Gabriel Sosa Plata
30/05/2017 - 12:00 am
Más de 13 mil anuncios de comida chatarra
De cada canal -precisa el anexo del monitoreo- se grabaron 20 horas entre semana, dos días, de 10 de la mañana a 10 de la noche, y 12.5 horas en un día de fin de semana, de 7:30 de la mañana a 10 de la noche.
Más de 13 mil anuncios de comida chatarra se transmiten en los programas y horarios más vistos por niñas y niños. Es una cifra impresionante en un país en el que una tercera parte de la población infantil entre 5 y 11 años tiene sobrepeso u obesidad e igual porcentaje podrá desarrollar diabetes a lo largo de su vida.
Una y otra vez se ha dicho y comprobado que la exposición a estos anuncios es uno de los factores que puede contribuir en el consumo de productos con una alta cantidad de azúcar y por lo tanto a agudizar el grave problema de obesidad en México.
Por eso es que se establecieron reglas “más estrictas” para la difusión de dicha publicidad en la televisión y las salas cinematográficas, como eje fundamental de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, que desarrolla el gobierno federal. Sin embargo, de poco han servido porque niñas y niños no sólo ven programas dirigidos a ellas y ellos, sino también para adolescentes y adultos, donde sí está permitida la transmisión de comerciales de papitas, refrescos, chocolates, néctares, yogurts azucarados y productos similares.
Justo el día en el que se aprobó la contrarreforma en derechos de las audiencias en la Cámara de Diputados, las organizaciones El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM), integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria, ofrecieron una conferencia de prensa en la que dieron a conocer los resultados de un monitoreo, de 65 horas, a los canales 2 y 5 de Televisa, que confirma cómo una política pública con buenas intenciones fracasa en la práctica.
De acuerdo con el estudio, en las 65 horas de grabación se transmitieron 211 anuncios de comida chatarra, de 42 productos alimenticios diferentes, “que no cumplen con los criterios nutrimentales de la regulación y por ende no pueden publicitarse en horario regulado, pero que siguen anunciándose en horarios y programas no regulados más vistos por los niños”. También se pautaron 115 anuncios de productos que, “aunque cumplen con los criterios siguen siendo fuente importante de azúcares, dada la laxitud de los mismos y son principalmente néctares, yogurts y cereales de caja”.
De cada canal -precisa el anexo del monitoreo- se grabaron 20 horas entre semana, dos días, de 10 de la mañana a 10 de la noche, y 12.5 horas en un día de fin de semana, de 7:30 de la mañana a 10 de la noche.
De esta manera, niñas y niños pudieron exponerse a anuncios de productos no saludables como Coca Cola, jugos Del Valle, Fanta sabor naranja, Fresca, Gatorade, Limonada mineralizada Seven Up, Naranjada Peñafiel, Pepsi, refrescos Pato Pascual y Sprite, Cheetos, Doritos Play, Paketaxo Sabritas, Ruffles con queso y salsa roja, Sabritas sabor original, Burger King, Domino´s Pizza, McDonalds, Carls Junior, Little Caesars Pizza, Chocolate Hersheys, Chocoyogo sabor mango y fresa, Chocomilk Pancho Pantera, Dulces Skittles, Gomitas Panditas Ricolino, Nutella, Milky Way, Snickers, Choco Roles Marinela, Gansito Marinela y más.
También vieron los anuncios de productos “que cumplen con los criterios nutrimentales debido a su laxitud, pero son fuente importante de azúcar o no fomentan una adecuada alimentación”, como barras, galletas y avena Quaker, Cereal Cheerios en cuatro presentaciones: chocolate, manzana/canela, miel y 4 granos, Cereal Nesquik Nestlé, Lala Yogurt con fruta “natural”, Yogurt Danone con “lactobacilos vivos”, Yogurt para beber Yoplait Disfruta, Nutrileche sabor chocolate, Jugo del Valle sabor durazno, néctares Jumex, varios sabores, y bebida e-pura con jugo sabores mango, guayaba y jamaica.
Otro dato interesante: en el horario de 4 de la tarde a 10 de la noche, que corresponde a la barra de telenovelas y dramatizados unitarios (como La Rosa de Guadalupe), se transmitió el mayor número de anuncios de comida chatarra: entre 42 y 46 al día, o bien entre 210 y 230 spots de lunes a viernes. La buena noticia para Televisa es que es un horario con una audiencia elevada y muy exitoso comercialmente. La mala noticia para el combate a la obesidad (y el país) es que de acuerdo con un estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) sobre la oferta y el consumo de programación para el público infantil en radio y televisión, los programas que más ven los niños son… las telenovelas y los dramatizados unitarios.
LA ROSA DE GUADALUPE
El Poder del Consumidor y la REDIM no se conformaron con el monitoreo e hicieron un sondeo con niñas y niños sobre lo que ven en la televisión. El resultado fue una interesante cápsula en la que manifiestan qué programas infantiles ven, pero al mismo tiempo saben identificar perfectamente los nombres de las telenovelas y, claro, cuando se trata de contenidos relacionados con La Rosa de Guadalupe.
Los lineamientos de la Cofepris en materia de publicidad, del 15 de abril de 2014, establecen que no debe transmitirse en televisión abierta y restringida publicidad que no cumpla con los valores nutrimentales, en los siguientes horarios: de lunes a viernes, de las 14:30 a las 19:30 horas, y sábado y domingo, de 7:00 a las 19:30 horas. No obstante, quedan exentas las telenovelas, los programas de deportes, los noticiarios, películas y series, cuya clasificación oficial o de origen sea B, B15, C o D, es decir, contenidos que sí acostumbran ver niñas y niños.
A esta desprotección del Estado se agrega la polémica modificación que hizo recientemente la Secretaría de Gobernación a los lineamientos de clasificación de programas de radio y televisión y que permiten, desde las 4 de la tarde (y no a las 8 de la noche, como sucedía antes), transmitir contenidos dirigidos a adolescentes y adultos (clasificación B), no aptos para niños, no obstante que a esa hora la curva de consumo infantil de la televisión comienza a elevarse considerablemente, hasta llegar a un punto máximo que ocurre entre las 8 y 10 de la noche.
No debe olvidarse, además, lo que enfatizan El Poder del Consumidor y la REDIM, sobre otros horarios descuidados: “Los niños pequeños que aún no acuden a la primaria o aquellos en edad escolar que cursan turno vespertino están también expuestos a más anuncios transmitidos en ambos canales de productos como Nutella, Gansito Marinela, Galletas Emperador, Gomitas Pandita, Milky Way, y Mordisko”.
Los datos anteriores reflejan sólo una parte del triste panorama, ya que niñas y niños se exponen a más publicidad similar en internet, en espacios públicos, en los mismos empaques, como afirma Fiorella Espinosa, investigadora en Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.
Frente a un gobierno federal y un Poder Legislativo poco dispuestos a defender sus políticas públicas y la escasa o nula colaboración de la industria, las organizaciones de la sociedad y las instituciones universitarias reman contracorriente en la defensa de los derechos de la infancia. La labor realizada por las organizaciones de la Alianza por la Salud Alimentaria es loable y merecen nuestro reconocimiento, pero eso no basta. El apoyo en la difusión de resultados e investigaciones como estos monitoreos y la ejecución de otras estrategias complementarias, como la alfabetización mediática e informacional, es indispensable para tratar de revertir uno de los más delicados problemas de salud pública en México.
@telecomymedios
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