La prueba de que cada uno de ellos está perfecto con los minutos que le han tocado en gracia radica en lo sencillo que ha sido diseñar esta playlist: la banda sonora alternativa para todos los personajes principales de Batman Vs Superman: El Origen de la Justicia.
Por Alberto Corona
Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo/El Diario.es).- Está por ver que el último filme de Zack Snyder funcione completamente (parece que en taquilla así ha sido) y que, con ello, el plan de Warner y DC de configurar su propio Universo Cinematográfico se hace realidad. Pero mientras todo eso se confirma proseguimos sumidos en una de las recepciones hacia una película más polarizadas que se recuerdan. Para no entrar en polémicas, y también un poco por hurgar en la herida, en CANINO nos hemos entretenido diseñando una banda sonora para cada uno de sus personajes (Ojito: SPOILERS leves)
Han pasado varios días desde que Batman Vs Superman: El Origen de la Justicia (2016) fuera estrenada, y es probable que muchos ya hayan podido escoger bando. Y con bando no nos referimos a los que puedan preferir las dudas existenciales del Hombre de Acero de Metrópolis antes que la oscurísima agresividad del Caballero Oscuro de Gotham, sino a los que han hecho caso omiso de la práctica unanimidad de los críticos y defienden a capa y espada la película de Zack Snyder, frente a los que se han alineado alegremente con aquellos y pasan bastante de lo que en un futuro nos pueda tener preparado DC.
Una de las críticas más habituales hacia BvS es que en su afán de ser tantas cosas (secuela, reboot post-Nolan, presentación en sociedad de Wonder Woman, preparación ante La Liga de la Justicia) no dispone de tiempo material para que los numerosísimos personajes que pueblan su metraje se desarrollen convenientemente, y es ésta una nueva muestra de lo cuadriculada que es esta gente: con décadas y décadas de cómics ilustrando sus conflictos y rencillas, ¿necesitábamos realmente que se invirtieran minutos en, por ejemplo, explicarnos por decimoséptima vez cómo murieron los padres de Bruce Wayne? Bueno, Zack Snyder debió de pensar que sí, pero ése no es el tema, y la prueba de que cada uno de ellos está perfecto con los minutos que le han tocado en gracia radica en lo sencillo que ha sido diseñar esta playlist: la banda sonora alternativa para todos los personajes principales de Batman Vs Superman: El Origen de la Justicia.
SUPERMAN: PLAYLIST PARA UN INCOMPRENDIDO
El Último Hijo de Kripton se halla en una posición muy incómoda al comienzo de BvS. Es decir, dentro de toda la incomodidad que puede llegar a sufrir un tipo con los bíceps y las facciones de Henry Cavill; el caso es que, después de salvarnos a todos y remodelar muy ergonómicamente el espacio urbano de Metrópolis, hay quien no se acaba de fiar de él. Que si es demasiado poderoso, que si a ver cuánto tarda en pensar que lo de hacer el bien es un poco rollo, que si a saber qué pensamientos pasan tras la cara obscenamente hermosa de Henry Cavill… Total, que al tipo se le está formando una Bad Reputation a lo Thin Lizzy como para pasar la próxima vez de salvarnos de los alienígenas que él mismo atrajo a la Tierra. Claro está, este chico fue criado en Kansas por Kevin Costner, y lógicamente esto ha acabado derivando en que sea un optimista de la vida, haciendo de continuo oídos sordos a la gente mala que murmura y malmete: Digan lo que digan, como Raphael, el antiguo granjero va a seguir a lo suyo, siendo un pedazo de pan y un yerno como hay pocos; el Simple Man de Lynyrd Skynyrd con las mazorcas más sanotas de todo el condado. No obstante, de vez en cuando habrán de asaltarle las dudas, pues este Mad World que diagnosticaba Gary Jules es muy así, y hasta a Jesucristo en Getsemaní (y versión de Camilo Sesto, POR SUPUESTO) se le empezó a hacer cuesta arriba esto de tener que salvarnos a todos, con lo mal pagado que está. Por si fuera poco, encima hay un señor de Gotham disfrazado de murciélago que le profesa una especial inquina, y que no se detendrá ante nada hasta hacerle sangrar. Why can`t we be friends?, le dirá el Hombre de Acero al estilo de War cuando llegue el momento del enfrentamiento definitivo, para pasar a un más ceñudo Ni tú ni nadie de Alaska y Dinarama según Batman haga oídos sordos y le haya gaseado con kriptonita en polvo. En fin, como diría Bruce Springsteen, It’s hard to be a saint in the city, pero al menos siempre le quedará la cara obscenamente hermosa de Henry Cavill leyendo entre líneas Qué güeno que estoy, de los insignes Mojinos Escozíos.
