Aunque las viudas de los capos no están en el desamparo, ostentan parte de la fortuna de sus difuntos esposos y ocupan sitios relevantes en el jet set, donde se desenvuelven, se encuentran al acecho de los nuevos líderes de la organización criminal a la que inevitablemente continuarán ligadas, a la amenaza de los enemigos y al poder coactivo del Estado que pretende desapoderarlas del dinero presuntamente mal habido u objeto material de delito.
Ciudad de México, 30 de enero (Zeta).- Son viudas porque el destino así lo quiso. Un destino anunciado o predecible por haber elegido como pareja a narcotraficantes. En México se cuenta por miles a las mujeres que terminan en la viudez porque sus maridos incursionaron en el tráfico ilícito de drogas; sin embargo, pocas llegan a ser la esposa de un líder o lugarteniente de los cárteles más encumbrados.
A ellas se les conoce como “patronas”. Algunos las han llamado jefas del narco y otros les refieren pomposamente como “La Señora”. No forman parte de las casi 50 mil viudas que ha dejado la fallida guerra contra el narcotráfico desde 2007 hasta 2018, ni de la política de “Abrazos, no balazos” que continúa la retahíla de muertes a la fecha.
Tampoco se trata de la amante o compañera de ocasión. Unas fueron conquistadas por lazos afectivos, otras, quizá, por interés socioeconómicos y algunas, tal vez, privadas de su consentimiento para “pertenecerle” a un delincuente. No pasaron por las penurias de las viudas de “halcones” o sicarios.
Aunque las narcoviudas no están en el desamparo, ostentan parte de la fortuna de sus difuntos esposos y ocupan sitios relevantes en el jet set, donde se desenvuelven, se encuentran al acecho de los nuevos líderes de la organización criminal a la que inevitablemente continuarán ligadas, a la amenaza de los enemigos y al poder coactivo del Estado que pretende desapoderarlas del dinero presuntamente mal habido u objeto material de delito.
Entre las “patronas” caídas en desgracia, tanto por el deceso violento de su pareja sentimental, como por la persecución gubernamental, a sus bienes o a su libertad, se encuentra Clara Elena “N”, quien fuera esposa de Héctor Beltrán Leyva “El H”, líder del Cártel Pacífico Sur o de los hermanos Beltrán Leyva. Está presa y sujeta a proceso penal por su parentesco y posible participación activa en negocios de la organización delictiva.
Ligadas al Cártel de Sinaloa y con sus cuentas bancarias aseguradas se tiene a Frida “N” y Laura Elena “N”, nuera y cuñada, respectivamente de Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera. La primera, esposa de Édgar Guzmán López. La última, mujer de Arturo “El Pollo” Guzmán Loera. Pese a que han ganado juicios de amparo, a la fecha sus recursos económicos en bancos se encuentran congelados.
A otras, como la viuda de Amado Carrillo Fuentes, Sonia “N” (su última esposa), le subsisten causas criminales en su contra, aunque en el mundillo del narcotráfico se menciona que falleció, sin que se tengan los elementos para probarlo. Caso similar al de la consorte del narcotraficante Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”, del que se asegura está muerto, sin comprobación alguna. A María Guadalupe “N” y familia le persigue el gobierno de Estados Unidos.
De quienes no se tiene certeza sean buscadas por autoridades federales, es de las viudas de Nazario Moreno González “El Chayo”, “Elena N”; de Enrique Plancarte Solís “Kike”, Nereida “N”; de Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal, Zulema “N”; ni de Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca”, Ángela “N”. De Los Caballeros Templarios los dos primeros, del Cártel de Sinaloa y de Los Zetas, los últimos mencionados.
NUERA DEL CHAPO
Frida “N” no dejó el glamour ni los círculos sociales. Enviudó muy joven después que el 8 de mayo de 2008 fue asesinado su esposo Édgar Guzmán López, en el estacionamiento de un centro comercial de Culiacán. El hombre de 22 años era hijo del “Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa. El crimen se atribuyó a los hermanos Beltrán Leyva, pero se sabe que el autor fue Gonzalo Inzunza “El Macho Prieto”, extinto pistolero cercano a Ismael “El Mayo” Zambada.
