El plan establece como meta tener un promedio de 320 lobos grises mexicanos viviendo salvajes en un período de ocho años, para que el depredador pueda dejar de ser considerado una especie en peligro de extinción.
Por Susan Montoya
ALBUQUERQUE, Nuevo México, 29 de noviembre EE.UU. (AP) — Tras décadas de peleas legales y políticas que enfrentaron a estados contra el gobierno federal, administradores de la agencia federal de vida silvestre finalmente aprobaron el miércoles un plan guía para fomentar la reproducción de un lobo que otrora vivió en partes de la zona sureste de Estados Unidos y el norte de México.
El plan establece como meta tener un promedio de 320 lobos grises mexicanos viviendo salvajes en un período de ocho años, para que el depredador pueda dejar de ser considerado una especie en peligro de extinción. En cada uno de los últimos tres años, la población tendría que superar el promedio para asegurarse de que la especie no está decreciendo.
Funcionarios calculan que la reproducción podría tomar otras dos décadas y casi 180 millones de dólares, costo asumido mayormente por instalaciones de reproducción de animales que apoyan el trabajo hacia especies en peligro o amenazados por extinción.
El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre tuvo en cuenta decenas de miles de comentario públicos _desde legisladores estatales y organizaciones comerciales hasta científicos independientes y ambientalistas_ mientras trabajaba para cumplir con la fecha límite que una corte ordenó para crear el plan de reproducción. El plan tomó bastante tiempo ya que la directriz original para fomentar la reproducción del lobo fue aprobado en 1982.
«Este plan realmente nos da una guía que tenemos que seguir para que esta especie se reproduzca y deje de estar en la lista de especies en peligro de extinción y poder pasar la administración de esto a los estados y tribus», dijo a The Associated Press Sherry Barrett, coordinadora de reproducción del lobo mexicano.
Barrett agregó que funcionarios estatales de vida salvaje y otros colegas evaluaron la información científica y los modelos usados para calcular la mejor estrategia que debería de tomar la agencia, que trabaja para reforzar la diversidad genética y seguir alentando el aumento de la población silvestre.