El director británico colaboró con grandes de la moda de la época como Balenciaga o Christian Dior, pero su mano derecha, aquella que entendía a la perfección lo que debían proyectar sus personajes femeninos con sus prendas.
Por Inmaculada Tapia
Madrid, 29 abr. (EFE).- Grace Kelly, Joan Fontaine, Kim Novak o Tippi Hedren supieron encarnar diferentes estilos de mujer en las películas de Alfred Hitchcock, un director que cuidaba hasta el mínimo de detalle del vestuario de sus musas, que ha trascendido el tiempo manteniendo alguno de sus looks como máxima tendencia.
Quién no recuerda el vestido verde de Tippi Hedren en The Birds. El estilo apocado y soso en el vestir de Joan Fontaine en Rebecca, el nombre con el que pasó a llamarse lo que hasta entonces era cárdigan de manga larga y botones, «rebeca» una prenda habitual en el vestuario de la película, o el maravilloso vestido de cóctel con el que Grace Kelly hacía su aparición en Rear Window.
Kim Novak discutió con Hitchcock hasta la saciedad la conveniencia del tono gris y el patrón del traje con el que encarnaba a Madeleine en Vertigo, el director no cedió y la actriz reconoció, finalmente, que era el mejor modelo para encarnar a este frío personaje frente a July, que Novak también interpretaba, de carácter más explosivo, como marcaba también su vestuario.
El director británico colaboró con grandes de la moda de la época como Balenciaga o Christian Dior, pero su mano derecha, aquella que entendía a la perfección lo que debían proyectar sus personajes femeninos con sus prendas, fue la diseñadora de vestuario Edith Head, una colaboración que comenzó con Notorius, protagonizada por Ingrid Bergman, y que se prolongó treinta años.
Fue Head la que convirtió a Grace Kelly en una mujer elegante en Dial M for Murder y en icono de estilo en Rear Window, con un vestuario propio del personaje que encarnaba, editora de una revista de moda.
El corpiño negro de pico con la falda de gasa con flores bordadas, el conjunto con el que la actriz hace su aparición en escena, es toda una declaración de intenciones a la sofisticación, un diseño que en su día fue reproducido en revistas tanto como la blusa blanca atada al cuello, que dejaba la espalda y los brazos al descubierto, que combinaba con un traje verde.
El rodaje en la Costa Azul de To cacht a Thief coronó a Grace Kelly como símbolo de la elegancia, gracias al vestuario que lucía como joven rica americana y que también confeccionó Edith Head.
La enorme pamela que lucía para ir a la playa, con el cabello recogido en un pañuelo; el vaporoso vestido blanco con escote palabra de honor y, sobre todo, el diseño de noche de gasa en color azul y cuerpo drapeado consiguieron que la película reflejara el lujo y el atractivo de la costa francesa que el director pretendía.
Tiempo después, Head desveló que Hitchcock utilizaba el color con sumo cuidado «tenía siempre presente que su uso nunca debería ser tan fuerte como para dominar la escena o la actriz».
La influencia de los diseños que Hitchcock ideó para los distintos estilos de mujer de sus películas trascendieron la pantalla no solo en su tiempo, sino muchos años después.
La diseñadora venezolana Carolina Herrera presentó una colección para el otoño-invierno 2003 inspirada en las «heroínas» de las películas de Alfred Hitchcock.
Una colección en la que quería reflejar «no sólo el glamour y la sensualidad que desprendían, sino también la atmósfera que transmitían en sus películas», explicó la diseñadora en aquel momento.
Una manera de conseguir que «las mujeres se sientan elegantes y glamurosas», señaló Herrera.
Pero la diseñadora no ha sido la única que se ha inspirado en las películas del célebre director, y la firma Andres Sardá se inspiró en la colección otoño-invierno de 2011 en el cine clásico y de suspense de Alfred Hitchcock.
La directora creativa de la firma, Nuria Sardá, ha señalado -en declaraciones a Efe- que el director supo crear un estilo «sensual, sofisticado y elegante», que dio mucha importancia a la lencería y que ha dejado una «profunda huella» tiempo después. Los personajes femeninos de Vértigo, Saboteur y Rebecca fueron los que guiaron los diseños de la colección, piezas que rebelaban su «fortaleza», «erotismo» y «sensualidad.
El creador británico Alexander McQueen rindió homenaje a los The Birds en su colección primavera-verano de 2001, prendas que acompañó representando unas águilas disecadas a modo de tocado cayendo en picado sobre la cabeza de las modelos.
El diseñador británico se sentía fascinado por las películas de Hitchcock, que confesó que veía de niño, y en la colección otoño/invierno 2005 volvió a homenajear a su cine y a la película The Man Who Knew Too Much con referencias a las siluetas y tejidos de esa película.
Una colección en la que presentó el bolso Novak que rendía tributo al nombre de la actriz protagonista de Vértigo.
Diseños que incluso los creadores de Barbie han sabido cómo adaptar a la célebre muñeca.