BATMAN: IMPRESCINDIBLE ESCUCHAR A TODO VOLUMEN Y HACIENDO CARDIO
Parecería que tras lo logrado por Christopher Nolan en su trilogía de El Caballero Oscuro no tendría mucho sentido arriesgarse con una revisión del personaje, pero como más peligroso es oler el dinero y no intentar cualquier cosa para agenciárselo, aquí vuelve el Señor de la Noche (Back in Black de ACDC), concretamente con los rasgos de Ben Affleck… y es cierto: el tipo hace un gran trabajo recreando el Batman más chungo y cañero que hayamos visto nunca (incluso más que el de Adam West), y subrayando las partes más psicológicamente alarmantes de su personalidad. Por ello, de cara a su anticipado encuentro con Superman, Bruce Wayne va a pegarse unas sesiones de gym de aquí te espero, con su equipo de música escupiendo el I won’t back down de Tom Petty & The Heartbreakers en sesión continua con el enloquecido Revenga, de System of a Down, mientras en los momentos de debilidad (que los tiene, incluso con esa musculatura), escuchará una voz angelical recitando en su oído “You were so high, up on in the sky”, y sí, se le aflojará una pequeña lágrima escuchando I hate you but I love you, de Russian Red. Porque él es humano, no como ese chulo de Metrópolis al que, maldita sea, le va a dar la del pulpo: “I’m gonna win”, piensa con el Survival de Muse que hace que, tras un breve y ambiguo paréntesis, continúe el festival de la testosterona. Y no obstante, pese a todas estas inseguridades disimuladas con algo parecido a la misantropía (o una cabezona Autosuficiencia a lo Parálisis Permanente), pese a este empeño en ir al bar sólo con el mayordomo para insistirle durante horas que I am a rock (Simon & Garfunkel), el bueno de Bruce tiene un pasado. Un pasado en el que la Mansión Wayne lucía espléndida y borbónica, cual flamante Country House de Blur, y en el que, ay, sus padres seguían vivos. Thomas y Martha –Martha my dear– Wayne. Algo que le une de manera irremisible a su enemigo acérrimo, pues siguiendo con The Beatles, ambos no son otra cosa que un Mother’s nature son, y esto será lo que acabe provocando que se conviertan en los colegas más enrollados y súpers de la pantalla: unos auténticos Brothers in arms de los Dire Straits cuya complejísima relación supone sin duda el alma de Batman Vs Superman, y algo tan hermoso que sólo Pimpinela sabría transformar en canción sin descuidar la esencia: Olvídame y pega la vuelta. Como no podía ser de otro modo.
LEX LUTHOR: DE LA SUPERPOP AL CAOS. Y MÁS ALLÁ
Al igual que Ben Affleck, Jesse Eisenberg tenía varios espejos en los que mirarse a la hora de desarrollar su propia némesis de Superman, empezando con Gene Hackman y terminando con la interesantísima versión aparecida en la serie Smallville (2001-2011), con rasgos de Michael Rosenbaum. Por suerte, el guión de Batman Vs Superman es tan majo que no se molesta en darle ningún tipo de profundidad ni motivación a este Lex Luthor en concreto, y favorece que el protagonista de La red social tenga vía libre para hacer lo que le salga de las greñas. Tan pronto exhibe una verborrea inaguantable (más ruidosa que el My big mouth de Oasis) como una indómita habilidad en el arte de la manipulación de espantajomanes (todo un Master of Puppets bendecido por Metallica), como parece un adolescente aburrido que, simplemente, está Loco por incordiar (Rosendo). No obstante, de entre los caóticos parlamentos de este Joker wannabe discernimos, momentáneamente, ciertos traumas paterno-filiales (retratados convenientemente por Harry Chapin en su Cat’s in the Cradle), que han acabado desembocando en su insana afición al Ruido y a jugar con fuego (Los de Marras y I love playing with fire de The Runaways). Cierta profundidad, por tanto, queremos creer que hay, y no queda sino celebrar lo estimulante que es este Lex Luthor tan pasado de rosca, tan psicótico y enfermizo como un Alex en franca decadencia (porque, como ya anunciaron Los Nikis La Naranja ya no es mecánica), y tan empeñado en ver arder el mundo, porque es un villano y es lo que toca. Una Doomsday Machine (Kadavar) cualquiera que, sin embargo y por suerte, no se avergüenza de su propia irrelevancia.
