Una nueva era comienza con la llegada del suizo-italiano. Sin embargo, no se trata sólo del arribo de un nuevo presidente de la FIFA. ¿Qué cambios le espera al balompié mundial?
Ciudad de México, 29 de febrero (SinEmbargo).- Elegir a un nuevo presidente para para la FIFA fue más que sólo encontrar un sustituto para Joseph Blatter, también se convirtió en una oportunidad para otros involucrados en el futbol mundial cuyos intereses son cruciales para mantener la estabilidad económica del organismo.
A la par de las votaciones que le dieron la victoria a Gianni Infantino, los presidentes de 209 federaciones miembros aprobaron reformas diseñadas para poner fin a una cultura de corrupción en el fútbol mundial, expuesta por los fiscales federales suizos y estadounidenses.
Sin embargo, las federaciones que integran el organismo internacional no son las únicas interesadas en una reestructuración. Los asesores legales del máximo ente rector del balompié mundial ven en el paquete de reformas una manera en la que el organismo mantenga su condición de víctima de la corrupción ante la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La aprobación de las medidas, además de quitarle poder al nuevo presidente y al desprestigiado comité ejecutivo, impone límites a los altos cargos como mandatos máximos y controles de integridad más estrictos.
Algunos de los principales aspectos de las reformas propuestas son: • Una clara separación entre las funciones “políticas” y de gestión: el Consejo de la FIFA (que sustituye al Comité Ejecutivo de la FIFA) será el encargado de fijar la dirección estratégica global de la organización, mientras que la Secretaría General supervisará las acciones operativas y comerciales requeridas para ejecutar de manera eficaz dicha estrategia.
• Límites de mandatos para el Presidente de la FIFA, los miembros del Consejo de la FIFA y los miembros de la Comisión de Auditoría y Conformidad, así como de las instancias judiciales (un máximo de 12 años).
• Una elección de los miembros del Consejo supervisada por la FIFA y con arreglo a las propias normas electorales dl organismo; todos los candidatos se someterán a comprobaciones exhaustivas de elegibilidad e integridad a cargo de una Comisión de Revisión de la FIFA independiente.
• Un mayor reconocimiento y una mayor promoción de la mujer en el fútbol, con un mínimo de una representante elegida miembro del Consejo por confederación
• Publicación de las retribuciones individuales con una periodicidad anual del Presidente de la FIFA, todos los miembros del Consejo de la FIFA, el Secretario General y las correspondientes personas que presidan las comisiones permanentes y judiciales independientes.
• Un mejor control de los flujos monetarios.
• Principios universales de buena gobernanza para las confederaciones y las asociaciones miembro.
• El compromiso de la FIFA con el respeto de los derechos humanos quedará consagrado en los Estatutos de la FIFA.
• Una nueva comisión de las partes interesadas del fútbol para garantizar una mayor transparencia e inclusión a través de una representación más amplia de los actores (que incluya a futbolistas, clubes y ligas).
A partir de ahora habrá más expertos independientes supervisando cómo gana y gasta la FIFA los más de 5 mil millones de dólares (poco más de 91 mil 400 millones de pesos) de cada Mundial celebrado cada cuatro años. Una fuente de ingresos se ha visto golpeada ante la ausencia de nuevos patrocinadores, que el día de las elecciones estaban pendientes de los resultados para ver qué clase de socio tendrán tras las elecciones antes de decidir si se unen.
«Está del todo claro que los aficionados al fútbol y socios comerciales de la FIFA ya no aceptarán más que una plena transparencia en la forma en que se rige el fútbol», advirtió un comité interno del organismo en que el participaba el entonces candidato Infantino.
La demoledora pesquisa estadounidense que tomó por sorpresa al mundo en mayo de 2015 ya tiene 41 acusados entre personas y agencias de marketing , y por ahora investiga supuestos sobornos por valor de 200 millones de dólares.
«Hay mucho que arreglar en la forma en que funciona el fútbol», admitió la semana pasada Moya Dodd, miembro del comité ejecutivo de la FIFA y ex internacional australiana.
Dodd ha sido clave para dar más peso a las mujeres en una FIFA de aspecto diferente, que aspira a comprometerse a «respetar todos los derechos humanos reconocidos a nivel internacional».
Al margen de la mala reputación y el vacío de poder en la FIFA, ahora que Blatter y su principal administrador, Jerome Valcke, están inhabilitados por comportamiento poco ético, se ha planteado una estrategia progresista impensable en los años anteriores.
Issa Hayatou, presidente interino de la FIFA hasta el pasado viernes, alertó de la «difícil labor por delante», ya que todas las confederaciones y miembros establecieron 2018 como fecha objetivo para que la FIFA haya adoptado reformas legales clave. Estos cambios incluyen poner fin al conflicto de interés en decisiones comerciales y garantizar la independencia de auditorías financieras y organismos judiciales.
Mientras tanto, la FIFA sopesa una serie de sanciones en caso de que se incumpla el objetivo de 2018, que podrían empezar con un bloqueo de fondos de Zurich.
En cualquier caso, los cambios deben empezar por arriba y la FIFA podría verse muy diferente 60 días después del viernes, cuando entrarían en vigor las nuevas normas.
¿Y BLATTER?
Tras el triunfo de Infantino Joseph Blatter reflexionó sobre sus 17 años como mandamás del fútbol mundial.
Blatter no ejercía funciones desde que fue suspendido a fines del año pasado por realizar un pago antiético a Michel Platini y aunque la inhabilitación fue reducida de ocho a seis años hace apenas unos días. Un probable regreso a los mandos del futbol mundial luce poco probable.
«Aunque estuviese suspendido, yo todavía era el presidente. Ahora se terminó», indicó. No obstante, el comienzo del nuevo capítulo en la silla presidencial de la FIFA sacó una respuesta que pocos creían que saldría de su boca.
«Es un alivio, tenía esta carga sobre mí», dijo el suizo, que cumple 80 años en dos semanas, en su primer día sin ser empleado de la FIFA desde 1975.
«Ayer a las 18:01 me sentí agradecido cuando eligieron un nuevo presidente», agregó. «Es importante que la FIFA tenga un cambio”.
Por ahora, en lo que se el número de años que su suspensión será reducida, no sólo la vida profesional del suizo sufrirá ajustes. Así, Blatter tendrá que pagar el alquiler de su apartamento o marcharse, luego de que durante su mandato, la renta de la vivienda de “Sepp” la abonara el máximo ente rector del fútbol mundial, según fuentes próximas a la FIFA citadas por AFP.