Desde agosto del pasado año y hasta enero de 2016, se han registrado nada menos que 583 incidentes relacionados con aeronaves no tripuladas (también conocidas como drones), tan sólo en el territorio de Estados Unidos.
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Ciudad de México, 29 marzo (SinEmbargo/TICbeat).- La mayoría de los incidentes con drones registrados en Estados Unidos son violaciones de espacios aéreos restringidos, en los cuales no hubo riesgo inminente.
Desde agosto del pasado año y hasta enero de 2016, se han registrado nada menos que 583 incidentes relacionados con aeronaves no tripuladas (también conocidas como drones), tan sólo en el territorio de Estados Unidos.
Esta cifra, facilitada por la FAA (Federal Aviation Administration) norteamericana, pone de manifiesto el largo camino que aún queda por recorrer hasta que los vuelos de estos dispositivos cumplan con la normativa vigente de seguridad.
En ese sentido, el informe del organismo aclara que la mayoría de las incidencias registradas no eran especialmente graves, relacionadas principalmente con vuelos de drones en espacios aéreos restringidos, pero sin que ninguna persona se encontrara necesariamente en peligro.
Como ejemplo, la FAA recoge en su estudio un incidente por el que un dron volaba a más de 7 mil pies en las cercanías del aeropuerto JFK de Nueva York, llegando a volar a apenas 20 pies del lado derecho de un avión comercial. En otros muchos casos, advierte el regulador norteamericano, los drones volaban muy por encima de los 500 pies que la FAA tiene establecidos como límite de altitud para las aeronaves no tripuladas.
Otra de las incidencias más comunes que esta entidad ha encontrado en los últimos seis meses es la de aquellos propietarios de drones que vuelan sus dispositivos en los alrededores de circuitos de carreras o de estadios donde se están produciendo eventos deportivos. Así pues, la regulación de Estados Unidos prohíbe expresamente que un dron sobrevuele cualquier lugar cercano al que se produzca un evento con más de 30 mil espectadores congregados juntos.
LA LUCHA CONTRA LOS DRONES DÍSCOLOS
Según informa el portal estadounidense The Verge, el FBI lleva investigando este tipo de incidencias con drones desde 2013, aunque normalmente se encuentran con la enorme dificultad de encontrar al propietario de la aeronave, ya que en muchos casos ya ha abandonado la zona al darse cuenta de la infracción.
No en vano, la lucha contra estos drones díscolos ha pasado a ser proactiva, generando una incipiente y muy activa industria de tecnología antidrones. Este tipo de sistemas, que ya se están implantando en aeropuertos, estadios o cárceles,permiten identificar en tiempo real a todas las aeronaves no tripuladas que se adentran en un espacio aéreo controlado, accediendo directamente a los datos de su placa base. De este modo, en caso de que no se pueda reconocer un dron autorizado, los agentes podrán eliminarlo sin más dilación y proceder a multar al propietario, ya sea in situ o posteriormente tras investigar los datos del comprador del dron.