La guapa mujer procreó una hija con Édgar, cuya identidad es protegida por la Ley. Tiempo después reanudó su vida al casarse con el boxeador Julio César Chávez junior. Sin embargo, la pesadilla no ha terminado para Frida, tampoco para su pequeña hija, pues el 25 de agosto de 2015 sus nombres fueron incluidos en la “lista de personas bloqueadas” por la Secretaría de Hacienda y sus cuentas bancarias congeladas.
Desde esa fecha, los recursos financieros de la viuda son intocables en sucursales del Banco Regional de Monterrey, SA y Scotiabank. En 2015 promovió un juicio de garantías ante el Juzgado Tercero de Distrito de Sinaloa en contra de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), así como ambos bancos.
El fallo le fue favorable. El juez concedió el amparo y protección de la justicia de la unión para que se dejara insubsistente la medida de aseguramiento de las cuentas y se fundara una nueva resolución. La UIF impugnó la sentencia del amparo y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Décimo Segundo Circuito confirmó el resultado el 23 de febrero de 2018.
En diversos medios de comunicación apareció la noticia señalando que Frida y otros familiares de miembros del Cártel de Sinaloa habían derrotado a las autoridades federales y recuperado sus bienes. Sin Foto: Cortesía.- embargo, los medios no se enteraron que al acatar el fallo, el Ministerio Público de la Federación y las demás autoridades responsables volvieron a decretar el bloqueo de las cuentas bancarias.
Por lo anterior, a través de su abogado Elías Alberto “N”, la mujer presentó una nueva demanda de amparo el 1 de octubre de 2019 ante el Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado de Sinaloa, señalando como acto reclamado “el aseguramiento, bloqueo y/o congelamiento de cuentas bancarias a nombre de las quejosas, así como los frutos que generen”. Además, solicitó protección contra el proceso legislativo que dio lugar a algunos artículos del Código Nacional de Procedimientos Penales, referentes al aseguramiento de bienes o derechos relacionados con operaciones financieras.
VIUDA DEL “POLLO”
En similares circunstancias se halla Laura Elena “N”, vecina de Zapopan, Jalisco y viuda de Arturo Guzmán Loera “El Pollo” o “El Pollito”, hermano del “Chapo”. En una acción en contra del Cártel de Sinaloa, la UIF y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la FGR, ordenaron a las instituciones financieras el bloqueo de sus cuentas bancarias.
Laura Elena creía que la persecución en su contra había cesado. Habían pasado más de diez años de que su esposo fuera asesinado al interior del penal de máxima seguridad “Altiplano”, en Almoloya de Juárez. Le mataron con arma de fuego en el área de locutorios el 31 de diciembre de 2004 en una bien planeada venganza, presuntamente ordenada por Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo, preso en la misma penitenciaría.
En 2015 llegaría el embate del Gobierno Federal contra la viuda, con la incorporación de su nombre a la famosa lista de personas bloqueadas y el respectivo acuerdo de congelamiento de sus cuentas bancarias 170-7843191 y 170-482207, convenidas en sucursales de Banamex en Culiacán. Es mencionada en una carpeta de investigación por la SEIDO en la que se investigan operaciones con recursos de procedencia ilícita, delito comúnmente conocido como lavado de dinero.
Ella va a la demanda de amparo y reclama los referidos actos que le imposibilitan para realizar movimientos bancarios “y cualquier acto que me impida realizar pagos y obligaciones fiscales, salarios de empleados, gastos y del Instituto Mexicano del Seguro Social, reclamando además el bloqueo y suspensión de los servicios contratados con la institución Banamex, como son el hecho de no disponer de mis recursos de mis cuentas (proporciona los números), incluso de la tarjeta de crédito”.
El amparo le fue concedido por el Juez Tercero de Distrito con residencia en Culiacán el 31 de marzo de 2016 y confirmado por el Tribunal Colegiado Penal en el mismo circuito judicial meses después. Solo que el Ministerio Público Federal le aplicó la misma ejecución al amparo que únicamente era para efectos de que la fiscalía fundara y motivara su accionar. Así que nuevamente se decretó el bloqueo de cuentas en mayo de 2017.
