Zarazúa tendrá pronto otra oportunidad para mostrar si aprendió la lección porque participará en el Abierto de Monterrey, otro torneo categoría 250.
Por Carlos Rodríguez
México, 29 febrero (AP) — La presión puede llegar a convertirse en un monstruo indomable para muchos atletas, y Renata Zarazúa se convirtió en su última víctima el viernes. Abrumada por las altas expectativas de sus compatriotas por verla convertirse en la primera finalista local del Abierto Mexicano, la tenista de Ciudad de México sucumbió ante la canadiense Leylah Fernández por 6-3, 6-3.
Zarazúa, de 22 años y número 270 del mundo, entró al torneo con una invitación y siendo una virtual desconocida para muchos de los aficionados mexicanos que, con el pasar de los días, vieron como avanzaba ronda tras ronda reescribiendo la historia para los tenistas locales, que habían tenido muy pocos éxitos en un torneo que se celebra desde 1993.
Antes de Zarazúa, el mejor el resultado para una mexicana eran los cuartos de final de Melissa Torres en 2007 y, en el cuadro masculino, las semifinales de Oliver Fernández en la edición inaugural.
“Empecé nerviosa y siento que la otra niña jugó bien y no me dio tiempo para adaptarme. Pero estoy contenta de que pude jugar con el estadio casi lleno y que me apoyara tanta gente es algo que no sentiré todas las semanas”, dijo Zarazúa. “Estoy agradecida, esta semana me da la confianza de saber que puedo jugar un partido con buenas jugadoras, eso es lo que me llevo para los siguientes torneos del año”.
En primera ronda, Zarazúa dejó fuera a la primera preclasificada Sloane Stephens y después hizo lo propio con Katie Volynets, ambas estadounidenses, antes de superar a la eslovena Tamara Zidansek para instalarse en semifinales.
Antes de Zarazúa, la última mexicana que avanzó entre las cuatro mejores en un torneo de la WTA fue Angelica Gavaldón en el Abierto de San Juan, Puerto Rico, en 1993.
“Nunca había hecho semifinal de una semifinal WTA, todo esto es un poco nuevo para mí”, dijo Zarazúa. “Disfruté cada momento, pero sentí que me faltó experiencia de cómo jugar mejor en los puntos. Espero estar mejor preparada la siguiente vez”.
Zarazúa tendrá pronto otra oportunidad para mostrar si aprendió la lección porque participará en el Abierto de Monterrey, otro torneo categoría 250.
“Tengo que seguir con los pies en la tierra, no porque me fue bien esta semana me irá así en todas. Debo seguir entrenando y trabajando y que esto sea solo una motivación”, añadió.
“Espero que me siga yendo bien en los torneos. La gente no esperaba que llegara a semifinales, estoy contenta por cada partido que jugué y espero que eso no sólo sea una anécdota, sino que me vaya bien el resto del año”, afirmó Zarazúa. “Fue una de las mejores semanas de mi vida y cada momento será recordado por mucho tiempo”.
Y no sólo por ella.