El astro de los Nacionales no dudó. Señaló con su bate al pitcher de San Francisco, le lanzó un grito y corrió hacia la lomita.
Por Gideon Rubin
San Francisco, 29 de mayo (AP).- Enfurecido, Bryce Harper corrió hacia el montículo, lanzó su casco y se trenzó a puñetazos contra el relevista Hunter Strickland, quien lo había golpeado con una recta, en el juego que los Nacionales de Washington terminaron ganando el lunes 3-0 a los Gigantes de San Francisco.
Harper fue alcanzado en la cadera derecha por la recta de 98 mph que representó el primer lanzamiento de Strickland, en la octava entrada con dos outs y sin hombres en base. Washington ganaba por 2-0.
El astro de los Nacionales no dudó. Señaló con su bate al pitcher de San Francisco, le lanzó un grito y corrió hacia la lomita.
Nadie se interpuso en la trayectoria de Harper hacia el montículo. El bateador se quitó el casco y lo lanzó, sin que éste le pegara al serpentinero.
Luego, comenzó la riña. Strickland, quien mide 1,93 metros (seis pies y cuatro pulgadas), impactó a Harper en el rostro con un derechazo. Ambos se separaron un momento antes de liarse otra vez a puñetazos.
Fue entonces cuando Harper asestó un golpe de derecha a la nariz del lanzador, mientras se vaciaban las bancas y los bullpens.
Michael Morse y Jeff Samardzija, de los Gigantes, se llevaron un duro encontronazo mientras trataban de separar a los rijosos. A tirones y empellones, tres jugadores de los Gigantes se llevaron a Strickland hasta la cueva. Harper fue contenido por un compañero.
Los umpires expulsaron a los dos peloteros, quienes tenían viejas rencillas. En la serie divisional de 2014 en la Liga Nacional, Harper sacudió dos jonrones frente a Strickland. Luego de conectar el segundo, se quedó mirando fijamente al relevista mientras recorría las bases en el cuarto juego.
Tanner Roark (5-2) recetó cinco ponches y permitió seis hits en siete innings. Los Nacionales, líderes de la División Este, abrieron una serie de nueve juegos de visita en el oeste, cosechando su sexta victoria en ocho compromisos.
Matt Moore (2-6) fue el perdedor. Koda Glover consiguió el salvamento.