Ahora Laura Elena está informada de que fue incluida en la carpeta de investigación FED/SEIDO/UEIORPIFAM-CDMX/0000472/2017 por lavado de dinero, lo que motivó que sus defensores interpusieran un nuevo juicio de garantías ante el Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de Sinaloa, donde actualmente se lleva el procedimiento, tanto contra el congelamiento de cuentas, como la solicitud de acceso a la indagatoria y conocer su estatus en la misma.
LA SEÑORA DEL “H”
Una de las que peor la está pasando es Clara Elena “N”, conocida como “La Señora” u “Osiris”. Recluida en el Centro Federal de Readaptación Social Femenil Número 16 en Coatlán del Río, en Morelos, estaba detenida cuando fue notificada de que había enviudado, pues su captura ocurrió a finales de 2016 en el Norte del país, y su marido falleció en reclusión dos años después.
La muerte del narcotraficante Héctor Manuel Beltrán Leyva “El H”, líder del Cartel del Pacífico Sur o de los hermanos Beltrán Leyva, ocurrió el domingo 18 de noviembre de 2018, a los 56 años de edad, producto de un infarto, según se apresuraron a informar esa tarde desde la Secretaría de Gobernación. El comunicado de prensa asegura que el capo fue trasladado a un hospital en Toluca, Estado de México, tras presentar “dolores intensos en el lado izquierdo del pecho”. Quedó tendido en el área de urgencias.
“Osiris” fue arrestada el 12 de septiembre de 2016 durante un operativo desplegado por la Policía Federal en la zona residencial de Valle del Lago en Hermosillo, Sonora. Los captores llegaron con orden de cateo en mano al domicilio de la mujer, en Cerrada Lago Ontario número 13. En la casa fueron encontradas 65 bolsas Ziploc y 17 dosis de cocaína, así como un bulto empaquetado con cinta canela que contenía la misma droga.
Detenida, Clara Elena fue llevada al recién inaugurado penal de máxima seguridad para mujeres en Morelos y puesta a disposición de un Juez de Distrito para enfrentar un proceso por delitos contra la salud en la modalidad de posesión de clorhidrato de cocaína con fines de comercio. Se sabe que continúa encarcelada, aunque de sus bienes y los de su finado cónyuge, no se conoce procedimiento alguno por parte de las autoridades procuradoras de justicia.
LAS ARELLANO
De quienes ya no se tiene noticia, es de las viudas de los hermanos Ramón y Francisco Rafael Arellano Félix, quienes en fechas posteriores a los fallecimientos de sus maridos, ambos ejecutados a tiros en diferentes épocas, estuvieron en notas periodísticas por su actividad en tribunales. La primera de ellas testimoniando en tribunal extranjero, y la segunda, tramitando la sucesión intestamentaria que le correspondía.
La mujer de “El Mon”, de nombre Evangelina “N”, prácticamente desapareció. Su última presentación fue en 2003 en la Corte de Distrito Sur de California, donde fungió como testigo en los cargos fincados en contra de su cuñado Benjamín y de la organización criminal familiar. Incluso en el bajo mundo del narcotráfico se refiere que ella delató la ubicación de “El Min” para que fuese detenido por elementos del Ejército Mexicano.
Ramón fue victimado el 10 de febrero de 2002 en Mazatlán, Sinaloa, adonde había acudido a matar a Ismael “El Mayo” Zambada, quien se hallaba en el puerto en fechas de Carnaval. Envuelto en el tráfico ocasionado por las fiestas, Arellano, que se movía en un austero vehículo Volkswagen, fue identificado y obligado a descender de la unidad, para que un policía consumara el homicidio. Un mes después, el 9 de marzo, en Puebla, fue detenido Benjamín, hoy extraditado y condenado en EU.
Por su parte, la viuda de Francisco Rafael Arellano Félix “La Pancha” o “El Menso”, Rocío del Carmen “N”, ex reina precisamente del Carnaval mazatleco en su juventud, no se metió jamás en líos. Su marido fue asesinado el 18 de octubre de 2013, a seis días de cumplir 64 años, cuando celebraba anticipadamente su onomástico en una reunión a la que asistieron importantes personalidades en Los Cabos, Baja California Sur. Un sicario vestido de payaso le disparó a quemarropa con una pistola tipo escuadra.
