Los combatientes habían visitado y registrado la casa de Andarabi con anterioridad, incluso tomaron té con el músico, pero algo cambió el viernes que lo asesinaron.
Por Kathy Gannon, Tameem Akhgar y Jon Gambrell
KABUL (AP) — Un combatiente talibán mató a tiros a un cantante folclórico afgano en una inestable provincia de montaña en circunstancias poco claras, según dijo su familia el domingo.
El crimen reavivó el temor entre activistas a que los insurgentes reinstauren su duro régimen en el país, después de que su ofensiva relámpago derrocara al Gobierno del país.
El asesinato de Fawad Andarabi se produjo mientras Estados Unidos culmina una histórica operación aérea en la que decenas de miles de personas fueron evacuadas del aeropuerto internacional de Kabul, donde se han producido escenas de caos desde que el Talibán tomó el país hace dos semanas.
Tras un ataque suicida de la filial afgana de Estado Islámico en el que murieron 180 personas, el Talibán redobló la seguridad en torno al aeródromo. Gran Bretaña puso fin el sábado a sus vuelos de evacuación.
Los aviones de mercancías del Ejército estadounidense seguían llegando al aeropuerto el domingo antes de la fecha límite del martes fijada por el Presidente, Joe Biden, para retirar a todas las tropas tras la guerra más larga de Estados Unidos.
El asesinato el viernes del cantante folclórico ocurrió en el Valle de Andarabi, que le daba su nombre, una zona de la provincia de Baghlan unos 100 kilómetros (60 millas) al norte de Kabul.
Taliban’s brutality continues in Andarab. Today they brutally killed folkloric singer, Fawad Andarabi who simply was brining joy to this valley and its people. As he sang here “our beautiful valley….land of our forefathers…” will not submit to Taliban’s brutality. pic.twitter.com/3Jc1DnpqDH
— Masoud Andarabi (@andarabi) August 28, 2021
El valle ha registrado violencia desde la conquista talibán y algunos distritos cayeron en manos de milicianos opuestos al Talibán. El Talibán dice haber recuperado esas zonas, aunque la vecina Panjshir, en las montañas del Hindú Kush, sigue siendo la única de las 34 provincias del país que no controlan.
Combatientes ya habían visitado y registrado la casa de Andarabi e incluso tomado té con el músico, según dijo a The Associated Press su hijo Jawad Andarabi. Pero algo cambió el viernes.
«Era inocente, un cantante que sólo entretenía a la gente», dijo su hijo. «Le dispararon en la cabeza en la granja».
Su hijo dijo que quería justicia y que un consejo talibán local había prometido castigar al asesino de su padre.
El vocero talibán Zabihullah Mujahid dijo a AP que los insurgentes investigarían el caso, pero que no tenía más información al respecto.
Larima Bennoune, enviada especial de Naciones Unidas sobre derechos culturales, y Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, expresaron su preocupación por el asesinato.
«Hay una creciente evidencia de que el Talibán de 2021 es el mismo que el intolerante, violento y represivo talibán de 2001», escribió Callamard en Twitter. «Veinte años más tarde. No ha cambiado nada en ese aspecto».