En las últimas semanas, la OMS ha pedido a los países que no abandonen sus campañas sistemáticas de pruebas y otras medidas de vigilancia, y afirmó que hacerlo merma los esfuerzos por seguir con precisión la expansión del virus.
Ginebra, 30 de marzo (AP) — El número de muertos por coronavirus subió la semana pasada en más de un 40 por ciento, probablemente debido a los cambios en cómo se reportan los fallecimientos por COVID-19 en el continente americano y por nuevas cifras ajustadas en India, según el reporte publicado el miércoles por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su nuevo reporte semanal sobre la pandemia, la agencia de salud de Naciones Unidas señaló que el número de contagios había caído en todo el mundo, incluida la región del Pacífico Occidental, donde subían desde diciembre.
En la última semana se reportaron unos 10 millones de casos nuevos y más de 45 mil muertes en todo el mundo, tras el descenso del 23 por ciento en las muertes la semana anterior.
La OMS ha insistido en que las cifras de casos de COVID-19 probablemente están muy por debajo de la prevalencia real del coronavirus. En las últimas semanas, la agencia ha pedido a los países que no abandonen sus campañas sistemáticas de pruebas y otras medidas de vigilancia, y afirma que hacerlo merma los esfuerzos por seguir con precisión la expansión del virus.
“Los datos se vuelven cada vez menos representativos, menos precisos y menos sólidos”, dijo la OMS. “Esto merma nuestra capacidad colectiva de identificar dónde está el virus, cómo se propaga y cómo evoluciona, una información y unos análisis que siguen siendo cruciales para poner fin de forma eficaz a la fase aguda de la pandemia”.
La agencia añadió que reducir la vigilancia afectaría especialmente a los esfuerzos por detectar nuevas variantes y socavaría una posible reacción.
Numerosos países de Europa, Norteamérica y otros lugares han levantado hace poco casi todos sus protocolos contra la COVID-19, para basar su prevención de otro brote en las altas tasas de vacunación, incluso ante aumentos de los contagios impulsado por la más contagiosa subvariante BA.2 de Ómicron.
Las autoridades británicas han dicho que si bien esperan que aumenten los casos, no han registrado un auge equivalente de hospitalizaciones y muertes.
Pese al declive global en los contagios confirmados, China confinó Shanghái esta semana para tratar de frenar un brote de Ómicron que ha causado la peor ola de casos en el país desde que el virus se detectó por primera vez en la ciudad china de Wuhan en 2019.
Las autoridades estadounidenses ampliaron el martes el empleo de dosis de refuerzo. Los estadounidenses de 50 años o más pueden recibir un segundo refuerzo al menos cuatro meses después de su última vacunación.
Por otro lado, un sondeo de AP-NORC reveló que menos de la mitad de lo estadounidenses lleva mascarillas con regularidad, evita las multitudes y suprime los desplazamientos no esenciales.