Aunque las rutinas y la frecuencia son diferentes para estas personas, hacer ejercicio trae los mismos beneficios que para los más jóvenes, no sólo física sino mentalmente.
Por Nany Sevilla
Ciudad de México, 29 de diciembre (SinEmbargo/HuffingtonPost).- ¿Qué es lo que motiva a una persona adulta, ya entrada en ciertos años, a hacer ejercicio?
Las principales motivaciones para sentirse a gusto en un programa de ejercicio son mantener su salud, desarrollar su condición física y ayudar a relajarse. Además, los de la tercera edad se motivan más y sienten más deseos de participar en la actividad física por el bienestar socio-sicológico que esta les provee.
Recomiendo una actividad física regular de tres a cuatros veces por semana, con una duración moderada de 20 hasta 30 minutos y de una intensidad que va desde el 70 por ciento hasta 85 por ciento de su capacidad para obtener efectos de acondicionamiento y minimizar los riesgos del entrenamiento.
El adulto mayor es diferente y tiene mayores limitaciones físicas que una persona de mediana edad, por esto, la intensidad del programa de ejercicio debe de ser de frecuencia y duración más baja.
El tipo de entrenamiento debe evitar las actividades de alto impacto, además debe permitir progresiones graduales y mantener una intensidad media, nunca pasarse del 85 por ciento de la frecuencia cardiaca máxima. Es también importante incluir en el programa un entrenamiento de resistencia con pesos livianos para fortalecer los grupos de musculares mayores, como piernas, glúteos, espalda y brazos.
LOS BENEFICIOS
Los ejercicios cardiovasculares pueden incrementar la esperanza de vida, la independencia funcional, y ayudar a prevenir enfermedades.
La práctica física regular incrementa la habilidad de un adulto mayor en sus quehaceres diarios, reduce los riesgos de enfermedades crónicas específicas, incluyendo las enfermedades coronarias y baja la tasa de mortalidad.
El ejercicio logra ayudar en el tratamiento y la prevención de la osteoporosis.
El ejercicio es muy beneficioso para la salud mental en la tercera edad, además que mejora la autoestima, las funciones intelectuales, las relaciones sociales y los hábitos de sueño.
Sabemos que el ejercicio es un antidepresivo, un antiestrés y mejora el estado de ánimo de las personas que participan en un programa de entrenamiento.
El ejercicio ayuda a reducir la hipertensión, bajando la presión arterial sistólica
El ejercicio ayuda mantener o mejorar la musculatura y densidad ósea.
La actividad física realizada con la pareja, amigos o amigas es un motivador y razón de porque levantarse ese día.
Se evitan dolores de espalda y se fortalecen articulaciones tan importantes como la cadera.
Al hacer ejercicio se mejora el apetito y los deseos de comer alimentos saludables.
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