El 41.3 por ciento de las trabajadoras del hogar, que hoy conmemoran su día, percibe al mes entre uno y dos salarios mínimos, cantidad que en México se fijaba en 88.36 pesos diarios en 2018, cuando se recabaron datos.
El 27.9 por ciento de los empleadores recibe más de cinco salarios mínimos y el 50.1 por ciento de los más de 1.5 millones de hogares que contrata trabajo doméstico remunerado pertenece al décimo nivel de mayores ingresos.
México, 30 de marzo (EFE).- El 99.2 por ciento de las trabajadoras del hogar en México carece de un contrato laboral que las respalde, informó este viernes la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los porcentajes emanan de tres estudios sobre la situación de las trabajadoras del hogar en México, de las cuales un 98.3 por ciento no puede acceder a instituciones de salud.
El 41.3 por ciento de estas trabajadoras percibe al mes entre uno y dos salarios mínimos, cantidad que en México se fijaba en 88.36 pesos diarios en 2018, cuando se recabaron datos.
A finales del pasado año, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció un incremento en el salario mínimo diario de 16.21 por ciento, hasta 102.68 pesos. Al bajo salario se le suma que la legislación actual permite darles hasta en un 50 por ciento de ese pago en especie.
Adicionalmente, los estudios mencionan que el 71.3 ciento de las personas trabajadoras del hogar no obtiene acceso a ninguna prestación.
En México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 2.3 millones de personas se dedican al trabajo del hogar remunerado. De estos, 9 de cada 10 son mujeres.
Por su parte, datos del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred) indican que 4 de cada 5 -un 81 por ciento- de las trabajadoras encuestadas en un estudio se emplean en el trabajo doméstico por necesidades económicas y por factores asociados a la marginación y la pobreza.
La OIT realizó una comparativa entre esta situación precaria y las condiciones superiores en las que viven los empleadores de las empleadas domésticas. El 82.3 por ciento de los empleadores de estas personas cuenta con trabajos formales y de calidad.
Asimismo, el 48.6 por ciento de ellos cuenta con acceso a instituciones de salud. Además, el 27.9 por ciento de los empleadores recibe más de 5 salarios mínimos y el 50.1 % de los más de 1.5 millones de hogares que contrata trabajo doméstico remunerado pertenece al décimo nivel de mayores ingresos.
Esto se debe principalmente al nivel de estudios, el cual muestra una gran diferencia entre empleado y empleador. El 47.1 por ciento de las personas trabajadoras remuneradas del hogar tuvieron acceso a educación primaria.
En contraste, 62.1 por ciento de los empleadores tiene educación superior. La principal modalidad de trabajo de hogar es de «entrada por salida». Un 93.8 por ciento de los hogares que contrata personas trabajadoras del hogar lo hacen de este modo.
Los estudios también encontraron una brecha de género dentro del gremio.
Y es que un 46.4 por ciento de los hombres que trabaja en el hogar reciben aguinaldo, mientras que en el caso de las mujeres solo lo hace el 25.7 por ciento. Asimismo, el 25.5 por ciento de los hombres trabajadores del hogar tiene acceso a vacaciones con goce de sueldo.
Sin embargo, solo el 8.2 por ciento de las mujeres empleadas obtienen esta prestación laboral. En términos de horas trabajadas, el 11.3 por ciento de las personas trabajadoras del hogar en México tienen una jornada semanal superior a las 48 horas.
Con los resultados en la mano, la OIT recomendó diversas acciones enmarcadas dentro de una política laboral integral que atienda los diferentes problemas actuales.
La directora de la OIT para México y Cuba, Gerardina González, indicó que se pueden «lograr avances importantes» y apostó por ratificar el Convenio 189 de la organización.
Ratificarlo facilitaría «la adopción de medidas encaminadas a impulsar mejores condiciones de empleo, regular la jornada laboral a 8 horas diarias, establecer la incorporación obligatoria al sistema de seguridad social, definir una política de salarios mínimos para el sector e implementar la verificación y fiscalización de las obligaciones de los empleadores».