Tras meses de protestas, manifestaciones y sentadas afuera de la Zona Verde de Bagdad —sede de la mayoría de los ministerios y embajadas extranjeras— el incidente del sábado es la primera ocasión en que los manifestantes han traspasado los muros del complejo.
Por Susannah George
BAGDAD (AP) — Decenas de manifestantes saltaron los muros derrumbados que rodean la altamente fortificada Zona Verde de Bagdad, y fueron vistos irrumpiendo al parlamento con banderas iraquíes y coreando lemas contra el gobierno.
Tras meses de protestas, manifestaciones y sentadas afuera de la Zona Verde de Bagdad —sede de la mayoría de los ministerios y embajadas extranjeras— el incidente del sábado es la primera ocasión en que los manifestantes han traspasado los muros del complejo.
La mañana del sábado, el influyente clérigo chií Muqtada al-Sadr, acusó a los políticos iraquíes de bloquear los esfuerzos para implementar una reforma política cuyo objetivo es combatir la corrupción y el despilfarro.
Aunque al-Sadr no llamó a intensificar las protestas, fue poco después de su discurso cuando sus partidarios treparon el muro del complejo. Un grupo de jóvenes tumbó parte del mundo, atrayendo vítores y aplausos de la multitud.
Videos tomados con teléfonos celulares y publicados en internet muestran a decenas de hombres jóvenes corriendo por los pasillos del parlamento, coreando lemas en apoyo a al-Sadr y exigiendo la renuncia del gobierno.
«¡Estamos todos contigo (al-Sadr)!» gritaban al entrar al recinto principal de la cámara legislativa.
Tensas manifestaciones y fallidos intentos de reforma han paralizado al gobierno de Irak mientras el país lucha por combatir al grupo Estado Islámico y atender una crisis económica causada en parte por la caída de los precios del petróleo.
Un amplio movimiento de protesta movilizó a millones de personas y obligó al primer ministro Haider al-Abadi a entregar una propuesta para reformar la estructura del gobierno y reemplazar a políticos de carrera con figuras más independientes.
Sin embargo, esa propuesta ha quedado estancada ante la intransigencia de los bloques políticos iraquíes, y en meses recientes el movimiento de al-Sadr ha estado monopolizando las protestas.