La Alcaldesa Geraldine Ponce narró en sus redes sociales qué sucedió cuando se trasladaba a una actividad de trabajo.
Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo).- Geraldine Ponce Méndez, Alcaldesa de Tepic, compartió detalles del percance que sufrió en una avioneta cuando viajaba con su equipo a la Sierra del Nayar, Nayarit.
En una publicación de Facebook, la Alcaldesa relató cómo fue «uno de los peores momentos, si no es que el peor» de su vida y acompañó su historia con una fotografía donde se observa a la funcionaria usar un collarín.
El Gobierno de Tepic informó el día del accidente que la Alcaldesa resultó con lesiones menores, entre ellas, un golpe en el hombro. Asimismo, su equipo de trabajo se encuentra sin daños físicos.
«Asistí a Jesús María a una Asamblea Regional para la elaboración del Plan de Justicia de los pueblos originarios de Nayarit, Durango y Jalisco. Ustedes saben que es muy común que quienes salimos de Tepic o de otros municipios rentemos una avioneta para llegar a la sierra; además, por la agenda y la cantidad de personas que íbamos, era más conveniente y barato trasladarnos así», explicó.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 10:00 horas cuando estaban a punto de aterrizar en la pista de Mesa del Nayar, ubicada a la orilla de una meseta, con cerros y barrancos cerca, y la avioneta golpeó fuerte la pista, lo que ocasionó que brincara y volviera a golpear, perdiendo el control.
«El movimiento nos sacó de la pista y nos arrastró mientras chocábamos contra piedras y arbustos hasta que finalmente un árbol nos detuvo», recordó.
Aclaró que la avioneta no presentó fallas en ningún momento ni problemas durante el vuelo, sino que fue durante el aterrizaje, ya que fue muy duro y al parecer con alta velocidad, además de afectado por las corrientes de aire.
La presidenta municipal destacó que todos los que iban a bordo tenían el cinturón de seguridad, sin embargo, las sacudidas y los impactos causaron algunas lesiones a todos: «En ese momento, lo único que le pedía a Dios era que todo se detuviera y que todos estuvieran bien… sólo pensaba ‘no es posible que esto esté pasando'».
«Cuando por fin se detuvo la avioneta, gracias a ese árbol que se mantuvo fuerte, nos preguntamos todos si estábamos bien y después de eso bajamos rápidamente, nos dimos cuenta de que el combustible estaba tirándose e inmediatamente nos alejamos por el miedo a una explosión», narró la Alcaldesa.