Después del crimen, Rocío recibió el citatorio PGR/SEIDO/UEDIDCS/3273/2014 de la entonces Procuraduría General de la República, girado el 6 de mayo de 2014. La mujer obtuvo un amparo en septiembre del mismo año, de la Jueza Novena de Distrito en el Estado de Sinaloa, con residencia en Mazatlán, para no ser llevada a la SEIDO.
La protección federal también libraba a la viuda de una posible orden de localización, presentación, detención, traslado o cualquier mandato ordenado en su contra y que afectara su libertad personal. También reclamó una posible orden de confiscación de bienes o cualquier mandato que afectara sus derechos de propiedad. Estos actos no existieron.
Las baterías de la señora de “La Pancha” se enfocaron en poner en orden los bienes del difunto. Así, en un Juzgado de Primera Instancia del Ramo Familiar, en Mazatlán, se llevó el juicio sucesorio intestamentario 2246/2013, donde se declaró como herederos a bienes de Francisco Rafael, a “Rocío del Carmen, en su carácter de cónyuge, respecto del 50% que le corresponde como gananciales de la sociedad conyugal, así como a la persona menor de edad de nombre Isabella Guadalupe ‘N’, así como Yadira Leticia ‘N’, Francisco Rafael ‘N’ y Benjamín Alberto ‘N’, en su carácter de parientes consanguíneos en línea recta descendiente (hijos) del de cujus”.
Cabe mencionar que algunos de esos bienes, sobre todo inmuebles, como el que albergara la famosa discoteca Frankie Oh!, continúan a disposición del Ministerio Público federal por la investigación posterior al asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y seis personas más, ocurrido en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara el 24 de mayo de 1993.
OTRAS “PATRONAS”
Sonia “N”, viuda del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, luchó jurídicamente durante la década pasada en contra de órdenes de aprehensión presuntamente dictadas entre 1997 y 1998, derivadas del llamado “maxiproceso” que involucraba a 65 personajes del mundo del crimen organizado, de corporaciones policiacas y Fuerzas Armadas. Sin embargo, la mujer desapareció y hoy se duda que siga viva.
Por su parte, Zulema “N”, esposa del extinto líder del Cártel de Sinaloa en Jalisco, Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal, tampoco hace ruido, aunque las autoridades presumen que miembros de su familia de origen se dedican a actividades delictivas. La mujer se salvó de un atentado en la década de los noventa junto con su menor hija Clarita “N” en Zapopan, en hechos en los que la niña resultó herida de bala.
La presunta “viuda”, María Guadalupe “N”, consorte de “El Azul”, junto con su hija Nadia “N”, ha sido requerida en diversas ocasiones por autoridades hacendarias que investigan lavado de dinero. Ambas féminas y otros de sus familiares se encuentran boletinados en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro estadounidense, por sus presuntos nexos con el narcotráfico. De Esparragoza Moreno se supo en junio de 2014, por versión del semanario Ríodoce, que habría muerto en un hospital de Zapopan, Jalisco tras sufrir un accidente. Ni autoridades ni la familia confirman el suceso.
Poco o nada se conoce de Ángela “N”, quien fuera esposa del “Lazca” o “El Verdugo”, líder de Los Zetas, abatido por elementos de la Marina en Progreso, Coahuila el 7 de octubre de 2012, y de quien supuestamente robaron el cadáver cuando se hallaba en un descanso del panteón municipal.
Tampoco se sabe sobre el paradero y actividades de Nereyda “N”, viuda del líder de Los Caballeros Templarios, Enrique “Kike” Plancarte, abatido por autoridades el 1 de abril de 2014, y por el que existía una recompensa de 10 millones de pesos. La mujer estaba muy bien relacionada, pues sus familiares ostentaron cargos públicos en diversos ayuntamientos de la región de Tierra Caliente.
Elena “N”, cónyuge del afamado Nazario Moreno González “El Chayo” o “El Más Loco”, fundador de La Familia Michoacana y de Los Caballeros Templarios, fue “dos veces” viuda. Primero, cuando al Gobierno Federal se le ocurrió informar que había acabado con la vida del capo en un enfrentamiento en diciembre de 2010. Después, cuando realmente marinos lo mataron en marzo de 2014. La mujer no se da a notar, aunque se sabe, al igual que las demás narcoviudas, vive con el estigma de la delincuencia organizada.