Ciudad de México, 3o de abril (SinEmbargo).– Las organizaciones civiles Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y El Poder del Consumidor presentaron la estrategia «Mi escuela saludable», una plataforma en línea mediante la cual alumnos, padres de familia y personal docente podrán denunciar de manera anónima a las escuelas de educación básica en las que se sigan comercializando productos chatarra prohibidos por la ley.
En conferencia de prensa, donde estuvieron presentes representantes de ambas asociaciones, se dio a conocer el sitio web miescuelasaludable.org, en el que se podrán realizar dichas denuncias de una manera sencilla, las cuales se entregarán a las autoridades educativas (Secretaría de Educación Pública) y de salud (Secretaría de Salud) correspondientes al terminar este ciclo escolar.
Dicha estrategia viene en respuesta a la falta de cumplimiento por parte de las autoridades educativas quienes, no han atendido la regulación obligatoria que indica, desde hace un año, que no se debe vender comida chatarra en las escuelas, además de no capacitar a las personas encargadas de cumplir con estas reglas,
Denunciaron que tampoco han desarrollado programas y actividades de educación en materia de nutrición, prevención, tratamiento y control de la desnutrición y obesidad, encaminados a promover hábitos alimentarios adecuados en las escuelas, preferentemente en los grupos sociales más vulnerables, como actualmente les mandata la Ley de Educación.
Asimismo, las instancias mencionadas tampoco han realizado campañas informativas para la ciudadanía incluidos alumnas y alumnos, personal docente y directivo, así como madres y padres de familia quienes en muchos casos ignoran que de lunes a jueves las cooperativas sólo podrán ofrecer frutas, verduras y cereales integrales y que existen criterios nutricionales establecidos para los productos procesados que se podrán vender de manera exclusiva los días viernes, informaron en un comunicado de prensa.
«Lo que estamos planteando no es responsabilizar a niñas y niños, sino por el contrario tratar de establecer una estrategia de participación, porque estamos acostumbrados a verlos sólo como receptores de la política pública. Nosotros queremos que se involucren dentro de esta consciencia y esta estrategia de alimentación saludable», dijo en conferencia Alma Meneses, de la Redim.
Mónica Yerena, de Educando en los Derechos y en la Solidaridad AC, complementó al respecto: «hay toda una apuesta por reconocer que son personas que tienen la capacidad de, con la información adecuada, entender la situación […] por supuesto que es una estrategia que tiene que ir acompañada de una intervención integral, es decir, que se tiene que involucrar a las familias, a los papás, a las mamás y a las autoridades educativas, en crecer en esta consciencia de lo que está implicando el consumo de este tipo de alimentos en relación a las afectaciones a la salud, no solamente de niñas y niños si no del sistema familiar. En ese sentido es apostar por que los niños tienen esa capacidad de entendimiento».
“Uno de cada tres niñas y niños, y 7 de cada 10 personas adultas tienen sobrepeso y obesidad, pero más allá de eso, bajo la perspectiva de derechos humanos son inadmisibles”, especificó.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Obesidad realizada por la Alianza por la Salud Alimentaria referente al tema de alimentos y bebidas en escuelas, el 70 por ciento de los padres de familia consideran que prohibir la venta de alimentos chatarra hará que los niños consuman menos de estos productos. Sobre la calidad de los alimentos que se venden al interior de las escuelas, el 67 por ciento de los padres aseguraron que ésta es poco o nada sana. Y finalmente, más de la mitad (55 por ciento) considera que se debe sancionar al director de las escuelas que incumplan y permitan la venta de comida chatarra.
Al respecto, Fiorella Espinosa, investigadora en el área de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, dijo que aunque en la regulación no se establece hacia quién se irían las sanciones o multas, la figura del director es la más factible a señalar como responsable del cumplimiento.
Añadió que «en 2010 se emitieron los lineamientos para la venta de alimentos y bebidas en escuelas sin embargo, estos no fueron implementados en gran parte de ellas debido a su desconocimiento y falta de compromiso por parte de las autoridades. Ahora, que son obligatorios a partir del ciclo escolar 2014-2015, sigue la falta de voluntad por parte de las autoridades para que esta Ley se cumpla”.
Meneses planteó que “de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño el Estado debe garantizar el derecho de niñas y niños a gozar del más alto nivel posible de salud. También es importante que participen como sujetos de cambio, para ello se les debe incorporar en las elaboración e implementación de las estrategias de salud y alimentación dentro de sus escuelas. Es por eso que esta campaña está dirigida principalmente a ellas y ellos”.
Frente a este reto, la REDIM y El Poder del Consumidor llaman a niñas, niños y adolescentes, así como a toda la ciudadanía a participar en esta estrategia y denunciar a las escuelas que continúan vendiendo comida chatarra, así como vigilar el cumplimiento de los lineamientos que estipulan que debe haber alimentos saludables para niñas y niños en las escuelas.
Alma Meneses, del área de Legislación y Políticas Públicas de la Redim, señaló que tanto la SEP como la SSa incumplen con el derecho a la información de los niños al solapar estrategias invasivas por parte de las empresas, con publicidad engañosa, que deriva en una desinformación por generaciones.
Explicó además que «las estrategias jurídicas van a ser dentro del marco administrativo, es decir, van a tender a lo que dice la ley de procedimiento administrativo y la Ley General de Educación Pública, pueden ser quejas, pueden ser denuncias públicas, en materia de amparo. La propia información que vaya arrojándonos el portal y la participación de la comunidad escolar nos va a ir indicando cuál va a ser la estrategia jurídica».