Aseguró que los obispos irlandeses «han realizado un serio recorrido de purificación y reconciliación con quienes han sufrido abusos» y que «con la ayuda de las autoridades nacionales han establecido una serie de normas severas para garantizar la seguridad de los jóvenes».
Ciudad del Vaticano, 29 agosto (EFE).- El Papa Francisco explicó hoy que viajó a Irlanda el pasado fin de semana para, además de participar en el Encuentro de las Familias, «hacerse cargo del dolor, de la amargura por los sufrimientos causados en este país por las varias formas de abusos» por parte de la Iglesia.
También recordó durante una audiencia dada esta jornada en San Pedro que en esta visita se refirió al hecho de que «las autoridades eclesiásticas en el pasado no hayan sabido afrontar de manera adecuada estos crímenes«.
El pontífice relató que «una marca profunda» le ha dejado la reunión con algunas de estas víctimas durante la tarde del sábado en la nunciatura de Dublín.
«En varias ocasiones he pedido perdón al Señor por estos pecados, por el escándalo, por el sentimiento de traición que se ha procurado», señaló y añadió que imploró a la Virgen para que «interceda para conseguir la curación de las víctimas y que nos de la fuerza para perseguir con firmeza la verdad y la justicia».
En opinión de Francisco, los obispos irlandeses «han realizado un serio recorrido de purificación y reconciliación con quienes han sufrido abusos» y que «con la ayuda de las autoridades nacionales han establecido una serie de normas severas para garantizar la seguridad de los jóvenes«.
El Papa constató que en «Irlanda hay fe, gente de fe, pero que hay pocas vocaciones» y expresó que si esta fe no consigue suscitar nuevas vocaciones será por «los problemas, los escándalos (de la Iglesia)…».