Aunque el combate no pone en juego un título mundial, está rodeado de expectativas. Las rivales han burlado el paso del tiempo, mantienen gran parte de las habilidades con las que fueron campeonas del mundo y saldrán a confirmarlo este sábado en un combate de pronóstico reservado
Tijuana (México), 29 oct (EFE).- Las mexicanas Jackie Nava y Mariana Juárez, dos de las mejores púgiles latinoamericanas de la historia, se enfrentarán este sábado en Tijuana, en un pleito en el que saldrán a demostrar que a los 41 años mantienen un alto nivel.
Nava, excampeona mundial de las divisiones gallo y súper gallo, ha trabajado la velocidad, con énfasis en los movimientos de piernas, para tratar de detener a una rival con mucho camino recorrido, que suele armar buenas combinaciones y mantiene los reflejos.
«Son dos históricas del boxeo mexicano, dos precursoras de este deporte, por eso será una de las más grandes peleas del boxeo femenino; será histórica», aseguró el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán, al referirse al combate que pondrá en juego el cinturón diamante de la categoría supergallo.
Conocida como la «Princesa Azteca», Jackie, primera monarca del CMB, suma 38 peleas ganadas, 16 antes del límite de tiempo, con cuatro derrotas y cuatro empates. A los 41 años la peleadora vive el deporte día a día y aunque no se obsesiona con buscar un título mundial, no está negada a la idea.
«Aunque no lo sea, para mí esta pelea es como la disputa de un campeonato del mundo. A veces es más importante vencer a una peleadora de la talla de Mariana, que ir por otro campeonato mundial, que es algo que no descarto», dijo a Efe Nava, el pasado verano.
La «Barbie» Juárez tiene mayor alcance, posee habilidades y tiene hambre de triunfos para demostrar que sigue vigente, a pesar de haber perdido hace un año el cinturón gallo del CMB ante la joven Yulihan Luna.
Con 55 victorias, 19 por nocáut, 10 derrotas y cuatro peleas empatadas, Juárez pretende demostrar que está de vuelta al alto nivel, tal vez en condiciones de aspirar a un pleito por una faja mundial.
Aunque el combate no pone en juego un título mundial, está rodeado de expectativas. Las rivales han burlado el paso del tiempo, mantienen gran parte de las habilidades con las que fueron campeonas del mundo y saldrán a confirmarlo este sábado en un combate de pronóstico reservado
