Kim Jong-un desató polémica por reaparecer con un aspecto mucho más delgado después de estar ausente la mayor parte de mayo.
Cuidad de México, 29 de junio (SinEmbargo).– En los primeros días de junio empezó a ser notorio. Kim Jong-un hizo una primera aparición pública después de casi un mes en un misterioso encierro y de inmediato varios expertos y servicios de inteligencia sospecharon que el líder norcoreano había sufrido una importante pérdida de peso.
Un análisis forense de imágenes difundidas por medios estatales, comparadas con grabaciones tomadas en noviembre de 2020 y marzo de 2021, confirmaban: sí, Kim aparece ahora con la pulsera de su reloj visiblemente más ajustada, lo que indicaba una muñeca más delgada.
En noviembre del año pasado, el Servicio de Inteligencia Nacional surcoreano presentó un reporte ante los legisladores de su país en el que estimaban el peso de Kim en 140 kilos, precisando que el líder de Corea del Norte “ganó un promedio de entre 6 y 7 kilos por año” desde que llegó al poder en diciembre del 2011.
Vipin Narang, profesor adjunto de ciencias políticas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), dijo a agencias internacionales esta supuesta transformación de Kim podría deberse a dos razones: el resultado de una dieta intencional o una consecuencia de posibles complicaciones de salud.
El primer caso podría significar un intento de mejorar su imagen pública en momentos en que el país asiático padece escasez de alimentos y una crisis económica provocada por una serie de desastres naturales y sanciones internacionales, que se ha agravado aún más por el desplome del comercio con China a raíz de la pandemia. A su vez, la hipótesis de razones médicas se apoya en las estimaciones de algunos expertos que sospechan que Kim se encuentra en un grupo de elevado riesgo de enfermedades cardiovasculares, un problema presente en su entorno familiar y que se habría cobrado la vida de sus antecesores, su abuelo Kim Il-sung y su padre Kim Jong-il.
Choe Sang-Hun, periodista de The New York Times en Corea, dijo que la salud de Kim, al igual que el propio régimen de Corea del Norte, está envuelta en tal secreto que los expertos a menudo se ven obligados a adivinar pistas utilizando pura conjetura. “¿Tenía un problema de salud? ¿O acaso el obeso dictador del país más aislado del mundo finalmente decidió ponerse a dieta?”
Estas preguntas, y la atención obsesiva a detalles mundanos como el reloj de pulsera de Kim, pueden parecer el parloteo ocioso de los chismes de celebridades, dice. “Pero los analistas dicen que deben usar toda la información disponible para tratar de responder una pregunta aún más seria: ¿Qué pasaría con el arsenal nuclear de Corea del Norte y su gente, a quienes se les ha enseñado a adorar a Kim, si de repente quedara incapacitado?”
CORAZÓN DOLIDO
La agencia Russia Today dijo ayer que los medios estatales de Corea del Norte usaron le nuevo peso de Kim a favor del líder. “Duele el corazón constatar el demacrado aspecto” de Kim Jong-un, dijo la televisión estatal norcoreana. “A nuestra gente le dolió mucho el corazón cuando vimos el aspecto demacrado de Kim. Todo el mundo dice que las lágrimas brotan de sus ojos de forma natural”
Según observadores de Corea del Norte, Kim, que mide aproximadamente 170 centímetros, puede haber perdido entre 10 y 20 kilogramos.
“Lo que hizo que la gente, incluyéndome a mí, se sintiera más desconsolada cuando vimos el programa fue lo demacrado que se veía el querido líder Kim Jong-un”, dijo un norcoreano de mediana edad con sombrero de paja a la Televisión Central estatal del Norte.
Cuando Kim se hizo cargo de Corea del Norte después de la muerte de su padre, Kim Jong-il, en 2011, se creía que pesaba 198 libras, según funcionarios de inteligencia de Corea del Sur. Pero dijeron que Kim siguió aumentando de peso.
Su juventud ha sido reemplazada por una mirada a menudo cansada e hinchada, lo que genera dudas sobre su salud y el futuro de la dinastía Kim. Él no tiene un hijo con la edad suficiente para heredar las riendas en caso de que muera repentinamente. Corea del Norte ha sido gobernada por la familia Kim durante tres generaciones.
Choe Sang-Hun dice que funcionarios de inteligencia de Corea del Sur y Estados Unidos obtuvieron información valiosa sobre la salud de Kim cuando se reunió con el Presidente Moon Jae-in de Corea del Sur y el expresidente Donald J. Trump, varias veces en 2018 y 2019.
Cuando Kim acompañó a Moon en una corta caminata hasta la cima del monte respiraba con dificultad, según imágenes de video de los reporteros de televisión de Corea del Sur. Moon, de 68 años, apenas parecía sudar.
–¿No te estás quedando sin aliento? –preguntó Kim a Moon más tarde, cuando viajaron juntos en un teleférico.
–Estoy bien –dijo Moon.
–¡Te tengo tanta envidia! –dijo la esposa de Kim, Ri Sol-ju, quien se unió a la excursión.
Ri se ha quejado a los visitantes surcoreanos de que ha tratado de persuadir a su esposo para que deje sus malos hábitos, como fumar. En Corea del Norte, nadie excepto Ri puede atreverse a dar ese consejo a Kim, quien ha ejecutado a altos funcionarios, incluido su tío, en purgas políticas.
Durante el viaje en teleférico, Moon y su esposa, Kim Jong-sook, explicaron diplomáticamente los beneficios para la salud del ejercicio regular.
Tanto el padre como el abuelo de Kim murieron de problemas cardíacos.