Tres cartas inéditas de Sigmund Freud se exhiben en la ciudad argentina de Rosario y rescatan para las nuevas generaciones la figura del español Ángel Garma, el padre del psicoanálisis en Latinoamérica
Ciudad de México, 29 de septiembre (SinEmbargo).- Tan argentina como el dulce de leche o el asado es la afición que los habitantes de dicho país sudamericano profesan por el psicoanálisis, al punto de que en Buenos Aires existe un lugar llamado “Villa Freud”, sito en Palermo, un barrio que desde 1960 se destacó por albergar a un gran número de habitantes relacionados con el ejercicio de la Psicología.
Ese vínculo fuerte entre los argentinos y el psicoanálisis se ve refrendado ahora por la aparición de tres cartas inéditas de Sigmund Freud (1856-1939), encontradas este año entre los documentos del psicoanalista español afincado en Argentina Ángel Garma (1904-1993) y que se exhiben desde el viernes pasado en la ciudad de Rosario.
Las cartas, fechadas en 1911, 1916 y 1917, son respuestas de Freud a pacientes que le hicieron consultas por casos particulares.
«La hipótesis más fuerte que barajamos es que el austríaco Theodor Reik, discípulo de Freud y profesor de Garma, se las cedió a su alumno luego de que se terminara su formación académica, a modo de regalo simbólico», detalló el investigador José Ignacio Allevi, del Centro de Estudios Históricos del Psicoanálisis en la Argentina de la Universidad Nacional de Rosario, en un informe elaborado por la agencia efe.
Aunque no se descarta tampoco que Garma Zubizarreta, que fue el primer psicoanalista titulado que ejerció en España, también pudiera haber comprado las cartas para engrosar su colección de documentos ligados al psicoanálisis.
Garma Zubizarreta, que estudió medicina en España y psiquiatría y psicoanálisis en Alemania, escribió varios libros, entre ellos El psicoanálisis, la neurosis y la sociedad, y se radicó en Argentina en 1938.
El hallazgo de las cartas fue hecho a comienzos de este año por cuatro investigadores de ese centro, Soledad Cottone, Ana Bloj, Guillermo Ferragutti y Melisa Barrera, cuando ordenaban documentos de archivo de Garma Zubizarreta cedidos a la Universidad rosarina por su hija Carmen.
Allevi explicó que el proceso hasta que las cartas estuvieron listas para exhibirse fue largo.
«La correspondencia estaba escrita en sütterlin, una caligrafía utilizada en el Imperio austro-húngaro que sólo era conocida dentro de ese territorio, por lo que tuvimos que enviarlas a Europa para que fueran traducidas al alemán por personas que conocieran ese dialecto», agregó.
Allevi aseguró que ya se hicieron los estudios correspondientes para determinar la originalidad de las misivas. Las pruebas determinaron que la firma es de Freud y «el membrete de su estudio de psicoanálisis».
¿QUIÉN FUE ÁNGEL GARMA?
La aparición de los importantes documentos citados expuso a las nuevas generaciones la historia de una figura fundamental en el desarrollo del psicoanálisis en Sudamérica.
Se trata del español Ángel Garma, considerado el padre del psicoanálisis latinoamericano. Se recibió de médico en Madrid a los 22 años, con calificaciones sobresalientes. Entre 1923 y 1924 convivió con Federico García Lorca, Salvador Dalí, José Ortega y Gasset, Santiago Ramón y Cajal y Miguel de Unamuno, en la famosa Residencia de Estudiantes de Madrid.
“Estudié medicina en una época muy interesante en España, la época anterior a la República. Había una gran efervescencia política y social, y un ambiente pujante en lo cultural y en lo científico”, supo decir Garma, quien se especializó en psiquiatría en Alemania, analizándose además durante tres años con Theodor Reik (1888-1969), psicoanalista austríaco, discípulo de Sigmund Freud
En 1931, Ángel Garma busca ser miembro de la Asociación Psicoanalítica Alemana y para tal fin presenta un escrito sobre la esquizofrenia, que -apoyándose en las ideas de Freud- las discute y llega a exponer una hipótesis diametralmente opuesta, lo que produjo una viva discusión.
El escrito fue aprobado por unanimidad, y Freud le envió una tarjeta postal «agradeciéndole sus valiosos trabajos».
Tenía sólo 27 años cuando comenzó a ejercer como psicoanalista. En 1937, renunció a la Asociación Alemana de Psiquiatría, por la expulsión de los judíos a que se había visto obligada la institución. Un año después, Garma emigró a Argentina, donde se conectó con Enrique Pichon-Rivière y con Arnaldo Rascovsky, quienes venían interesándose por el psicoanálisis desde un tiempo atrás.
En 1942, fue uno de los fundadores de la Asociación Psicoanalítica Argentina, un organismo que presidió en varias ocasiones.
“Ángel Garma llegó a alcanzar renombre mundial en el movimiento psicoanalítico. Fue figura simbólica de una época y de una creación cultural con una inmensa tarea por él iniciada. Su fecunda simiente dejó huella en la tierra en la que tuvo que exiliarse en sus más trágicos momentos. Recordar la obra y vida de este pionero, es también el homenaje a su condición de fundador del psicoanálisis en lengua castellana y acercar el conocimiento de este ilustre a la sociedad”, escribe el psiquiatra, biógrafo y documentalista de Ángel Garma, Iñaki Markez.
“No deja de ser curioso que el padre del Psicoanálisis en Argentina y en el área latinoamericana, naciera en Bilbao donde el psicoanálisis fue casi desconocido hasta los años 70 del siglo pasado. Había manifestado su deseo de que arrojaran sus cenizas en la ría de Bilbao -El Abra- tras su fallecimiento. Así lo hizo Betty, su mujer, en febrero de 1994. Fue el último viaje de Ángel Garma a Bilbao, su ciudad natal”, agrega.