La reunión está programada dentro de dos semana; el Gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, espera contar con la participación de representantes del FBI, la DEA y la policía montada canadiense.
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El Gobierno del estado de Quintana Roo, en el caribe mexicano, planea una reunión en las próximas semanas con agencias policiales de Estados Unidos y Canadá para intercambiar opiniones e información sobre cómo combatir la creciente violencia que vive esta turística región del sudeste de México que en los últimos meses ha cobrado la vida de varios extranjeros y sembrado pánico en playas y hoteles.
Carlos Joaquín, su Gobernador, dijo que el encuentro se realizará dentro de dos semanas y que esperan contar con representantes del FBI, la agencia federal de investigaciones estadounidense; de la DEA, la agencia antidrogas de ese país; y de la policía montada de Canadá.
En un mensaje a The Associated Press el sábado, la embajada confirmó que “autoridades policiales estadounidenses» estarán presentes. La sede diplomática canadiense no respondió a una solicitud de comentarios.
Según Estados Unidos, en la reunión, similar a las que se hacen de manera regular, se revisarán los hechos de violencia más recientes y se intercambiará información «para asegurar la máxima coordinación en material criminal”. Asimismo, se analizará cualquier solicitud de apoyo que México pueda realizar respetando en todo momento su soberanía.
El asesinato ocurrido la semana pasada de dos canadienses presuntamente vinculados al tráfico de armas y drogas y motivado, aparentemente, por una deuda no pagada entre bandas criminales generó el pánico en un complejo turístico de lujo al sur de Playa del Carmen. En esa misma ciudad mataron días después al gerente de un popular club, de nacionalidad argentina.
En noviembre, un tiroteo en un hotel de una localidad cercana, Puerto Morelos, dejó dos muertos —presuntamente traficantes de droga— y en otro incidente de octubre en Tulum murieron dos turistas, una estadounidense y otra alemana, que quedaron en medio del fuego cruzado.
Según las autoridades locales, los móviles siempre apuntan a ajustes de cuentas entre distintos grupos delincuenciales. Pero no se trata solo de grupos locales, ya que esta costa del Caribe mexicano ha interesado a redes criminales con conexiones internacionales debido a su gran flujo de extranjeros.
El Gobernador de Quintana Roo confía en que las reuniones con autoridades policiales extranjeras ayuden a garantizar la seguridad en el estado.
No obstante, la relación entre México y Estados Unidos en temas policiales, que siempre ha sido delicada, lo es más desde hace un año con la entrada en vigor de la ley impulsada por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que exige que todos los agentes extranjeros compartan con la autoridades mexicanas la información que recopilen.
El tema es delicado debido a la corrupción y la infiltración que los grupos criminales suelen tener entre funcionarios mexicanos de todo tipo. Pero López Obrador afirma que esa situación es cosa del pasado y el viernes insistió en que hay que cumplir con las leyes vigentes.
“Acaba de participar el FBI en un asunto en Quintana Roo y estamos pidiéndole al embajador de Estados Unidos que nos informen sobre esta participación, si hubo informe, si hubo cooperación de conformidad con las normas”, dijo durante su conferencia matutina. “No nos oponemos a que se trabaje de manera coordinada en contra del crimen, pero no podemos permitir que se viole nuestra soberanía”.