WONDER WOMAN: ES HORA DE PONER UN POCO DE ORDEN
El vértice de la Santísima Trinidad de DC, el desembarco del feminismo en las costas más bien poco paritarias del mundo de los superhéroes, y el verdadero plato fuerte de BvS: todo esto es la Mujer Maravilla. También es Gal Gadot quien, ya veterana en plazas similares tras lucir palmito en Fast & Furious, ha realizado varias declaraciones adorables sobre su papel en el filme de Zack Snyder: por ejemplo, asegurando que su personaje no tiene tiempo de andarse con romances: Girls just want to have fun, como diría Cyndi Lauper. Y bueno, la verdad es que no tiene mucho tiempo ni para romances ni para nada a lo largo de las diez minutos o así en los que aparece en la película, pero le basta y le sobra con ellos porque Ella es un volcán (La Unión). Es también la que conducirá a DC y a Warner a la victoria tras sacarlos de esa ruina crítica en la que este último filme les ha sumido; no en vano es la Silver Lady sin la que David Soul no era nada. Hay tantas expectativas depositadas en esta superheroína, de la que nunca llegaremos a acordarnos de los poderes que tiene más allá de su entrañable avión invisible, que hemos de nombrarla sin más miramientos protagonista de ese temazo que es Nobody but me de The Human Benz, y presuponer que con lo de “nobody can do the sing-a-lin/skate/philly” no se referían a otra persona que a ella. Además, claro, de felicitarla por su gran papel de intermediaria entre estos dos machos cabríos, en aras de una A more perfect union (Titus Andronicus) que despunte en películas sucesivas. Y, por último, hemos de destacar el pedazo de tema musical que acicala su aparición en combate dentro de la película: una guitarra eléctrica inconmensurable que compone el momento más épico y loco de Batman Vs Superman: El Origen de la Justicia.
LA LIGA DE LA JUSTICIA: MÚSICA DE TELONEROS
Finalmente, el filme de Zack Snyder también tiene tiempo de presentar al resto de miembros de La Liga de la Justicia, que si salen las cuentas pronto tendrán película propia, y encima dividida en dos, como está mandado. En una idea tan genial que aún no hemos sido capaces de valorar en toda su hondura, Aquaman, The Flash y Cyborg nos son presentados en una misma e indescriptible escena mostrando sus poderes y nuevos rostros (¿cómo?, ¿cuántas películas dices que hizo Marvel antes de Los Vengadores?… jej, nos los vamos a merendar). Aún así, como son tipos con superpoderes, el guión les trata mejor que a Lois Lane (por ejemplo), y además uno de ellos es Jason Momoa, les vamos a dedicar una canción a cada uno: Para Aquaman, rey de la Atlántida y firme candidato a superhéroe con el que se pueden hacer más chistes, Octopus Garden, de Ringo Starr, el compañero espiritual de tan maltratada figura. Para The Flash, más rápido que una bala y más moderno que nadie que se te ocurra al estar interpretado por Ezra Miller, Chas y aparezco a tu lado, de Alex & Christina. Porque sí. Y para Cyborg, del que no sabemos mucho más aparte de que, eso, es un cyborg (supóngase), Robot, de Niños Mutantes. Todos ellos lo van a petar mucho en sus respectivas películas, está claro, y en Batman Vs Superman se limitan a asegurarlo muy fuertemente: «The best is yet to come», de The Scorpions. Porque todos sabemos que lo mejor está aún por llegar… ¿verdad?… ¿Hola?… ¿Hay alguien ahí?…