Un informe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU señala que en la primera fase de la crisis la Policía y elementos armados progobierno reprimieron las protestas, y en una segunda etapa desmontaron violentamente las barricadas levantadas por los manifestantes.
Ginebra, 29 agosto (EFE).- La ONU denunció hoy que el grado de represión «es tan alto» en Nicaragua que ha forzado al exilio a ciudadanos por el simple hecho de expresar opiniones distintas a las del gobierno, en un patrón de violencia que no cesa.
La violencia que las fuerzas gubernamentales han ejercido desde el pasado abril contra los manifestantes que reclamaban la salida del Presidente Daniel Ortega ha obligado a muchos a intentar escapar del país o, al menos, a intentar hacerlo, recalca.
También han sido víctimas de represalias que les han llevado a adoptar la misma actitud aquellos que salieron en defensa de los manifestantes, señala un informe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
La organización lamenta que «el mundo aparte la vista» de la crisis que ha surgido en el país centroamericano, donde a pesar del «contexto de miedo y desconfianza que se ha generado», las protestas exigiendo el respeto de las libertades han continuado.
El informe señala que en la primera fase de la crisis la Policía y elementos armados progobierno -entre otros las denominadas «fuerzas de choque» y turbas- reprimieron las protestas, y en una segunda etapa desmontaron violentamente las barricadas levantadas por los manifestantes.
«Todo ello con el beneplácito de autoridades estatales de alto nivel y de la Policía Nacional, a menudo de forma conjunta y coordinada», sostiene el informe.
Agrega que «aunque el gobierno ya no niega la existencia de elementos armados progubernamentales, sí aprueba sus acciones y les permite operar con impunidad.
Como consecuencia de la represión, más de 300 personas han resultado muertas y unas 2 mil heridas, según el recuento de distintos organismos de derechos humanos.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, pidió que el Consejo de Derechos Humanos se ocupe de la situación en Nicaragua y plantee medidas para prevenir disturbios sociales y políticos aún más graves.
Ese órgano se reúne a partir del próximo 10 de septiembre en Ginebra en su tercer y último periodo de sesiones del año.
Entre las violaciones de los derechos humanos que la Oficina de la Derechos Humanos ha logrado documentar figuran el uso abusivo de la fuerza por parte de la Policía, «que a veces se tradujo en ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y generalizadas, torturas y malos tratos».