Twitter va a ser privatizado. Y alternativas como Mastodon están creciendo en cuanto a nuevos usuarios.
Por Cesar Otero
Ciudad de México, 29 de abril (AS).- El lunes pasado Twitter entró en una nueva era. Desde su apertura en 2006, la red social -de las más veteranas en activo junto a Facebook- pasó a ser propiedad de Elon Musk a cambio de 44 mil millones de dólares, quien señaló sus intenciones de privatizarla para hacer su entorno más seguro con acciones como “eliminar los bots de spam y autentificar a todos los humanos”.
Pero la nueva era Musk de Twitter puede traer más cosas consigo. ¿A qué cambios tendremos que enfrentarnos en Twitter? ¿Qué quiere hacer Musk con la red social?
CAMBIOS EN LA ERA MUSK DE TWITTER
LIBERTAD DE OPINIÓN: ADIÓS MODERACIÓN CLÁSICA
Elon Musk lleva mucho tiempo criticando las políticas de contenido de la plataforma. Cuando el consejo de administración de Twitter aprobó su adquisición, el multimillonario afirmó que la libertad de expresión es la «base» de una democracia que funciona y alabó la plataforma como la «plaza digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad».
Una de las primeras acciones del ahora dueño de la red social podría ser modificar las normas de moderación de Twitter y permitir que vuelvan las cuentas suspendidas. Y en ese caso, veríamos regresar a Twitter a gente como el ex-presidente estadounidense Donald Trump, suspendido permanentemente de Twitter, Facebook, Instagram y Snapchat tras los disturbios en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021. Sus publicaciones se consideraron incendiarias y Twitter había advertido del «riesgo de que se siga incitando a la violencia».
Jeffrey Howard, profesor asociado del University College de Londres, señala a la BBC que relajar la moderación en Twitter podría ser «fácilmente convertido en un arma» por delincuentes, bots y personas que lo utilizan con «fines maliciosos» y para «incitar al odio y la violencia. Creo que Elon Musk es relativamente ingenuo en cuanto a los desafíos reales que implica la moderación de contenidos. Aprenderá que no se puede tener un enfoque tan permisivo en la gestión de contenidos».
Organismos como la Comisión Europea y el gobierno de Reino Unido le han recordado a Musk el deber que ahora tiene para proteger los derechos de los usuarios de Twitter. Angelo Carusone, director de la organización no gubernamental Media Matters for America, dijo al medio Al Jazeera: «Musk no está comprando Twitter por razones financieras, aunque cree que puede ganar algo de dinero con ello. Lo está comprando por razones ideológicas. Y eso es, en última instancia, lo que da miedo”.
SIN ANUNCIOS
La publicidad en Twitter supone un 90 por ciento de los ingresos de la aplicación. Elon Musk compró a inicios de abril un 10 por ciento en acciones de Twitter, lo que lo convirtió en el mayor accionista de la compañía en ese momento -un preámbulo de lo que estaba por venir. Y en una serie de mensajes tweets ya borrados, sugería que le gustaría eliminar los anuncios en el servicio de suscripción premium de Twitter, Twitter Blue: «El poder de las empresas para dictar la política aumenta considerablemente si Twitter depende del dinero de la publicidad para sobrevivir».
Según expertos como la analista Rachel Foster-Jones, de GlobalData, Elon Musk podría tener que «equilibrar sus sueños de un espacio de debate libre sin restricciones publicitarias con las duras realidades del modelo de negocio principal de Twitter. Musk tendrá que renovar seriamente el modelo de suscripción de Twitter, Twitter Blue, si quiere alejarse de la publicidad”.
EL BOTÓN DE EDITAR
A inicios de abril, Musk lanzó una encuesta sobre uno de los dilemas más viejos de Twitter: la inclusión de un botón para editar los mensajes ya publicados. Y es que desde hace muchos años una gran parte de los usuarios se lo vienen pidiendo, ya que si no la única forma de corregir un tweet es borrarlo y escribirlo de nuevo. La encuesta, todo un éxito, tuvo casi 4.5 millones de votos en los que ganó el «SÍ» por un aplastante 76.6 por ciento.
Twitter quiso dejar claro que el botón de edición no es algo que venga a venir porque Elon Musk lo pida en nombre de la comunidad tuitera, sino que ya venía de antes. De hecho, Twitter ha reconocido que “hemos estado trabajando en la función de edición desde el año pasado. No, no hemos sacado la idea de una encuesta”.
Concretamente, la forma que tendrá de funcionar es la de generar un nuevo mensaje que enlazará directamente al mensaje original. Es decir, que por mucho que edites un mensaje, el original existirá de todas formas. Esto supone que nadie podrá saltar el hecho de haber puesto un mensaje y que no se sepa qué es lo que se puso en un inicio.
Esta es la gran duda que nos suscita el nuevo historial de tuits editados. Lo lógico sería que nadie tuviera acceso a esta característica una vez hechos los cambios para que quedara constancia de estos en el futuro. Así se podría evitar muchos cambiaran a placer posturas de pensamiento o negar la publicación de algo.
USUARIOS REALES O FUERA
Musk ha hablado de «derrotar a los bots de spam», una promesa que probablemente sea muy popular entre los usuarios de Twitter. Es una obviedad que la red social lleva mucho tiempo teniendo problemas con las cuentas falsas y automatizadas que se utilizan para publicar sin cesar contenidos poco útiles o engañosos.
Jamie Moles, ingeniero de ventas sénior de la empresa de ciberseguridad ExtraHop, afirma que, aunque la eliminación de los bots de Twitter parece una tarea ingente, si el Sr. Musk tiene éxito «los métodos utilizados por Twitter para eliminar los bots de la plataforma pueden generar nuevas técnicas que mejoren la detección e identificación de los correos electrónicos de spam, las publicaciones de spam y otros intentos de intrusión maliciosa» de forma más generalizada.
Sin embargo, Robin Mansell, profesor de nuevos medios de comunicación e Internet en la London School of Economics, afirma que «siempre habrá errores» en la autenticación de usuarios por parte de humanos o algoritmos.
ALGORITMO DE CÓDIGO ABIERTO
El algoritmo, o la pieza de código que determina la prioridad con la que se sirven los tuits a los usuarios, se convertirá en «código abierto» o disponible para que el público lo vea y lo mejore. Musk dijo que esto ayudará a evitar «la manipulación entre bastidores», como alimentar la propaganda masiva en el extranjero, de la que se ha acusado a Facebook durante la campaña del expresidente estadounidense Donald Trump en 2016.
Pero algunos analistas han objetado que la propuesta de Musk simplifica enormemente el funcionamiento de la publicación de datos y que la medida plantea graves problemas de privacidad. Ramesh Srinivasan, profesor de estudios de medios de comunicación en la Universidad de California, señala que los algoritmos promueven el compromiso dirigiendo las reacciones emocionales, razón por la cual el contenido odioso es el más viral.
Por lo tanto, «[Musk] tiene que ocuparse del motor subyacente que es el instrumento de la libertad de expresión, para asegurarse de que la libertad de expresión esté equilibrada y no hacia el discurso del odio», dijo Srinivasan.