El Ministro de Educación de Brasil, Abraham Weintraub, realizó comentarios racistas contra el pueblo chino a través de su cuenta de Twitter, que borró después; es investigado por la Corte Suprema de Justicia por racismo.
Río de Janeiro, Brasil, 29 de abril (EFE).- La Corte Suprema de Justicia ordenó este miércoles abrir una investigación contra el Ministro de Educación de Brasil, Abraham Weintraub, por racismo contra el pueblo chino, por un comentario publicado por el alto funcionario en las redes sociales que suscitó la protesta del país asiático.
La investigación fue solicitada por la Fiscalía General de la Nación tras una publicación en Twitter en la que Weintraub, usando como portavoz un personaje popular de dibujos animados en Brasil, dio a entender que la pandemia del coronavirus formaba parte de «un plan infalible» de China para dominar el mundo.
El mensaje, además, ridiculizaba el acento chino, utilizando el defecto del habla que tiene Cebolinha, uno de los personajes de la tira cómica.
Cebolinha, uno de los personajes infantiles de la popular tira «Pandilla de Mónica», tiene problemas de dicción y por lo general cambia la «R» por la «L», algo que los brasileños atribuyen en burla a los chinos cuando intentan hablar portugués.
El mensaje fue publicado el domingo 5 de abril y ese mismo día fue borrado por el Ministro tras ser advertido del malestar del país asiático que horas después manifestó oficialmente su protesta.
China, el principal socio comercial de Brasil, exigió al Gobierno de Jair Bolsonaro la retractación del comentario de Weintraub que calificó como «fuertemente racista» y del que dijo causó «influencias negativas» en las relaciones entre los dos países.
En su comunicado, la delegación diplomática manifestó «fuerte indignación y repudio a la actitud» del Ministro e instó a «algunos individuos en Brasil» a corregir «inmediatamente los errores cometidos y a suspender sus acusaciones infundadas contra China».
No obstante, el comentario del Ministro de Educación no fue el primero en causar una crisis con el país asiático.
Un mes antes marzo, el Diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del Presidente de Brasil, quien ha oficiado como consejero del gobernante en asuntos internacionales, llegando incluso a ser propuesto como Embajador de Brasil en Washington, acusó a China de haber generado la actual crisis por la propagación del coronavirus.
Pese a que el Embajador de China manifestó «repudio» e «indignación» por las declaraciones de Eduardo Bolsonaro y exigió disculpas, ni el diputado ni la Cancillería brasileña lo hicieron.
En respuesta, el Ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, aclaró que Eduardo Bolsonaro no representaba al Gobierno brasileño y exigió una retractación del Embajador por su enérgica reacción a las declaraciones del hijo del Presidente, que consideró «inaceptable».
Jair Bolsonaro, por su parte, prefirió bajarle el tono a la polémica y aseguró que las declaraciones de su hijo no habían causado ninguna crisis diplomática y que había conversado con las autoridades chinas sin que el asunto hubiese sido mencionado.
China es desde 2009 el principal socio comercial de Brasil y una de las principales fuentes de inversión extranjera en el país. Según datos oficiales, el comercio bilateral aumentó de 3 mil 200 millones de dólares en 2001 a 98 mil millones de dólares en 2019.