
Es la explicación que presentan en arXiv los astrónomos Jakub Sholtz, del Instituto de Física de Partículas de la Universidad de Durham, y James Unwin, profesor asistente en la Universidad de Chicado Illinois.
Su investigación se basa en el análisis de las órbitas anómalas de los objetos transneptunianos (TNO) y un exceso de eventos de microlente aplicable en el conjunto de datos del OGLE (Optical Gravitational Lensing Experiment) durante 5 años.
Mientras otros estudios han atribuido estas anomalías a la presencia de un objeto desconocido con varias veces la masa de la Tierra, estos investigadores plantean como alternativa la presencia de agujeros negros primordiales (PBH), originados en los comienzos del Universo. De acuerdo con sus conclusiones, las órbitas de los TNO se alterarían si uno de estos PBH fuera capturado por el Sistema Solar.
La captura de un planeta flotante libre es una explicación dominante para el origen del Planeta 9, pero Sholtz y Unwin muestran que la probabilidad de capturar un PBH es comparable.
«Las restricciones de observación en un PBH en el Sistema Solar exterior difieren significativamente del caso de un nuevo noveno planeta. Este escenario podría confirmarse mediante señales de aniquilación del microhalo de materia oscura alrededor del PBH», proponen.