Moody’s señaló que la construcción de nuevas refinerías o ampliaciones importantes en los últimos años ha experimentado retrasos, sobrecostos y algunas incluso no se han completado.
Ciudad de México, 29 junio (EFE).- Las refinerías Dos Bocas, en construcción en el estado de Tabasco, y Deer Park, ubicada en Houston, Texas y recién comprada por Petróleos Mexicanos (Pemex), generan dudosos retornos de inversión y riesgos de sobrecostos ya que representan una carga de capital para la estatal, indicó este martes la calificadora en un reporte.
En el corto plazo «los desafíos son los riesgos de sobrecostos y retrasos en la finalización de la nueva refinería» de Dos Bocas, en el estado de Tabasco, apuntó la calificadora.
Señaló que si bien la refinería de Deer Park «solo representará una salida de efectivo de menos de 600 millones de dólares», el Gobierno mexicano esperaba que el proyecto Dos Bocas costara 8 mil millones de dólares y no demorara más de tres años en completarse, finales de 2021.
Pero dado «el conocimiento limitado del Gobierno mexicano y de Pemex en la construcción de refinerías», la calificadora cree que «el proyecto podría terminar costando de 10 a 12 mil millones de dólares».
Moody’s señaló que la construcción de nuevas refinerías o ampliaciones importantes en los últimos años ha experimentado retrasos, sobrecostos y algunas incluso no se han completado.
«Por lo que este proyecto supone una carga para los recursos de gestión de la empresa y, en última instancia, requerirá más apoyo para financiar la inversión de capital», agregó el reporte.
Además señaló que el Gobierno mexicano ha manifestado su intención de financiar la nueva refinería a través de contribuciones de capital, como se demostró en 2020 y 2021.
La agencia recordó que un objetivo clave de la agenda energética de administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador es que Pemex aumente la capacidad de refinación de la empresa y mejore el desempeño operativo de las refinerías existentes, esto para que México sea autosuficiente en productos refinados.
Pero dijo que dada la amplia capacidad de refinación, tanto a nivel mundial como en América del Norte «es probable que el rendimiento económico de las inversiones en refinación sea bajo».
Además, si se completa la nueva refinería y se aumenta la capacidad operativa de las refinerías existentes, según lo planeado, esto agregará exposición a un margen de producción de combustible más bajo «y reducirá las exportaciones de crudo de Pemex y su generación de ingresos en dólares aumentando su riesgo crediticio».
En 2020 la estatal Petróleos Mexicanos registró una pérdida neta de 21 mil 417 millones de dólares, un aumento del 38.2 por ciento frente al resultado también negativo de 2019, pese a una ganancia de 5 mil 531 millones de dólares en el cuarto trimestre.
Con estos registros, los directivos señalaron que la compañía del Estado afrontó la «peor crisis de su historia» el año pasado, pese a dos trimestres consecutivos de ganancias en la segunda mitad del año.