Seattle se recuperó de un déficit de dos goles en medio de una atmósfera hostil mientras intentaban anotar un triunfo continental poco común para la MLS
Por Andrew Kennis
Traducido por Diana Azcona
Originalmente publicado por The Guardian en el inglés, traducido y adaptado exclusivamente por SinEmbargo.
Ciudad de México, 30 de abril (TheGuardian).- Cuando se trata de los Pumas, la única certeza es la incertidumbre. En ese sentido, el partido de ida de la final de la Liga de Campeones de CONCACAF del miércoles por la noche estuvo a la altura de su facturación en un partido lleno de sorpresas, giros, VAR y drama. Cuando sonó el pitido final, Pumas había desperdiciado una ventaja de dos goles en un empate 2-2 que se sintió como una derrota para un equipo que salió del Estadio Olímpico Universitario preguntándose qué pudo haber pasado. Por el contrario, Seattle se dirigió optimista de regreso a casa para el partido de vuelta después de escapar de lo que parecía un duro fracaso.
El drama salpicó el partido: cuatro revisiones del VAR e igual número de penaltis, el último de los cuales lo marcó Nicolás Lodeiro en el noveno minuto del tiempo añadido, para dar el empate crucial a los Sounders.
Teniendo en cuenta que el partido se jugó frente a una estruendosa multitud, la remontada de Seattle no fue una hazaña menor. El Seattle Times calificó el empate como “impresionante”, mientras que el Record, de la Ciudad de México, lamentó que los Pumas “dejaran escapar el triunfo”. Otro diario deportivo mexicano, Esto, planteó la pregunta: “¿Adiós a la gloria?”.
La «gloria» y el progreso en los torneos han sido durante mucho tiempo una descripción adecuada para los Pumas, un club caracterizado por nóminas de bajo presupuesto y jóvenes promesas del futbol, junto con actuaciones deficientes en la temporada regular que a menudo se combinan con asombrosas sorpresas y remontadas de la liguilla. El mes pasado, en los cuartos de final de la Concachampions, los Pumas se recuperaron de un déficit de 3-0 contra el New England Revolution para forzar una tanda de penales, que ganaron justamente. Los Pumas también revirtieron una desventaja de cuatro goles en una semifinal de la Liga MX en diciembre de 2020, una proeza única en la postemporada mexicana.
El miércoles, sin embargo, fueron los Pumas los que estaban en el lado equivocado de una remontada dramática. Previendo el partido, el ex internacional estadounidense Hérculez Gómez dijo que los Pumas «prefieren ser Cenicientas». Ese no fue el caso contra los Sounders hasta la etapa final del partido en donde los Pumas ganaban 2-0. Pero a Pumas se les veía incómodos en el asiento del conductor y fueron los Sounders quienes convocaron el espíritu del desvalido frente a una multitud hostil, que actuó como el duodécimo hombre y ayudó a impulsar a su equipo a una ventaja temprana. Mientras la lluvia caía sobre la Ciudad de México, los fanáticos locales arrojaron cerveza y gritaron improperios al unísono ante cualquier decisión importante que fuera en su contra. En el minuto 77, los Sounders forzaron una mano y Lodeiro asentó con frialdad el primero de sus dos atinados penales de la noche. Era el hombre indicado para el puesto: ha acertado el 92% de sus penaltis a lo largo de su carrera (en comparación, las tasas de anotación de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo son 77% y 83%, respectivamente).
El empate no fue una completa sorpresa. El entrenador de Seattle, Brian Schmetzer, se mostró optimista después del partido y señaló con orgullo la cultura de Seattle de «nunca rendirse». Y su equipo tiene un historial de remontadas para rivalizar con los Pumas: en la final de la Western Conference de la MLS, en 2020, revirtieron un déficit de 2-0 para vencer a Minnesota United 3-2 en un partido que Schmetzer calificó como “uno de los mejores juegos de la historia [de los Sounders].”
Schmetzer elogió la “fortaleza mental” de Lodeiro como contraejemplo para quienes creían que su equipo se sentía intimidado por el ambiente dentro del Estadio Olímpico Universitario. Y ahora los Pumas son los que tienen que enfrentarse a un público hostil en el Lumen Field de Seattle, donde los Sounders han atraído multitudes cercanas a las 70.000 personas para los grandes partidos. También estarán conscientes del hecho de que tienen un récord poco impresionante contra los clubes de la MLS al norte de la frontera (tres victorias, dos empates y cinco derrotas).
Iremos a Seattle a dejarlo todo en la cancha. ⚽️?️?
Les dejamos algunas postales de nuestro encuentro de ida. ?#ComoDebeSer #SoyDePumas pic.twitter.com/hHmlvwTErg
— PUMAS (@PumasMX) April 28, 2022
Es posible que los Pumas disfruten de volver a su condición familiar de Cenicientas y se consuelen con el hecho de que tienen al máximo goleador del torneo, el argentino Juan Ignacio Dinenno. Quien marcó los dos goles para su equipo el miércoles, incluido el único gol sin penalti de la noche: un impresionante cabezazo tras un centro perfecto de Jesús Rivas. Seattle también tiene un pobre récord contra equipos de la Liga MX (siete victorias, tres empates y nueve derrotas) y está tratando de convertirse en el primer equipo de la MLS en ganar el torneo en dos décadas. Sin embargo, tendrán una ligera ventaja mental como anfitriones en el partido de vuelta, particularmente después de su regreso de Ciudad de México.
Independientemente del resultado del partido de vuelta, uno de estos equipos debutará en el Mundial de Clubes. La página oficial de Twitter de los Seattle Sounders abordó las altas apuestas involucradas con la siguiente declaración: “CCL Final: It’ s A Big F’ing Match” (La final de la Concachampions será un gran juego).
CCL Final: It's a Big F'ing Match
Just ask @MoneyLynch ?
? https://t.co/mq9E1kY0qL pic.twitter.com/dmj3RlHbJz
— Seattle Sounders FC (@SoundersFC) April 25, 2022
Ciertamente lo será e, inevitablemente, se hará historia.